Personaje:
MECHA
MECHA
Sala de control de base aero-espacial, entra Mecha,
vestida de entre casa, chinelas, cabello despeinado, cara lavada, lleva un bebé
en brazos. Naira y Alexis, sus otros dos hijos, corretean por el lugar. Primero
temerosa y luego con más confianza, habla a un punto fijo ubicado en la altura.
MECHA: ¡Miguel! ¡Miguel, bajá! (...) ¡Miguel, haceme el
favor, bajá y hablemos! (lloriquea) ¿Por qué me hacés esto? No me querían dejar
pasar. ¡Qué vergüenza! Al verme con los nenes, al hombre de seguridad le dio
lástima y me hizo entrar.
A los hijos, fuera de la vista.
¡Naira! ¡Alexis! ¡Naira, cuidá a tu hermano! ¡Qué no
toque ese tablero! (a Miguel) Yo sé que sos un poco un tiro al aire, Miguel,
que sos rebelde, que tus amigos te pierden. Yo lo entiendo, vos lo sabés. Has
desaparecido fines de semana completos, ¿y yo dije algo? ¡Nunca! Te banqué,
pero esto no. ¡Esto no, Miguel! (…) ¿Podés bajar un minuto de esa plataforma?
Así no puedo hablar, se me contractura el cuello. ¿Y adónde vas, me querés
decir? ¿Al espacio exterior? ¿A otros planetas? Reflexioná un poquito, ¿no estás
exagerando? (...) Okey, te gusta viajar, sos salidor. Yo eso ya lo sé, y te
repito: te banco. Pero cuando estabas en la remisería era una cosa, viajabas,
pero yo sabía que no ibas más allá de Monte Grande, a lo sumo hasta Ezeiza. ¿Y
ahora? ¿qué es esto?
A los hijos.
¡Alexis! ¡Naira, los señores se van a enojar! ¡Dejen eso
y vengan a saludar a papá! Miren que lindo traje plateado que tiene (a Miguel,
bajando la voz) Estos chicos son inmanejables, Miguel. Mamá ya no quiere ni
aparecer por casa. ¡Siento que sola yo ya no puedo! (lloriquea) ¿Y vos te
querés pirar, así, lo más campante, fuera de la atmósfera? ¿Qué necesidad? ¿Eh?
(engranando) Decime, ¿vos estás escuchando lo que digo? Por lo menos hacé otra
seña, ¿eso qué significa? (hace la seña del dedo pulgar para arriba) ¿Que me
estás escuchando? ¿Que tengo razón? ¿Que no me preocupe que todo esto es una
puta broma? ¡PODÉS BAJAR DE ESA PLATAFORMA, PEDAZO DE BOLUDO, YO NO PUEDO
HABLAR DE COSAS PRIVADAS ASÍ, A LOS GRITOS, DELANTE DE EXTRAÑOS!
Lloriquea.Tiempo.
¿Miguel, vos te querés separar? Si estamos mal, si
necesitás tiempo, okey, me puedo ir una semana a lo de mamá y papá con los
chicos. ¡Pero no esto! No sé. Suena extremo, suena muy drástico (cambiando) A
propósito, decime: ¿qué es esa nota que dejaste en la heladera? ¿Cómo que por
ahí tenés que parar dos años en una estación orbital? (…) ¿Cómo va a resistir
nuestra pareja así, Miguel? ¿Y si conocés a alguien? ¿Y si conocés a una
cosmonauta rusa? Lo muestran todas la películas, el espacio exterior es un
desconche, un vale todo, y las cosmonautas rusas son las peores.
A los hijos.
¡Chicos, dejen ese tablero! ¡Por el amor de Dios, Alexis,
no toques esos botones! (a Miguel) Son un peligro, son inmanejables, Miguel, y
vos sos un padre ausente. ¡Peor que ausente: sos un padre de paso! Primero
cuando te contrataron de piloto de pruebas del turismo carretera, ¿recordás?,
cuando te acordabas de venir a casa con los nenes teníamos que salir a la
esquina para verte pasar. Después cuando conseguiste ese trabajo de hombre bala
en el circo Wonderland. Siempre por el aire, Miguel, siempre disparado, sin
tiempo para un gesto de afecto, para una palabra de contención. ¿Y ahora
esto? No sos un buen ejemplo. Así no se
educan a los hijos, para eso no tenerlos.
Suena el celular, atiende.Hola (…) Acá, en el lanzamiento (…) ¡Ahora no puedo
hablar, papá! (…) No puedo preguntarle nada, ¿no escuchás?, está lejos, en la
plataforma de lanzamiento (a Miguel) Dice que si pensás irte a otro planeta que
te establezcas, porque si volvés a la Tierra te va a perseguir hasta
encontrarte. No le hagas caso, ya conocés a papá (al padre) Hola, no, no me
pases porque ahora no puedo (…) Hola, mamá. Ahora no puede hablar. Está en la
plataforma de lanzamiento (…) ¡Lo de Miguel y yo es un tema nuestro, ni vos ni
papá pueden meterse, es mi pareja, okey! Después te llamo.
Corta la comunicación. Mece al bebé, observa el entorno.
Tiempo.
Ahora que lo noto: acá hay poca gente. ¿No te parece? En
las salas de control siempre hay una cantidad de personas, todas corriendo para
un lado y para otro, consultando monitores. Decime, ¿son gente confiable? (…)
Antes de venir estuve mirando en Internet. Programa Espacial, ¿cómo es el
nombre completo?... Para-Bol-Ar, Programa Espacial Para-Bol-Ar. Ahora, yo
pregunto: el Paraguay, Bolivia y la Argentina asociándose para explorar el
espacio, con una mano en el corazón, ¿a vos te parece serio? Te lo digo con
onda, Miguel, sin ánimo de discutir. Para serte sincera, eso no se parece a un
transbordador. Más que un cohete, parece un interno de la línea 168. Incluso
está pintado de rojo y todo.
Mecha acomoda al bebé sobre un pecho y comienza a
amamantarlo.
Perdoname, pero es la hora de la teta del Yeison. Miguel,
y que te paguen, ¿me escuchás? Yo sé que a vos no te gusta hablar de estas
cosas, pero necesitamos la plata. ¿Si uno de estos se me enferma adónde lo
llevo? ¿Te dieron obra social? Otra cosa, ¿qué hago con la cuota del club? Ya
vinieron a cobrarla dos veces (hace la seña del pulgar para arriba, vuelve a
sacarse) ¡DEJÁ DE HACERME ASÍ COMO UN PELOTUDO, NO LEO LOS LABIOS, NO ENTIENDO
EL LENGUAJE DE SEÑAS, NO ENTIENDO QUÉ CARAJO ME ESTÁS DICIENDO!
Algo sucede, se adivina movimiento. Ruidos, voces,
alarmas.
¡Hay! ¿Qué está pasando? ¿Por qué se prenden esas luces?
Se escucha el conteo y el estruendo del despegue. Mecha
se pone unos anteojos para sol, queda paralizada, la vista fija en las alturas.
¡Y se fue! ¡Y voló, nomás! Mirá, Yeison, saluda a papi
que se va (lloriquea, le levanta una manito al bebé y la agita. Se saca los
lentes) ¡Te amo, mi amor! Te voy a esperar, ¿sabés? Pero prométeme que vas a
volver pronto.
A los hijos.
¡Chicos! ¿Dónde se metieron? ¡Alexis! ¡Naira! Vengan a
despedirse de papá. ¡Miren como se eleva! ¡Va a recorrer planetas desconocidos,
va a conquistar nuevos mundos! ¡Siéntanse orgullosos, papá es un ejemplo para
la humanidad!
Mecha va saliendo, bajan gradualmente las luces.
¡Vamos, chicos!
Aparezcan que nos vamos. Acá por lo visto ya cierran. ¡Qué loco! Si hay algo
que una no puede hacer con este hombre es aburrirse.
APAGÓN