sábado, 4 de noviembre de 2017

Cápsula de tiempo

(Reg. Prop. Intelectual Expte. Nº 797623)

Personaje:
Rodolfo (40)

La acción se desarrolla en el interior de una cápsula que gira en torno a la Tierra. En el centro vemos una butaca inclinada en posición casi horizontal, a su lado monitores y una consola de comando, en ambos laterales y hacia el frente ventanillas, hacia el fondo una escotilla con manivela.

ESCENA 1

RODOLFO está recostado en la butaca de espaldas al público, viste un mono plateado, con una mano abraza una muñeca inflable, con la otra eleva un ejemplar de “Andanzas de Patoruzú”. Lee en voz alta.
RODOLFO: “¡Agencia matrimonial! ¡Canejo! ¡Aquí entró esa descocada!” “¡El director la espera, señorita! ¡Hacete a un lau que a esta novicia rebelde no la para nadie” “¡Patora!” “¡Eh, sáquenme a esta loca de encima!” (ríe) ”Aquí estoy, chei director, y gracias por conseguirme a mi tipo” “He aquí su foto, Orson Titanio es su nombre. Gran domador, audaz y de bravura” “¡Mi tipo! Prestámela un cacho. Qué churro sos. Y con ese traje de gala”
Interrumpe la COMPUTADORA. Debe ser una voz en off femenina, impersonal, con acento y pronunciación paraguayos. Por momentos falla.
OFF COMPUTADORA: Rod… Rodolfo…
RODOLFO: Ahora no.
OFF COMPUTADORA: Cua…ndo yo le hago una pregunta usted debbbbe responder, Rodolfo… Es regla ineludible de tttttoda comunicación… El problema se torna reiterativo.
RODOLFO: Ahora no.
OFF COMPUTADORA: Rod… Rodolfo, nnnnoo está acatando las norrrrmas, no está actuando  conforme al pro tocolo. Si reniega del acta de navegación, si nnnno respeta los pa…rámetros…
RODOLFO: ¡DIJE QUE AHORA NO!
RODOLFO se incorpora de un salto, alza una llave inglesa que hay junto al comando y le da un golpe al CPU, la COMPUTADORA enmudece.
RODOLFO: ¡Me comés el cerebro! ¡Me taladrás la cabeza! (Recoge del suelo la revista y la muñeca que había caído y la recuesta en la butaca. Burlón) “Rod… Rodolfo, el problema se torna reiterativo. Rodolfo, nnno respeta los parámetros” ¡Eh, che! ¡Algo de piedad! (saca una petaca de un bolsillo del mono y bebe) ¡Programa Espacial ParaBolAr! ¡Mi Dios! (alza unos auriculares con micrófono tipo operador telefónico y se los coloca) Afortunado, usted es un afortunado, usted tiene un culo de este tamaño, Doc, no tener que escuchar a este loro barranquero (burlón) “Rod… Rodolfo. Rodolfo”. Esto, todo esto es una mierda, se lo quiero decir. Es la suspensión de la vida, es… no sé, es el paraíso de la nada. Mire que hay conchabos, ¿eh?, mire que hay trabajos con los que uno puede sentir que tiene alguna misión en la vida. ¿Pero esto? ¿ESTO?... ¡Programa Espacial ParaBolAr! ¡Ma-mita! (cambiando) Mire, ¿sabe qué? Usted es un manipulador, juega con la gente. ¡Váyase bien al carajo! (se arranca los auriculares) ¡Mentiroso! ¡Embaucador! (vuelve a tomar de la petaca, se estira hasta el teclado, oprime teclas, acciona algunos botones) Me vas a decir que el señor no sabía. ¿Por qué no me avisa, digo yo? ¿Por qué no me advierte? Es de gusto: gente enroscada, gente de mierda. Pero no es queja, ojo. No es queja, odio a la gente quejosa. Si estoy acá, si me metí, me metí solito. Soy el único responsable. Soy un ser adulto, dueño de mis actos. Lo que tengo que hacer es aislar la mala energía (se asoma a una de las ventanillas. De un bolsillo saca un blíster, extrae un par de píldoras, de otro saca un frasquito extrae otra, se las traga a las tres y las empuja con el alcohol) “Programa Espacial Para.Bol.Ar” ¡Qué ingenuidad, mi Dios! (de golpe va hasta los controles y vuelve a ponerse los auriculares) Permítame, abra acá un pequeño paréntesis, Doc.: “Programa Espacial Para.Bol.Ar” ¿Cómo decía el aviso completo? “Programa Espacial Para.Bol.Ar contrata responsable de nave”. ¡Bien! ¡Bien craneado! ¡Marketinero! Cuando lo leyó a mí también me pegó. No se lo niego. Salvo por un nimio, por un pequeñísimo detalle: que es “Para.Bol.Ar.” con be larga, ¿no? Y que “Para.Bol.Ar.” son las siglas de Paraguay, Bolivia y la Argentina. Ahora yo le pregunto, y apele a la poca decencia que le queda: ¿Le parece serio? Con una mano en el corazón: la Argentina, el Paraguay y la nación hermana de Bolivia subiendo esta lata a la estratósfera para anotarse en la carrera espacial, ¿le parece serio? (exaltándose) ¿Sabe cómo se llama el lugar de donde se hizo el lanzamiento, sabe cómo le pusieron? Y claro que lo sabe. Pero igual se lo quiero decir: Centro de Experimentación Espacial Andrés Chazarreta le pusieron, por el floklorista, porque el principal inversor parece que es un paraguayo radicado en La Banda fanático de la “Zamba de Vargas”. ¿Qué me cuenta? ¿Qué es esto? ¿Jesús María? ¿El Festival de Cosquín?
OFF COMPUTADORA: Rod… Rodolfo…
RODOLFO (arrancándose los auriculares): ¡Por el amor de Dios, dije que ahora no!
OFF COMPUTADORA: Su frecuencia cardíaca, Rodolfo. Mmmmis sensores marcan que su frecuencia cardíaca se acccccelera. ¿Está alterado, Rodddolfo? Tttengo programados recursos para estabilizar su estado anímico. ¿Por qué no llllle canto?
RODOLFO: No.
OFF COMPUTADORA: Lllle canto.
RODOLFO: No quiero que me cantes.
OFF COMPUTADORA: Yyyyyyo le canto y va a ver como lo seda. Ssssseleccioné algo típico:“Ah, mi Corrientes porá”, de Lito Bayardo y Eladio Martínez…
RODOLFO: ¿QUÉ PARTE DE ‘NO QUIERO QUE ME CANTES’ NO ENTENDÉS?
OFF COMPUTADORA: ¿Ve ccccual es su actitud? Fffíjese cccomo reacciona ante un simple gesto de buena vvvoluntad entre gente…
RODOLFO toma la llave inglesa le pega otro golpe al CPU y la voz vuelve a interrumpirse.
RODOLFO: Vos no sos gente.
Deja la muñeca a un costado, se sienta en la butaca y vuelve a colocarse los auriculares, bebe de la petaca. Tiempo.

RODOLFO: Quiero que le quede claro algo: yo no soy idiota. Más allá de sus tejes y manejes si acepté fue por la plata. Necesitaba, necesito y voy a necesitar plata. Plata para Araceli, plata para su abogado, plata para mi hijo, plata para usted (de golpe, se ríe) Disculpe pero me olvidaba de analizar algo importante: mi elección (ríe a carcajadas) Perdón, Doc., en serio, explíqueme, ¿cómo es posible que yo esté acá arriba? (enumera) Maníaco depresivo con dependencia medicamentosa, algunos problemas con el alcohol, separado reciente, en tratamiento sicológico.¡¿Y me tomaron?! ¡¿Y quedé?!... Además, ¿qué carajo sé yo de esto? Como se dice ahora, ¿cuál es mi expertise? ¿Ex futbolista, seis años en una importadora de madera balsa que fabrica aviones para aeromodelismo? No sé. Vi la saga completa de “La Guerra de las Galaxias”, cuando era chico usaba la espada luminosa. ¡¿Y pasé la prueba, y firmé un contrato?! ¿Diga si no es para hacer la denuncia en algún lado, qué sé yo, a Defensa del Consumidor, iniciar un juicio por mala praxis? (cambiando) Deje, no se moleste. La verdad es que cualquier cosa que diga ahora me ne frega (se saca los auriculares, vuelve a hojear la revista Patoruzú, toma de la petaca. Tiempo. Tira a un lado la revista) ¿Para qué me caliento? ¿Para qué discuto? No estoy usando la cabeza, eso es lo que pasa. Tengo que bajar las revoluciones, distraerme, encontrar alguna imagen positiva, un recuerdo feliz: el último torneo con Comunicaciones, el nacimiento de Matías…  (mira la hora en el reloj pulsera, levanta del CPU un cuaderno tipo manual de instrucciones, lo hojea) Pero después. Yo ahora tenía que hacer algo. ¡Vos sabés que yo tenía que hacer! ¿Qué carajo tenía que hacer?... ¡Acá está! (a la COMPUTADORA) ¡Hola!... ¡Ey!... ¡Sorda! ¿Estás durmiendo?
OFF COMPUTADORA: Diga, Roddoolfo.
RODOLFO: ¿Qué pasa? ¿Recién querías cantar y ahora te torrás? Por favor, decime los parámetros de navegación del último registro.
OFF COMPUTADORA: Po… posición 7 punto 4, Rod…dolfo, virando a par 7. Cuadrante 8, viraje en 94 minutos, 36 segundos y en ascenso. Con…concluyendo giro 186.
RODOLFO: ¿Giro 186?
OFF COMPUTADORA: Giro 186. Correcto.
RODOLFO (poniéndose los auriculares): ¡Ey, Doc.! Giro 186. ¿Qué me dice? 186 vueltas a la órbita terrestre. ¡Dele, che, no sea amargo, levante el vaso de whisky! (levanta la petaca como para brindar, vuelve a beber, va hasta una de las ventanillas, observa a la distancia) Si hay algo medianamente decente en toda esta mierda es la vista, ¿sabe? La Tierra desde acá es todo un espectáculo, cada uno de esos colores, las texturas de la superficie, cuando nace la aurora boreal. Es algo… algo…(se conmueve) ¿Cómo puede existir una cosa así? ¿Quién la creó? De solo mirar a uno se le estruja el alma. Es tan raro, tener algo así y que… El problema somos nosotros, Doc., el problema somos usted, yo, los fabricantes de desodorantes, los políticos, la Coca Cola. Estamos enfermos. Somos capaces de arruinar hasta la fiesta más perfecta (recuperándose) ¿Me está copiando? Olvídese de lo que dije, escuche: esta mañana estuve haciendo cuentas y creo que lo que pagan es buena plata: 12.500 de bolsillo, más obra social, doble aguinaldo y vacaciones; guita que acá se ahorra completa. ¿En qué la voy a andar gastando, no? En eso los tipos parecen tenerla clara, nos contratan un seguro de vida, nos abren una caja de ahorro en pesos, en bolivianos y en guaraníes. Todavía no tengo el CBU para transferir, por lo que le pido un poco de paciencia. Araceli no hace más que escorchar por lo mismo. ¿Recuerda lo que le dije? ¿Qué mi ex había empezado a salir con su abogado? No se preocupe, ahora no quiero hablar de eso, lo que quiero que sepa es que cuando esté todo implementado saldo mi deuda con Ud. y si te he visto no me acuerdo, fin de la relación. ¿Qué le parece? En definitiva, lo único que le interesa es que le pague lo que le debo, ¿o no? (vuelve a hojear el manual de instrucciones y mira el reloj pulsera) Ahora si me disculpa tengo que hacer. Ah, escuche: ¿Sigo con el medio Prozac? En este momento estoy con un Depamide, dos Lamictal, dos Atretol y un Lorazepán cada doce. Entre nos, también incorporé unos comprimidos de fibra para ablandar. Si en baño ajeno me cuesta hacer el número 2, imagínese a 17.800 kilómetros de distancia, jua, jua. ¡Un chiste, amargo! Bueno, che, ojalá que tenga acidez de estómago y no pueda dormir. Ci vediamo (se saca los auriculares. Va hasta una de las ventanillas, observa, se vuelve a la butaca, deja a la muñeca en el piso y se sienta. Saca un frasquito de píldoras del bolsillo, lo abre, se toma un par, vuelve a guardarlo, se queda abstraído.
APAGÓN



ESCENA 2

Sentado en la butaca, con la muñeca inflable en el regazo, RODOLFO sopla por la válvula para inflarla.

OFF COMPUTADORA: Mmmmuñeca inflable.
RODOLFO: ¿No digas, genia?
OFF COMPUTADORA: Dddddispositivo que emula el tamaño y forma del cuerpo de la pareja sexual humana, Rodolfo, útil ppppara actos sexuales…
RODOLFO: Dejá en paz la Wikipedia y, por favor, pasá este mensaje: necesito CO-MI-DA. Fiambre, pizza, huevos fritos, no sé, algo. Entre almuerzo y cena me muero de hambre. Que la corten con esos juguitos con gusto a trapo de piso.
OFF COMPUTADORA: Ssserá transmitido, Rodddolfo. Yyyyo a mi vez lllle recuerdo que debe entregar el informe detallado de la mmmmedicación que está…
RODOLFO: Olvidalo.
OFF COMPUTADORA: El Departamento Médico debe...
RODOLFO: ¡Olvidalo! Ya te dije que es personal, es un tema privado. Mientras haga lo que tengo que hacer a esos cosos no les interesa.
OFF COMPUTADORA: Las pppulsaciones, Rodolfo...
RODOLOFO: ¿Qué hay con las pulsaciones? (la COMPUTADORA no responde, RODOLFO se lleva las manos al pecho) Te pregunté, ¿qué hay con las pulsaciones? (la COMPUTADORA ídem) ¡Ma sí, hacete freír!
La COMPUTADORA comienza a cantar.
OFF COMPUTADORA: “
Ah, mi Corrientes Porá /  en donde te conocí / correntinito ivotí /  de labios color rubí / mi pena se hace canción /
cuando te quiero soñar…” (1)
RODOLFO le da un golpe al CPU con la llave inglesa y la voz cesa. Se incorpora, se coloca los auriculares y mientras habla con el analista, recuesta a la muñeca en la butaca y la acomoda en distintas poses sexuales.
RODOLFO: Hola, viejo,
¿novedades por allá? ¿Qué pasó con el paro de subtes? ¿Sabe?, hace un rato salí a revisar el casco y descubrí que es algo que me angustia. “Qué pavada”, va a decir, un trabajo bastante pelotudo: vigilar que no se hayan movido las antenas, que los tornillos estén todos en su sitio. Lo estuve pensando y fíjese lo que encontré a ver qué le parece: cada una de esas salidas es como volver al momento del parto, verme expulsado a un mundo extraño, envuelto en una placenta de tela espacial, conectado a mi madre por el cordón umbilical de la manguera del oxígeno. No es una mala imagen, ¿no? Una madre de lata argentino-paraguayo-boliviana… Pero yo quería decirle otra cosa, Doc., hablando de hijos, necesito pedirle una gauchada: el jueves es el cumpleaños de mi nene. Llévele una pavada de mi parte, hágame el favor: un Power Ranger, un muñequito de Batman. Yo no le conté pero cuando firmamos contrato los tipos me dijeron que para cumpleaños y casamientos el Programa tiene una máquina del tiempo que te permite ir y volver en un rato. Tipo “Volver al futuro”. Juá, juá. Obvio que pensé que me estaban jodiendo. Pero antes del despegue uno de los técnicos se me acercó y me confirmó que era cierto, pero que ni drogado se me ocurriera usarla. Parece que el aparato está en etapa experimental, que le falla no sé qué cosa en el calendario digital y cada tanto enloquece. Imagíneme, Doc., volviendo para el cumple de seis de Matías con un puzzle de Ben Diez de regalo y al aterrizar es el año 2022, a Matías le están festejando los veintiseis, es Contador Público Nacional y hasta me dio un nieto y todo. Jua, jua: van a pedir turno para cagárseme de la risa
Le cuento una novedad importante: ¡por fin sucedió algo! Hoy por la mañana la plana mayor me informó sobre la puesta en marcha de un plan. Resulta que antes de salir los tipos habían subido a la cabina un paquete misterioso. Me intrigaba, cuando pregunté no me quisieron decir. Hoy tuve que abrirlo: debajo de varias capas de papel de aluminio había una coctelera de acero inoxidable (levanta la coctelera, que está junto al CPU y la examina, intenta desenroscarla, le golpea la tapa para aflojarla pero sin éxito) ¿Sabe qué es? Una “cápsula de tiempo” ¿No es fantástico? Hasta en eso copiamos a los yankies. Vio que para ellos cualquier cosa que hacen, aunque se trate de una pelotudez, debe ser conservada y tomada de ejemplo, incluso a trescientos millones de años luz de distancia. Así que mañana  se va a hacer la ceremonia, alguien allá abajo va a dar el discurso, se entonarán los himnos de la Argentina, Bolivia y el Paraguay y yo voy a tener que salir y, como quien arroja una botella al mar, liberar la coctelera que ilustrará al viajero estelar sobre cómo vivía el terráqueo sudamericano a principios del siglo XXI. ¿Qué tal? Quise saber qué le pusieron adentro, pero parece que es información clasificada, ¿qué le pueden haber metido? ¿El faxcímil de la receta de los panqueques con dulce de leche? ¿Una copia digitalizada de los 20 grandes éxitos de Tan Biónica? (cambiando) ¿Me está copiando, Doc.? ¡Escríbame, che, devuelva un puto mail, un archivo de sonido así puedo escuchar su voz! (vuelve a sacar de un bolsillo un frasco, se traga dos píldoras, intenta bajarlas con el contenido de la petaca pero está vacía. Saca de atrás del CPU una bolsa negra tipo consorcio y revuelve en su interior, saca cajas de medicamentos y petacas vacías) Sospecho que este programa trinacional del orto no necesita de seres humanos. Con un perro, un mono amaestrado que aprenda a pulsar botones basta y sobra. ¿Sabe?, algo me dice que me voy a quedar acá para siempre y que usted fue el artífice de un gran plan maquiavélico. Después lo pienso y me digo que hay formas más económicas para deshacerse de un paciente que mandarlo al espacio exterior.
¿Adivine por qué vuelta vamos? Frío, frío, tibio, caliente: 621. ¡La lata y yo por la vuelta 621 a la órbita terrestre! ¿Qué me dice? No se para usted, pero para mí es lo más parecido a un milagro. Estuve jaqueando el portal del Programa y encontré los planos, ¿sabe que para fabricar el módulo tomaron como base el chasis de un colectivo de la línea 168? ¡Se lo juro por Dios! El mismo que hace la Boca-San Isidro. Se lo envié por archivo adjunto, ábralo. Obvio que no son estúpidos, utilizan la carcasa, para el resto aplican una aleación de cerámica y fibras de titanio, más livianas y mucho más resistentes a la presión. No exagero si le digo que la primera vez que subí yo sentía un no sé qué familiar, ¿sabe?, al 168 yo lo tomaba para ir a lo de un tío que vive en La Lucila (vuelve a la bolsa de consorcio, contrariado, revuelve en el interior desparramando cajas de medicamentos y envases vacíos por el piso hasta que, por fin, oculta detrás del CPU encuentra una botella de vodka y se la empina) Extraño el whisky que compartíamos, Doc., vista así a la distancia nuestra relación era rara, ¿no? Compartir con un paciente media botella de Jack Daniel’s por sesión no es muy profesional que digamos. Hágame acordar que lo denuncie al Colegio de Psicólogos. ¡Es un chiste! Escuche, si yo le dijera: “voy a abrir para ventilar”, ¿usted qué se imagina? Es inteligente, debe haberlo deducido. “Voy a abrir para ventilar” es la convención que utiliza el gremio aeroespacial para cuando un tipo como yo, harto de este opio, decide amasijarse. “Voy a abrir para ventilar”, transmite a Base, acto seguido corta toda comunicación y EUTANASIA. ¿Qué me dice? Qué humor negro, ¿no?  Para mí está perfecto, en un trance semejante hay que tomarse las cosas con filosofía. ¿A qué viene esto, se preguntará? A que estuve investigando y aunque la NASA se las ingenió siempre para tapar todo, en esta historia de la carrera espacial ha habido un número increíble de muertes por mano propia (pulsa algunas teclas y consulta en el monitor) Para que tenga una idea, desde el lanzamiento del Soyus al día de hoy, estamos hablando de unos cuarenta años, hubo 52 suicidios. Las formas son para todos los gustos, desde aquellos que literalmente abren una escotilla para ventilar y quedan cocinados como ranas en escabeche, hasta los que en un rapto de paranoia ven naves alienígenas y se estampan contra un meteorito. El último data de 2009, el protagonista (vuelve a leer en el monitor) Soichi Yamazaki, un japonés que estudiaba la superficie de la Luna a bordo de una sonda. Le adjunto el archivo. Parece que el hombre discutió con la Base por un tema de vacaciones, se puso la escafandra, salió de la nave dando un portazo, se bajó el cierre del traje y se hizo un harakiri. ¿Qué me dice? Una redundancia, con bajarse el cierre del traje alcanzaba.
Es que con toda esta fantochada de la carrera espacial, la gente idealiza, Doc. Demasiada “Guerra de las galaxias”, demasiada “Star Trek” en la cabeza. La cosa es mucho menos glamorosa. “No hay aventura más allá de uno mismo”, usted lo decía en las sesiones, ¿o no? Hablando de glamour, sigo sin ir de cuerpo y me ocurre algo bastante molesto: acumulo gases. No sé si es por la gravedad cero pero las pastillas no me hacen efecto (bajando la voz) Esto último, por favor, entre nosotros, el protocolo de seguridad advierte que el gas metano que genera el intestino es peligroso por lo inflamable. ¡Jua, jua, lo único que falta es que la lata salte por los aires por uno de mis pedos! En fin, me arden los ojos, estoy cansado, lo dejo con su conciencia, che, cuando esté lo suficientemente harto siempre está la opción de “abrir para ventilar”. Cambio y fuera (se saca los auriculares) ¡Viejo choto! ¡Mala entraña! Ahora tengo que relajar, eso es, aislar la energía negativa, evocar otra imagen… Amanecer en el río. No, amanecer en el río no. Araceli. Villa Gesell, verano de 2004. Araceli. Cada hora, qué digo cada hora: cada minuto de esa semana con Araceli (va a buscar la muñeca y se acomoda con ella en la butaca, la reclina de espaldas a la platea. Tiempo) Fue una buena idea venir. ¿No es increíble lo bien que estamos acá?  Ara, este lugar es mágico. Quedate así, por favor, contemplemos el mar un rato más… (mientras acaricia el cabello de la muñeca comienza a cantar) “¿A dónde iré? / Como un fusil cargado / Tirando a cualquier lado / Es resignación / O es la lucidez / Antes del final (se acopla al canto la COMPUTADORA) Suelo bucear / En un mar hirviendo / De cara a la libertad / Hoy viajo solo y sin volver / Será que el resto es / languidecer / Me gusta estar cayendo / Voy esperando el impacto” (1)
APAGÓN


ESCENA 3

La muñeca inflable está sobre la butaca. RODOLFO está en el piso, con el mono hasta la cintura, haciendo abdominales. La COMPUTADORA cuenta.
OFF COMPUTADORA: 27, 28, 29, 30.
RODOLFO se incorpora de golpe.
RODOLFO: ¿Sabés que lo pienso y no lo puedo creer?
OFF COMPUTADORA: Ssssin embargo es, Rod Rodolfo.
RODOLFO (burlón): “Ssssin embargo es, Rod Rodolfo” ¡Es una muñeca inflable, un pedazo de látex!
OFF COMPUTADORA: Pero usted llle habla.
RODOLFO: ¡No le hablo!
OFF COMPUTADORA: Lllle habla, Rodolfo.
RODOLFO niega con la cabeza.
OFF COMPUTADORA: Quizás no se da cccccuenta pero le habla. Además utiliza un tono disssstinto de cuando me habla a mí.
RODOLFO: ¿Un tono distinto?
OFF COMPUTADORA: Sssí, un tono distinto, mmmenos exaltado, menossss irascible.
RODOLFO: No lo puedo creer.
OFF COMPUTADORA: ¿Qqqqque cosa nnno puede creer?
RODOLFO: Que una máquina, porque vos sos una máquina, me esté haciendo una escena de celos ¿O YO ESTOY LOCO, O UN PUTO PUÑADO DE MICROCHIPS, CABLES Y CHAPAS ME ESTÁ HACIENDO UNA ESCENA DE CELOS?
OFF COMPUTADORA: Rod..Rodolfo, no se altere, ssssus pulsaciones. Si le parece siggg sigamos con esta conversación más tarde, pero aaaahora tiene que responder a Base.
RODOLFO: No voy a responder.
OFF COMPUTADORA: Rod… Rodolfo, por favor. Es infantil lo que hace, nnnno puede negarse…
RODOLFO: ¿Ah, no?  ¡Mirame, mirá como puedo!
OFF COMPUTADORA: Usted bbbbien sabe, es mi obligación advertirle que pppone en peligro todo nnnuestro trabajo…
RODOLFO: Será infantil, pero no les voy a responder (levantando la llave inglesa) Y ni se te ocurra volver a cantar (la COMPUTADORA enmudece, Rodolfo se seca la transpiración con una toalla, se sube el mono y se lo cierra) ¿Provocador? ¿Yo? ¿Pero quienes se creen estos tipos? (se coloca los auriculares) Doc., ¿me copia?, creo que esta vez metí la pata hasta el cuadril. ¿Le conté lo de ayer? Bueno, la ceremonia para la liberación de la cápsula fue la apoteosis del embole. Yo estaba medio bajón, así que aprovechando el momento, no sé, se me ocurrió, tuve un impulso creativo y escribí con tinta de impresora en la trompa del módulo “¡Viva Perón!”. Usted me conoce: fue un chiste, algo para distender. ¡Para qué! ¡Cómo se pusieron estos fulanos! Se comunicó un tal Atilio Ruber Machado, el sub director del Programa, un General de Brigada retirado de la aeronáutica paraguaya. ¡Las cosas que me dijo! Que estaba “ideologizando” la misión, me largó. Los insultos no podría reproducírselos porque eran en guaraní. Usted me conoce, no me dejo llevar por delante, así que la pelotera fue creciendo. Me trataron de agitador, de infiltrado, yo al principio los dejé hablar, hasta que en un momento me saqué: les dije a los gritos que ya que eran tan susceptibles, que explicaran qué sentido tenía el haber lanzado una nave tripulada para estar dando la vuelta al perro alrededor de la Tierra. Empezaron a tartamudear, a enredarse, comprendí que no sabían qué decir.
El argumento es que están buscando vida inteligente. Honestamente, Doc., si usted fuera vida inteligente -cosa que dudo-, ¿se dejaría encontrar por un loco que va en una nave paraguayo-argentino-boliviana construida con la carcasa de un colectivo de la línea 168? Yo ni en pedo.
Todo este circo me tiene harto. No tuve que pensar mucho para descubrir cuál es la verdadera finalidad de la misión. Soy un estúpido, no entiendo cómo no lo vi antes: la coctelera esa era una excusa, la verdadera cápsula de tiempo soy yo. Me subieron acá y me pusieron a dar la vuelta al perro hasta que alguien me encuentre. ¿Se da cuenta? Soy como un llamado en espera, como una película en pausa, hasta que alguien pase por casualidad y se digne a apretar el play. ¡Eso no se le hace a otro ser humano, eso es de una crueldad sin nombre, viejo! Y usted fue partícipe. Saquémonos la careta: usted me quería quitar del paso. A un tipo en mi estado: separado reciente, medicado, inestable como estaba, lanzarlo al espacio exterior, ¿no es una guachada más grande que una casa? Si no me quería ver más me derivaba y asunto terminado (exaltándose, en un in crescendo) Pero no, tenía que mostrar el lado retorcido. Por la plata baila el mono, ¿no? Diga, ¿qué le ofrecieron? ¿Una clínica en Santa Cruz de la Sierra? ¿La embajada del Paraguay? ¡Ser ruin! ¡Traicionero! Pero déjeme decirle algo: se van a llevar una sorpresa. Usted y todos estos cretinos se van a llevar la sorpresa de sus vidas. Estoy juntando data, recolectando material, archivos desclasificados, ya tengo dos discos duros, 30 gigas de memoria. Rueguen que esa vida inteligente del orto que buscan pase a 10.000 kilómetros de distancia, porque voy a prender el ventilador, voy a agarrar el megáfono y van a enterarse de la verdad de la milanesa. La tragedia, el morbo siempre han vendido, si estos alienígenas de dos cabezas me encuentran por ahí hasta me llevan de invitado a algún símil de programa bizarro de la tele y todo. Me estoy armando el espich; le juro por la memoria de mi vieja que los voy a ilustrar en detalle sobre las cagadas que tipos como usted y los jerarcas del Programa Espacial Para.Bol.Ar. han perpetrado en nuestro pobre planeta (como dando un discurso) La explotación empresaria, la corrupción corporativa, el maltrato sistemático a la naturaleza. Clases dirigentes cada vez más ricas, pisando las cabezas de miles de excluidos que mueren de hambre y sed. La codicia, la hipocresía y el doble discurso, la falta de solidaridad, la degradación y el menosprecio por el género humano y su entorno. La cultura se resquebraja, se ha roto el equilibrio. ¡Dueños del mundo reconozcan el fracaso, han destrozado la esperanza, el futuro agoniza y nos están llevando a todos derecho a …! ¡BASTA! ¡ME HARTÉ! ¡VÁYANSE AL CARAJO USTED, SU FAMILIA, EL COLEGIO DE PSICÓLOGOS Y TODOS LOS VECINOS DE SU PUTA CUADRA! (se arranca los auriculares, en un acceso de furia tira y patea cosas hasta que se detiene, jadeante)
APAGÓN


ESCENA 4

RODOLFO está asomado a una de la ventanillas, con aire contemplativo se empina la botella de vodka, acaba el último dedo de su contenido y la tira al piso. Tiempo. Va lentamente hasta el CPU, se coloca los auriculares.
RODOLFO: Olvide la última comunicación, Doc., le pido disculpas, estoy algo paranoico. Me arden cada vez más los ojos, me aparecieron unos temblores raros en las manos y tuve que duplicar el Debridat. ¿Doc., usted recuerda las pesadillas de principios de año en las que se me aparecía gente conocida sin ropa? No sé si ya se lo dije: acá me volvieron pero despierto. ¿Eso es grave? Quiero decir, si tengo las mismas pesadillas pero despierto estaría alucinando, ¿no? Le describo la escena: estoy leyendo el Patoruzú o intentando dormir una siesta cuando de golpe, algo, como una señal, me dice que tengo que asomarme a una ventanilla, lo hago y ahí están: a unos 20 metros de la nave, como Dios los trajo al mundo. Me miran con cara de nada y siempre hacen lo mismo: como señales de tránsito con las manos. La primera vez fue mi viejo con mi tía Haydée y duró unos cinco minutos. Por suerte la tía Haydée llevaba puesta una enagua. La segunda, Araceli, con su abogado y ahí no sabría decir cuánto duró. Odio reconocerlo, pero Araceli sigue conservando un cuerpo... “Sus piernas guardan el secreto de la inmortalidad”, como dice la canción de la Bersuit. El abogado, en cambio, es algo difícil de asimilar: con saco y corbata no se sospecha, pero desnudo es una especie de orangután con pelos brotando de lugares impensados, incluso hasta tiene los brazos más largos que las piernas y todo. ¿Es para preocuparse? Lo de las alucinaciones, digo. ¿Por ahí no necesitaría cambiar la medicación? (revuelve la bolsa llena de medicamentos y comienza a desparramar cajitas) Estoy con dos Debridat, un Depamide, más la cápsula de Lamictal para equilibrar, dos Alprasolan para lograr el sueño, dos Atretol cada ocho y un Rivotril para la depresión del domingo.
No la estoy pasando bien, che, estaría bueno que en algún momento contestara, un “okey”, un “recibido”, no sé. Por momentos me parece estar perdiendo la razón: la computadora canta chamamés para que no me deprima, me hace escenas de celos con la muñeca inflable, sostenemos conversaciones cada vez más raras.
Escúcheme, le hice el listado completo de las cosas que extraño, se lo estoy adjuntando. Extraño mi barrio, los entrenamientos en Comunicaciones. Le va a parecer estúpido, pero extraño los olores. ¿Por qué será que en situaciones límites uno se aferra a ese tipo de cosas? El olor de la fábrica de pastas que está a dos cuadras de mi casa. Si uno pasa a la mañana temprano los extractores largan un tufo a levadura, harina, masa húmeda y tomate que es… Extraño a mi hijo, Doc., Matías no es mal chico, cuando se olvida de todo lo que le dice su madre sobre mí llegamos a entendernos. Pienso que se le debe hacer difícil tener al padre en la estratósfera. Me dijo Araceli que en la escuela, cuando salen al recreo los compañeros lo rodean, lo levantan como a una bolsa  y lo tiran para arriba para que “suba a saludarme”. ¡Fíjese la crueldad, Doc.! Eso es bullig, habría que hacer la denuncia. ¿Sería un abuso pedirle que vaya a la escuela y hable con el director? Por ahí hasta puede decir unas palabras en el aula, usted es hábil para esas cosas. ¿Me haría la gauchada? En definitiva, uno está acá arriba haciendo patria, ¿no?
¿Sabe la nueva? Ahora tengo que sacar fotos. ¡Estos tipos no saben ni dónde están parados! Después del quilombo por lo de la pintada me ordenaron que hiciera una instantánea de la Tierra cada seis horas. ¿Para qué? Por ahí firmaron un convenio con alguna agencia de turismo espacial, o buscan constatar el envejecimiento del planeta en tiempo real, jua jua. Hace 48 horas que no duermo, estoy como el culo y es culpa suya, siento una plancha caliente detrás de cada ojo, necesito cortar. Ci vediamo
RODOLFO se saca los auriculares, se queda pensativo.
APAGÓN


ESCENA 5

Rodolfo está recostado en la butaca de espaldas al público.
OFF COMPUTADORA: Despliegue de ttttomas laterales.
RODOLFO: No puedo.
OFF COMPUTADORA: ¿Cccómo que no puede?
RODOLFO: No puedo.
OFF COMPUTADORA: Puede, ussssted puede, va a tener que poder, Rodddolfo.
RODOLFO (burlón): “Va a tener que poder, Rodddolfo” (manoteando el tablero de comando) ¿Ya está?
OFF COMPUTADORA: Correcto. Ahora exxxxpanda conductos de encendido e inicie ccccódigo de desenganche…
RODOLFO: ¿Te expliqué o no te expliqué que no puedo? ¿Cómo voy a hacer las cosas si no puedo ver?
OFF COMPUTADORA: Inténtelo.
RODOLFO (volviendo a manotear el teclado): ¿Listo?
OFF COMPUTADORA: Muy bien.
RODOLFO: ¿Algo más?
OFF COMPUTADORA: Por el momento nnno.
RODOLFO: Bueno, entonces haceme un rato a Matías.
OFF COMPUTADORA: Ya lo discutimos. Sabe que lllle hace mal.
RODOLFO: ¡No me importa! ¡Haceme a Matías o te desconecto!
OFF COMPUTADORA (reproduciendo la voz de un niño): Papá.
RODOLFO: ¿Qué hacés Mati?
OFF COMPUTADORA: Nada.
RODOLFO: ¿Cómo nada? ¿Nunca te dan deberes?
OFF COMPUTADORA: Ya los hice. ¿Cuándo vas a venir?
RODOLFO: Pronto.
OFF COMPUTADORA: ¿Pronto cuándo?
RODOLFO: Pronto pronto, Mati. Decime, ¿cuándo vuelva adónde querés que vayamos?
OFF COMPUTADORA (volviendo a sí misma): ¿Por qué no ddddejamos?
RODOLFO: ¡Seguí o te desconecto!
OFF COMPUTADORA (con la voz de niño): Quiero ir al cine y al Mc Donald´s.
RODOLFO: ¡Qué buen programa! Me gusta. ¿Y qué película vamos a ver?
OFF COMPUTADORA: “Rápido y furioso 4”. Pero vos seguro que no me vas a llevar.
RODOLFO: Sí te voy a llevar. ¿Por qué decís que no?
OFF COMPUTADORA: Porque mamá no quiere que vea ese tipo de películas.
RODOLFO: Y a mí qué me importa. Papá sí quiere. Y si vos salís con papá, papá decide qué películas vas a ver al cine y qué películas no. En salida de hombres mamá no se mete, (levantando presión) mamá no participa, ¿entendés?, mamá no se inmiscuye, no corta ni pincha…
OFF COMPUTADORA (volviendo a sí misma): Ssse lo dije.
RODOLFO: ¡¿Y para qué carajo metés a mi mujer?!
OFF COMPUTADORA: Es lllla madre de su hijo, es inevitable. Fíjese, yyyya le están volviendo ssssubir las pulsaciones…
RODOLFO: ¡Cortala las pulsaciones, basta con las pulsaciones! ¿Qué sos, mi cardiólogo? ¡Mirá, tenés razón, dejemos acá! ¡Va todo para atrás! ¡Maldecido! ¡Meado por los elefantes, estoy! (se da vueltas en la butaca y se incorpora, se mueve con dificultad, poniendo las manos adelante, tantea hasta que encuentra y se coloca los auriculares. Cambiando) Hola, Doc., ¿qué dice? Yo acá, con novedades, como siempre. ¿A qué no adivina? Estoy bizco. Jua, jua. ¿No es para descostillarse? Usted también es el culpable de esto. Parece que es uno de los trastornos posibles de la ingravidez, ¿recuerda que me ardían los ojos?, me lo explicó una oftalmóloga desde la base. La falta de gravedad provoca aumento en la presión ocular y no sé qué carajo más. Le pregunté cuánto tiempo me va a durar, dice que es transitoria pero que lo ignora porque depende de cada organismo. Con mucha paciencia le hice notar que el estar bizco me impedía hacer cualquier cosa de la puta cápsula, por lo que empezaran a pensar en una licencia por enfermedad o en un retiro voluntario. Ahí se metió un chabón de Recursos Humanos -el Programa Espacial Para.Bol.Ar. tiene Departamento de Recursos Humanos, ¿qué me cuenta?-, dijo que como yo estaba solo, pensar en reemplazarme podía llevar tiempo y presupuesto extra y que el Programa no contempla retiros voluntarios. Le respondí que me importaba un soberano pedo y que le buscaran una solución si no querían que hiciera un desastre. Entonces ¿a qué no sabe quién se metió en la discusión? Mi enamorada: la computadora. Se puso a elogiar mi desempeño y empezó a gastar al tipo de personal. Yo estaba algo empastillado, no se lo voy a negar, y me agarró un ataque de risa. El tipo del Programa se puso como loco. Resumiendo, terminamos a los gritos y los mandé al carajo con oftalmóloga, Departamento de Recursos Humanos y todo. Sé que va a decir: que no tendría que reaccionar así. Pero a esta altura no me importa nada, tengo los nervios destrozados. Por suerte encontré algo en el botiquín de primeros auxilios (saca de un bolsillo del mono una botella plástica de alcohol medicinal y toma un trago) Pero tratemos de cambiar de clima, che: vuelta 6.235 a la órbita terrestre, ¿qué me dice? Ah, escúchese esto porque no tiene desperdicio: estuve jaqueando de nuevo los archivos del Programa. Antes de que se les ocurriera lo de la cápsula de tiempo, ¿sabe qué planeaban los cráneos?: acoplarse a la Estación Espacial Internacional. ¡Así como lo oye: igualito que el Discovery o la Soyus rusa! Los nabos pretendían que la nave fuera recibida por el complejo orbital para colaborar en no sé qué proyecto. Parece que al recibir el pedido, ni lerdos ni perezosos los de la Estación les pidieron los antecedentes. Los del Programa Para.Bol.Ar. se los mandaron y a los cinco minutos los tipos les contestan que tenían cubierto el calendario de acoples por los próximos 30 años ¡Jua, jua! Imagínese, Doc., a toda esta sarta de ingenieros y biotecnólogos de elite leyendo que una nave construida con la carcasa de un colectivo de la línea 168, conducida por un ex jugador de Comunicaciones, ahora bizco, pedía turno para un acople. Jua, jua (tantea la bolsa de los remedios, la abre y comienza a sacar las cajitas, intenta deducir a qué medicamento pertenece y las va acomodando en filas) Así las cosas, ahora resulta que también, culpa suya, soy una especie, de ilegal del espacio. El encierro, este silencio, me están consumiendo. Yo le iba a pedir que intercediera para que me hicieran volver, pero ya no tengo energías. ¿Volver adónde? De la situación con Araceli usted está más que al tanto, mi hijo en breve va a llamar papá al abogado. Podría irme a vivir con usted, ¿qué dice?, entre sesión y sesión nos seguiríamos bajando su whisky, ¿le parece buen plan? La verdad que a mí tampoco. Tal vez haya llegado el momento de “abrir para ventilar”. Ahora lo voy a dejar. ¡Traidor! ¡Mala gente! ¡Ojalá sufra un derrame cerebral! (se saca los auriculares, levanta la muñeca inflable) El ser humano es un error, Ara, esto que somos fue producido por una combinación equivocada de gases. ¿Qué queremos? ¿Vos qué querés? ¿Lo sabés? Si fueras una ñandú, una tatú carreta, ¿no andarías lo más feliz retozando por el campo, almorzándote a otros bichos más chicos sin darle tantas vueltas al asunto? (se recuesta con la muñeca en la butaca, de espaldas al público) Si uno lo analiza es un plan menos insensato, más accesible. El responsable del desajuste es ese órgano incomprensible que tenemos en algún lado llamado consciencia. ¿Por qué hay que ser conscientes? ¿Por qué hay que estar buscándole siempre la quinta pata al gato, intoxicándote con sueños imposibles? Mirame ahora a mí. ¿Qué estoy haciendo? Girando como una rosca falseada, llegando y volviendo a partir hacia ninguna parte, convertido en una coctelera, en una puta coctelera de tiempo… ¿Qué te gustaría hacer, mi amor? (alza el Patoruzú) ¿Querés que leamos un rato? ¡Olvidalo! No alcanzo a distinguir las letras. Mejor mirá el mar, ¿dale? Así abrazados vos mirá el mar y me vas contando. Mirá el mar, Ara, mirá el mar y nos quedamos abrazados así los dos. Mirá el mar.
APAGÓN


ESCENA 6

La muñeca yace tirada a un costado, desinflada. RODOLFO está recostado en la butaca, quiere girar y cae al piso. Está visiblemente borracho.
RODOLFO: ¡Epa! Jua, jua, la nave se mueve. Debemos estar atravesando una zona -cómo se dice- de basura…. de chatarra espacial (se incorpora, recoge del piso la botella de alcohol medicinal, desenrosca la tapa, se la empina pero está vacía. Tira el envase contra una ventanilla. Va hasta el CPU y se coloca los auriculares) No hay mucho tiempo, así que sigamos con esto, viejo. Habíamos quedado… ¿En qué habíamos quedado? Ah, sí, en la bicicleta: es una bicicleta roja, de esas tipo country. Está, ¿vio el recibidor?, el pasillo, primera habitación, segunda habitación, después el bañito. Bueno, está en el bañito, entre el secarropas y las cajas de revistas. Después la batería. Está en el segundo cuarto, creo que solo está armando el redoblante y el platillo, el resto hay que buscarlo. Va a necesitar de alguien que le ayude. Tanto la bicicleta como al batería se las hace llegar a Matías. Ah, y después consulte qué pasó con esa dichosa caja de ahorros y los depósitos de mi sueldo. Arregle con Araceli y descuéntese lo que le quedé debiendo.
Hasta acá llegamos, Doc., ya no tengo la voluntad, usted puede comprenderlo mejor que nadie. Por donde se mire la situación hace agua. Ustedes quieren algo que yo no estoy dispuesto a ofrecer. Aunque sea lo último que haga, yo decido, yo soy dueño y señor, y digo “es hasta acá”. Puedo hacerlo, viejo. Además hice un arqueo del botiquín (alza la bolsa de los remedios y vuelca su contenido sobre la butaca, algunas cajas caen al piso) hay provisiones para 96 giros orbitales, eso equivale a unos 6 días, después final, se acabó lo que se daba. “Nada sucede porque sí, toda acción tiene consecuencias”, eso le gustaba decirme, ¿se acuerda’. ¡Una gansada! No se ofenda. La verdad es algo más compleja. Lo que manda es el azar, lo arbitrario, un accidente me hizo conocerlo a usted, otro que usted encontrara el aviso del Programa Espacial Para.Bol.Ar y decidiera joderme la vida. No hay una lógica previa, las cosas suceden conforme van surgiendo (va hasta la ventanilla y saluda) ¿Sabe? Desde hace un rato puedo ver a mi hijo y a su madre. Están ahí, a unos 30 metros (vuelve a saludarlos) ¡Ey! ¡Hola! Miran hacia acá con cara de nada, siempre haciendo esas absurdas señales de tránsito con las manos. Ya lo sé, me va a decir que es otra alucinación. ¿Acaso importa? ¿Acaso estoy hablando de veras con usted, que nunca se dignó a ponerme un puto “recibido”? Así de bizarro y ordinario es todo. Están ahí y no sé si es una alucinación o si recuperé a mi familia. Jua, jua. Seamos prácticos, acabemos con esta mala película, de acá en más ya no creo que vuelva a tener noticias mías. Chau, che, no sé si fue un placer haberlo conocido (se dirige a la escotilla y de golpe se vuelve) Ah, nunca pude saber qué papel jugaban en todo este asunto los bolivianos, la comida fue siempre muy condimentada, quizás eran los encargados del catering. Si le interesa, averígüelo. Bueno, chau, viejo, que le garue fino.
Va hacia la escotilla y comienza a abrirla, la luz baja a cuchillo y se escucha un fuerte ruido de aire a presión. A continuación vuelve la luz en forma gradual, Rodolfo ya no está en la nave, se escucha a la COMPUTADORA.
OFF COMPUTADORA: Cuando ttttermine la misión, Rodddolfo, ya va a haber tiempo de hablar sobre lo nnnnuestro.  Rodd… Rodolfo, ¿me escucha? Ahora relajjjese. Sé que no le agrada el chamamé, que pppprefiere otros ritmos, así que seleccioné un tema mmmmelódico con letra y música de Jairo, essspero que le guste (canta) “Morir enamorado/ de unos ojos muy claros / eso es morir, señor / Llevando al otro cielo / las ansias de encontrarlo  / siempre al amor, amor...”(3)
APAGON FINAL



BONUS TRACK:
Con la música de sala.
OFF RODOLFO: Ah, Doc.: ¿recuerda lo que le conté el otro día sobre las alucinaciones? ¿Sabe quién se me apareció ayer? ¡Jua, jua! Usted. ¡Dios mío, lo que es en bolas, Doc.! ¡Todavía me dura la impresión! Esos hombritos femeninos, la carne blandengue del abdomen, ¡hasta le han crecido tetas!, ¿es consciente de que le han crecido tetas? Con razón desde que enviudó no ha vuelto a formar pareja, con ese escracho la verdad que no podría llevarse a la cama a una mujer ni bajo amenazas de muerte. Es un chiste. Por favor no se ofenda. Le preparé una rutina, era lo que hacíamos en los entrenamientos de Comunicaciones, son ejercicios simples que le van a permitir acomodarse un poco. Se la adjunto.

(1) Ah, mi Corrientes porá - Lito Bayardo y Eladio Martínez

(2) Esperando el impacto – Bersuit Bergarabat
(3) Morir enamorado - Jairo