Personajes:
Pastor
Selma
NOTA: Se
distribuirá al ingreso a sala una carilla con la letra de la canción que se va
a cantar, nombre de la iglesia y algún logo identificatorio, con un billete de
500 pesos falso abrochado.
Templo evangélico. Mientras ingresa el público vemos al PASTOR brasilero sobre el escenario, trajeado, con lentes negros, y con los brazos extendidos, cantando(1). Tiempo. El PASTOR de golpe espía bajo los lentes, saca un handy de un bolsillo y se pone de espaldas.
PASTOR (en español porteño): ¡Atento, Gladys! ¿Me copiás?… ¡Atento, Gladys!… ¡Estate atenta, por el amor de Dios! Mandá el último (saca un papel de un bolsillo, girando, se saca los lentes, cambia el lenguaje nuevamente a portuñol) Queridos amigus y ahora sí vamus a recibir con un caluroso aplauso a nuestro último testimonio di la yornada, la señora (lee en el papel) Selma Parmesani viuda de Barzola. La querida Selma, que hoy viene a nuestro templo a contarnos su do-lor, su sufrimi-ento, ¿está viniendo? ¡Ahí, está, adelante, adelante, querida Selma, recibámosla con un fuerte aplauso! ¡Ale-luia, hermanos!…
Ingresa SELMA, desfalleciente,
tapado negro, de una palidez verdosa, el cabello apelmasado. Trastabilla, el
PASTOR al advertirlo va hacia ella, la ayuda a sentarse en una silla en medio
del escenario, pero debe apartar la nariz por el olor corporal que libera.
PASTOR: Venga, Selma, siéntese.
Se la nota abando-nada, se la nota trishte. ¡Quí digo trishte, se la nota deshesh-perada!
Tampoco huele muy bien que digamos (el PASTOR recoge de un costado un
desodorante de ambientes, rocía a la mujer y esparce un poco por el escenario)
Amigus, observemos a nostra querida amiga, Selma, muchas personas esh-peran, esh-peran
y siguen sufri-endu, gimi-endu, aun no han tomado la decisión de buscar a este
Dios vivu, a este Dios puru, a este Dios que sana, que cura, que transforma.
Aquí estamos con la señora Selma, un ser atormentadu, un ser torturadu, un ser
anhe-lante de ayuda. Integrante de una hermosa familia de Don Torcuatu, la
señora Selma vivió diez años involucrada con los eshpíritus, era midium.
¡Fuerte ese aplauso! (Selma se ladea,
está apunto de caerse de la silla, el PASTOR la acomoda) Y su vida, amigus,
de pronto empezó a marchar mal, cada vez más mal, prublemas tras prublemas,
falleció shu maridu, falleció shu perru, falleció shu loro, con la liberación
del mercadu telefónico los eshpíritus también la abandonaron, ya no se
contactaban con ella. ¿Un sufrimiento grande, moito grande, no es así Selma?
SELMA (con un hilo de voz): No.
PASTOR (desconcertado):
Y llegó un momentu en la vida de la querida Selma en que la conmoción tuvo su
límite, su soledad era pro-funda, su vida no tenía shin-tidu, comenzó a beber licores, a tomar pastillas, ya no quiría más. Pensó en quitarse
la vida. ¿No es así, Selma?
SELMA: No.
PASTOR (contrariado): ¿Cómo qui no?
SELMA: Yo estaba en el patio
regando los malvones -en casa tengo un patio grande con el gallinero, dos plantas
de quinotos, una higuera, una huerta orgánica y dos enanos de jardín (SELMA
enmudece y queda estática, se ladea, el PASTOR vuelve a acomodarla, castañetea
los dedos frente a sus ojos y ella retoma el relato) Primero sentí una voz, era
como un llamado. Debe ser alguno de los espíritus de mi trabajo, pensé, y justo
en ese momento se me enterró el taco del zapato derecho en la tierra, tropecé y
me fui para atrás. Me pegué acá en la nuca con la puerta del gallinero, y
entonces me dije basta de dolores, basta de enfermedades, basta de espíritus...
PASTOR: ¡Claro, basta de sufrir, Selma, basta de sufri-miento! Entonces allí sucidió, escuchó el llamadu de ese Dios vivu, de ese Dios puru, de ese Dios que cura, que sana, y se lanzó con todo el amor y la confianza en sus brazus amorosos. ¿No es así Selma?
PASTOR: ¡Claro, basta de sufrir, Selma, basta de sufri-miento! Entonces allí sucidió, escuchó el llamadu de ese Dios vivu, de ese Dios puru, de ese Dios que cura, que sana, y se lanzó con todo el amor y la confianza en sus brazus amorosos. ¿No es así Selma?
SELMA: No.
PASTOR: ¿Cómo qui no?
SELMA: Fui hasta la baulera en la que mi marido guardaba las tenazas, las pejerreyceras, la crema antihemorroidal, buscando el martillo para clavar el taco del zapato que había quedado muy torcido y ahí encontré el arma.
PASTOR: ¿Cómo qui no?
SELMA: Fui hasta la baulera en la que mi marido guardaba las tenazas, las pejerreyceras, la crema antihemorroidal, buscando el martillo para clavar el taco del zapato que había quedado muy torcido y ahí encontré el arma.
PASTOR: ¿Un arma?
SELMA: Sí, un arma.
PASTOR: Y así nuestra
querida amiga encuentra un rivolver.
SELMA: No, una ametralladora
semi-automática de fabricación rusa.
PASTOR: Un arma de guerra, Selma.
SELMA: Sí, un arma de guerra, regalo de un sobrino de mi marido, subdirector del RENAR.
PASTOR: ¿Y qué hizo con ese arma?
SELMA: Entonces me arrodille junto a la planta de quinotos. ¡Cuántos dulces de quinoto había hecho yo, lo envasaba, lo rotulaba y los repartía por el barrio! Detrás, desde el gallinero venían las voces cantarinas de las ponedoras que mi Armando criaba y bañaba con tanto apego. Y entonces ahí me quedé reflexionando, reflexionando…
PASTOR: ¿Riflexionó mucho, querida Selma?
SELMA: Hasta el día siguiente hasta las tres y cuarto de la tarde.
PASTOR: Un arma de guerra, Selma.
SELMA: Sí, un arma de guerra, regalo de un sobrino de mi marido, subdirector del RENAR.
PASTOR: ¿Y qué hizo con ese arma?
SELMA: Entonces me arrodille junto a la planta de quinotos. ¡Cuántos dulces de quinoto había hecho yo, lo envasaba, lo rotulaba y los repartía por el barrio! Detrás, desde el gallinero venían las voces cantarinas de las ponedoras que mi Armando criaba y bañaba con tanto apego. Y entonces ahí me quedé reflexionando, reflexionando…
PASTOR: ¿Riflexionó mucho, querida Selma?
SELMA: Hasta el día siguiente hasta las tres y cuarto de la tarde.
PASTOR: ¡Cuánta riflexión,
amigus! Eso demuestra el estado de angustia, de deshpe-ranza de nuestra amiga,
un ser al borde del abishmo. Y entonces ahí sucedió, nuestra hermana encontró
la voz superior, encontró a ese Dios vivu, a ese Dios puru, a ese Dios qui
cura, qui sana, qui li dijo: “Selma Parmesani viuda de Barzola, prostérnate, arrodíllate,y
abre las portas de tu alma, deja esa ametralladora semi-automática di
fabricación china”…
SELMA: Rusa.
SELMA: Rusa.
PASTOR: ¿Cómo?
SELMA: De fabricación rusa.
PASTOR: “Esa ametralladora
semi-automática di fabricación rusa. Prueba un exquisito fruto de
la planta de quinotos, iscucha la voz angelical de las aves de granja, libera tu
alma torturada, abandona la idea de acabar con tu preciosa vida, pecado mortal
que lleva direto al Infi-erno”. ¿No es así, Selma?
SELMA: No.
PASTOR (harto): ¿CÓMO
QUI NO?
SELMA: Entonces me suicidé.
PASTOR: ¿Si suicidó?
SELMA: Me suicidé.
PASTOR: Jajaja. Si suicidó. La comicidade, amigus, el humor. Jajaja. Está bon. Es de buen cristiano un chiste. ¡Celebremos, amigus! ¡Aleluia!
PASTOR: Jajaja. Si suicidó. La comicidade, amigus, el humor. Jajaja. Está bon. Es de buen cristiano un chiste. ¡Celebremos, amigus! ¡Aleluia!
SELMA (sin acusar recibo): Dije, “te pido perdón Cati”, Cati es la
portera de enfrente con la que charlo mucho y siempre me cuenta de los
problemas que tiene con su hijo menor que está en la droga, “te pido perdón
Amanda”, Amanda es la dueña del almacén de la esquina, porque le iba a quedar
debiendo una botella de Gancia y dos paquetes de arroz (SELMA emudece, se ladea, el PASTOR vuelve a acomodarla, castañetea los
dedos delante de sus ojos y ella retoma el relato) Entonces apoyé el arma,
cerré los ojos y me pegué quince balazos acá.
PASTOR: A
ver, déjeme ver (le desprende el
tapado y mira a la altura del estómago, debe apartar la cara por el
olor y le echa desodorante de ambientes) Efectivamente, amigus, a nuestra querida Selma se le ven
los orificios de varios impactos de bala. A ver, eshpéreme un momentito que ya vuelvo con usted. Amigus, ya
vuelvo, mientras tanto entonen “Anoichi soñé”, que tienen allí impresa en sus
hojitas (el PASTOR se aleja un par de pasos, saca el handy y se
pone de espaldas. En español porteño) ¡Atento, Gladys! ¿Me copiás?… No sé de donde sacaste a
esta demente. Me la sacás del escenario ya o vos y tu marido no me pisan más el
templo, ¿me escuchaste? (girando hacia el
público)
¡Bello! ¡Quí testimonio bello
y al mismo tiempo eshtremecedor!
Reflexionemos, amigus, la señora Selma Parmesani viuda de Barzola, pese a tener
shu negociu con el ispiritismu, a tener shus gallinas y shus quinotos, shu auto
ciro kilómetru, shu dúplex en Santa Teresita, entra en un pozo depresivo y
llevada por la disisperación acaba con shu vi-da. Pero de todas formas, una vez
muerta de quince balazos en shu estómagu, discubre a ese Dios vivu, a ese Dios
puru, a ese Dios qui sana, abre su corazón, si arrodilla ante él y sale
completamente renovada.
Mientras
el PASTOR termina el parlamento anterior, SELMA finalmente cae al piso y
comienza a sacudirse.
PASTOR (al advertirlo): ¡Atensao! ¡Atensao! ¡Ya sabía yo! Esta mujer no podría haber pensado eshtas ideas absurdas del suicidio por sí misma. ¡Era el ángel caído, era el oshcu-ro, era Satán! ¡Aleluia, amigus! En toda la semana no habíamos tenido un solo caso de posesión. Tenemos que estar alegres. Ahora, con su ayuda vamos a ri-mover, vamos a expul-sar al maligno del cuerpo de nuestra querida Selma Parmesani viuda de Barzola. Primero vamos a arrojar billetes, billetes, muito billetes, (el PASTOR saca su billetera y tira billetes encima de Selma, invita al público a acercarse a poner los suyos o toma los billetes que le ofrecen y los tira encima de Selma) ¡Vamos, no sea tímidos! Billetes, billetes. Con esto el oshcuro se siente tentado y se desconcentra. Y luego vamos a decir; ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! (el PASTOR se arrodilla, cierra los ojos en trance, mueve las manos limpiando el rostro, el tronco, las piernas de SELMA) ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! Digan conmigo. ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance!
En pleno procedimiento Selma se incorpora y tranquilamente vuelve a sentarse.
PASTOR (al advertirlo): ¡Atensao! ¡Atensao! ¡Ya sabía yo! Esta mujer no podría haber pensado eshtas ideas absurdas del suicidio por sí misma. ¡Era el ángel caído, era el oshcu-ro, era Satán! ¡Aleluia, amigus! En toda la semana no habíamos tenido un solo caso de posesión. Tenemos que estar alegres. Ahora, con su ayuda vamos a ri-mover, vamos a expul-sar al maligno del cuerpo de nuestra querida Selma Parmesani viuda de Barzola. Primero vamos a arrojar billetes, billetes, muito billetes, (el PASTOR saca su billetera y tira billetes encima de Selma, invita al público a acercarse a poner los suyos o toma los billetes que le ofrecen y los tira encima de Selma) ¡Vamos, no sea tímidos! Billetes, billetes. Con esto el oshcuro se siente tentado y se desconcentra. Y luego vamos a decir; ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! (el PASTOR se arrodilla, cierra los ojos en trance, mueve las manos limpiando el rostro, el tronco, las piernas de SELMA) ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance! Digan conmigo. ¡Fuera Satán, vete demonio, no tienes chance!
En pleno procedimiento Selma se incorpora y tranquilamente vuelve a sentarse.
PASTOR (desconcertado): ¡Caramba! ¡Qué velocidad! (junta
rápidamente los billetes y se los guarda en un bolsillo) Bueno, de todas
formas, ¡aleluia, amigus! El Demonio ha escapado del cuerpo de nuestra
amiga, temeroso del amor que le hemos brindado, la ha libe-rado y la ha inun-dado
del poder del eshpíritu. ¡Fuerte ese aplauso! Si el Dj me acompaña (se escucha una cumbia cristiana) Hay que bailar, bailemos todos.
Selma usted también.
SELMA: ¿Sí?
PASTOR: Claro, mujer. Exprese su agradecimi-ento a este Dios vivu, a este Dios puru, a este Dios que sana, que cura, que transforma.
Selma se incorpora, levanta los brazos y se mueve sin gracia. El Pastor aparta la nariz, busca el desodorante de ambientes, le tira y la ayuda a sentarse nuevamente.
PASTOR: Bueno, ya es suficiente, su olor es realmente forte, Selma. ¿Cómo se siente, ahora, querida Selma? Nuestra amiga ha sido exorcizada, el oshcuro ha escapado y ella esta noche ha sido re-bautizada con el eshpiritu santo. ¿No es así, Selma?
SELMA: No
SELMA: ¿Sí?
PASTOR: Claro, mujer. Exprese su agradecimi-ento a este Dios vivu, a este Dios puru, a este Dios que sana, que cura, que transforma.
Selma se incorpora, levanta los brazos y se mueve sin gracia. El Pastor aparta la nariz, busca el desodorante de ambientes, le tira y la ayuda a sentarse nuevamente.
PASTOR: Bueno, ya es suficiente, su olor es realmente forte, Selma. ¿Cómo se siente, ahora, querida Selma? Nuestra amiga ha sido exorcizada, el oshcuro ha escapado y ella esta noche ha sido re-bautizada con el eshpiritu santo. ¿No es así, Selma?
SELMA: No
PASTOR: ¿CÓMO QUI NO? ¿POR
QUÉ NO? ¿POR QUÉ SE EMPERRA EN DECIRME TODO QUI NO?
SELMA (se angustia, lloriquea): Perdón, es que son divertículos.
PASTOR: Bueno, tranquilícese. ¿Cómo divertículos?
SELMA: Me agarran de joven, me da un dolor acá que me produce temblores. Después de muerta, habrá sido por los balazos, se me agudizaron, pero enseguida se me pasan.
PASTOR (harto): Bueno, ya no tinimos tiempo, ahora vamos a beber el vaso de agua milagro-sa y con eso nos marchamos en paz a casa.
PASTOR: Bueno, tranquilícese. ¿Cómo divertículos?
SELMA: Me agarran de joven, me da un dolor acá que me produce temblores. Después de muerta, habrá sido por los balazos, se me agudizaron, pero enseguida se me pasan.
PASTOR (harto): Bueno, ya no tinimos tiempo, ahora vamos a beber el vaso de agua milagro-sa y con eso nos marchamos en paz a casa.
SELMA: ¿Puedo darle un
mensaje a alguien?
PASTOR: Sí, pero sia breve.
SELMA: No sé si me escuchará,
pero le quiero decir algo a mi marido Armando: “Armando, todavía me voy a
demorar un par de días, tengo que dejar acomodada la casa, me tengo que bañar,
hacer los trámites para el entierro. Hay que limpiar las lápidas de la familia
que están bastante descuidadas….
PASTOR (interrumpiéndola,
trae un vaso con agua y se lo da): Buenu, Selma, livante el vaso. Dios mío
bindice este vasu di agua, conságralo, ricibe una nueva vida, la vida de Selma
Parmesani viuda de Barzola, un ser que luegu de acribillarse a balazos finalmente
encontró la paz en tu senu, una nueva integrante de la Iglesia Neo-Santificadora
Cosmológica del Novinu Día.
Selma bebe, le salen
chorritos de agua por el estómago agujereado por las balas. Al advertirlo el
PASTOR le quita el vaso de mala manera.
PASTOR: Deje, usted no. Voy
a beber solo yo y el milagro si va a materializar igual. Celebremos a este Dios
pleno, bondadoso, qui acaba con el dolor y con el sufrimiento. Repitamos
juntos: Aleluia, salvador, restaña las
heridas y cura al qui sufre con los dolores fortes de cabeza, al qui sufre con
la envidia, con el cáncer de colon, con
el cheque rechazado y libéralo, libéralo y concédele la vida iterna. y libéralo, libéralo y concédele la vida iterna. Amén (el PASTOR gira hacia SELMA que tiene la
vista fija en la puerta de salida de la sala) Bueno, querida amiga, ha
llegado el momento de…. ¿Qué mira?
SELMA: Esa luz, ¿la ve?
PASTOR: ¿La del hall de entrada?
SELMA: No, esa luz al fondo del túnel.
PASTOR (siguiéndole la corriente): ¡Ah, la luz, el túnel! ¡Claro qui sí, Selma! Qué emoción, amigus, nuestra amiga Selma Parmesani viuda de Barzola, luego de eliminarse con quince balazos en shu estómagu, luego de ser poseída por el oshcuro y liberada, antes de irse está en comunicación direta desde el más acá con il más allá. Hagamos silencio, cuente, Selma, discri-ba ¿qué ve?
SELMA: Poco y nada, me encandila la luz del fondo.
PASTOR: Inténtelo, es importante, Selma.
SELMA: Hay como dársenas a los costados, es como la estación Pueyrredón de la línea D antes de la remodelación.
SELMA: Esa luz, ¿la ve?
PASTOR: ¿La del hall de entrada?
SELMA: No, esa luz al fondo del túnel.
PASTOR (siguiéndole la corriente): ¡Ah, la luz, el túnel! ¡Claro qui sí, Selma! Qué emoción, amigus, nuestra amiga Selma Parmesani viuda de Barzola, luego de eliminarse con quince balazos en shu estómagu, luego de ser poseída por el oshcuro y liberada, antes de irse está en comunicación direta desde el más acá con il más allá. Hagamos silencio, cuente, Selma, discri-ba ¿qué ve?
SELMA: Poco y nada, me encandila la luz del fondo.
PASTOR: Inténtelo, es importante, Selma.
SELMA: Hay como dársenas a los costados, es como la estación Pueyrredón de la línea D antes de la remodelación.
PASTOR: ¡Impri-shionante! ¿Y
ve a alguien?
SELMA: Sí, hay mucha gente.
PASTOR: ¡Notable! Todos eshper-ando, como en el andén en hora pico.
SELMA: Ahí está mi abuela Carla, mis tíos mellizos, los dos murieron aplastados en un accidente en el Sarmiento. Mi marido Armando, no está.
SELMA: Sí, hay mucha gente.
PASTOR: ¡Notable! Todos eshper-ando, como en el andén en hora pico.
SELMA: Ahí está mi abuela Carla, mis tíos mellizos, los dos murieron aplastados en un accidente en el Sarmiento. Mi marido Armando, no está.
PASTOR: Mire bien, Selma.
SELMA: ¡Ah, sí, ahí llegó! Siempre
tarde a todos lados (al PASTOR)
¿Puedo hablarle?
PASTOR: Sí, pero apure. Escuchemos, amigus, este hecho único en nostra Iglesia Neo-Santificadora Cosmológica del Novinu Día. La señora Selma se comunicará con su marido fallicido recientemente, quien ya habita la casa de ese Dios vivu, de ese Dios puru, de este Dios que sana, que cura, que transforma.
SELMA: Armando, le decía acá al pastor, que si no te molesta me voy a demorar un poco porque tengo que hacer un montón de cosas.
PASTOR: Vaya, Selma.
SELMA: ¿Cómo dice?
PASTOR: Que vaya ahora, que no se demore.
PASTOR: Sí, pero apure. Escuchemos, amigus, este hecho único en nostra Iglesia Neo-Santificadora Cosmológica del Novinu Día. La señora Selma se comunicará con su marido fallicido recientemente, quien ya habita la casa de ese Dios vivu, de ese Dios puru, de este Dios que sana, que cura, que transforma.
SELMA: Armando, le decía acá al pastor, que si no te molesta me voy a demorar un poco porque tengo que hacer un montón de cosas.
PASTOR: Vaya, Selma.
SELMA: ¿Cómo dice?
PASTOR: Que vaya ahora, que no se demore.
SELMA: ¿Le parece? Es que
todavía me quedan varias … como le contaba, estuve en el cementerio y…
PASTOR: Yo le diría que
aproveiche. Piense que aquí en Buenos Aires los mitrodiligados del subte
siempre están en conflicto.
SELMA: Bueno, si usted lo
dice. ¿Y qué hago?
PASTOR: Siga hacia la luz, ushted siga siempre hacia la luz, cruza Rivadavia y si la luz se desvía puede agarrar una paralela, Yrigoyen preferentemente que tiene tránsito rápido (SELMA le da la mano al PASTOR y avanza, dudando) Despidamos con un aplauso a nuestra hermana Selma Parmesani viuda de Barzola, un ser vali-ente, un alma amo-rosa, que parte a la casa de Cristo. ¡Aleluia! ¡Adiós, Selma! ¡Fuerte ese aplauso!
SELMA sale.
PASTOR: Siga hacia la luz, ushted siga siempre hacia la luz, cruza Rivadavia y si la luz se desvía puede agarrar una paralela, Yrigoyen preferentemente que tiene tránsito rápido (SELMA le da la mano al PASTOR y avanza, dudando) Despidamos con un aplauso a nuestra hermana Selma Parmesani viuda de Barzola, un ser vali-ente, un alma amo-rosa, que parte a la casa de Cristo. ¡Aleluia! ¡Adiós, Selma! ¡Fuerte ese aplauso!
SELMA sale.
Bueno, amigus, ricuerden que
el lunes tenemos “el ritual dil corte de las cadenas eshclavi-zantes”, el miércoles
“la terapia de amor para madres sholteras” y el viernes el seminario “orando
para shalir de la crisis del dólar”. No se atrasen con la cuota de abril, ya
estamos atrasados con el alquiler del templo y acabamos de adquirir el nuevo helicóptero.
Y ahora vamos a cerrar cantando “Anoichi soñé”, allí tienen la letra impresa si
no ricuerdan.
El PASTOR vuelve a ponerse los lentes oscuros, extiende los brazos y canta (1)
El PASTOR vuelve a ponerse los lentes oscuros, extiende los brazos y canta (1)
APAGÓN
(1)
Anoichi soñé con el día final...
ese día qui pronto llegara...
Allí los creyentes shi levantarán al oír la trompeta al sonar.
Veo en gloria bajando al Salvador...
los ányeles van anunciando la redención…
siento aligría en mi alma al verme shubi-endo....
con los salvados por Cristo a su mansión.
Anoichi soñé con el día final...
ese día qui pronto llegara...
Allí los creyentes shi levantarán al oír la trompeta al sonar.
Veo en gloria bajando al Salvador...
los ányeles van anunciando la redención…
siento aligría en mi alma al verme shubi-endo....
con los salvados por Cristo a su mansión.