Personajes:
Manuel Belgrano
Directora
Secretaria
Portera
Padre A
Madre A
Padre B
Madre C
Concejal
Autor
Díaz Vélez
Oscuro. Canto de grillos de fondo.
OFF BELGRANO: “Cuando
se desespera de la salud de la patria se aceptan los remedios más extraños.
Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus
hermanos... También son esos los que critican las determinaciones de los jefes.
Por fortuna dan conmigo que me río de ellos, y hago lo que me dicta la razón,
la justicia y la prudencia y no busco glorias sino la unión de los americanos y
la prosperidad de la patria".
Voces
infantiles, suena un timbre de recreo, luz sobre un salón de actos de escuela
primaria, sobre el fondo pequeña tarima a modo de escenario, mesa con birretes,
peinetas, guirnaldas, espadas de cartón.
PADRE A, MADRE A, PADRE B, MADRE C, DIRECTORA y SECRETARIA discuten. Más allá, el General
Manuel BELGRANO.
DIRECTORA: ¡A ver,
por favor!...
MADRE A: Señora, le
repito...
PADRE B: ¡Nada que
ver! Fue algo inesperado.
PADRE A: Quién se iba
a imaginar.
MADRE C: Desde ese
punto de vista, no creemos...
PADRE B.- ¡Ni hablar!
MADRE A:
Completamente inocentes...
DIRECTORA: ¡Por
favor, de a uno!
PADRE A: Creo que
estamos exagerando...
MADRE A: No se puede
culpar...
MADRE C: ¡Dios me
libre!
PADRE B: Le repito...
PADRE A: Una simple
tarea...
MADRE C: ¡Que tarea
ni tarea: fue un trabajo de investigación!
DIRECTORA: ¡Silencio!
Así no nos vamos a entender. ¿Quién, dijo un trabajo de investigación?
MADRE C: Yo
PADRE A: ¡Efectivamente,
un trabajo de investigación!
DIRECTORA: ¿Es así,
Irene?
SECRETARIA: Sí,
señora directora.
PADRE B: ¡Lo que
sostengo yo! Por lo tanto no estamos hablando de ninguna falta por parte de los
chicos.
MADRE A: Todo lo
contrario. Mi hija es la primera de la clase.
PADRE B: ¡Bueno,
tampoco venga a mandarse la parte!
MADRE A: ¡Es el mejor
promedio!
MADRE C: Martita De
Vincenci es la responsable.
PADRE A: ¡Avise!
PADRE B: ¡Usted no se
haga el desentendido! ¡Su hija es la culpable de todo!
MADRE A: ¡Nuestra
hija no tiene nada que ver!
MADRE C: Su hija fue
la de la idea y arrastró a los demás.
MADRE A: ¿Quién lo
dice?
MADRE C: ¡Mi hijo lo
dice!
MADRE A: ¡Su hijo es
un inadaptado, un delincuente juvenil!
DIRECTORA: ¡Basta,
por favor!
Pausa,
miran con inquietud hacia donde está BELGRANO.
DIRECTORA: Aquí la única
que levanta la voz soy yo. ¿Entendido?
MADRE C: Disculpe.
PADRE A: Tiene razón.
SECRETARIA: Señora
Directora, si me permite... estamos todos un poco nerviosos.
DIRECTORA: ¡Ya lo
creo que estamos nerviosos!
SECRETARIA: Yo diría
que hubo un error de interpretación.
PADRE B: De
interpretación...
PADRE A: ¡Exacto!
SECRETARIA: Los
chicos preparaban el trabajito para el Día de la Bandera. ¿No es así? Tuvieron
dudas y lógicamente cuando hay dudas hay que recurrir a las fuentes.
DIRECTORA: ¡¿Recurrir
a las fuentes?!
SECRETARIA:
¡Correcto!
DIRECTORA: Recurrir a
las fuentes... ¡Usted es un cráneo, Irene! (descontrolada)
¡Recurrir a las fuentes es consultar libros, entrar a una página de Internet,
ir al Archivo Histórico Nacional! ¡¡¡NO
ESTO!!!...
Pausa,
vuelven a mirar hacia donde está
BELGRANO.
MADRE C: Es verdad,
es un escándalo.
PADRE B: ¡Y...los
chicos vienen jodidos!
MADRE A:
Incontrolables.
DIRECTORA: ¿Y la
irresponsable de la maestra, dónde estaba?
SECRETARIA: Tomando
un té con Criollitas en la Portería.
DIRECTORA: Tomando un
té con Criollitas... (llama)
¡AGUIRREEEE, AGUIRREEEE!
SECRETARIA: Está en
tercero con prueba escrita.
DIRECTORA (agarrándose la cabeza): Seis meses para
jubilarme, ciento ochenta días descontando feriados y vacaciones. De doscientas
escuelas del distrito por qué tiene que
pasarme esto justo a mí. ¡Por qué!... Avísele que está suspendida.
Pausa,
vuelven a mirar a BELGRANO.
PADRE B: ¿De verdad
es Belgrano?
DIRECTORA: ¡No, si va
a ser el Capitán Piluso!
MADRE A: Yo lo hacía
distinto.
MADRE C: Más alto,
mejor complexión.
MADRE A: ¿Verdad que
sí? Un estilo Robert Urich, o Mel Gibson en “Arma mortal III.
MADRE C: Así de cerca
parece Chiche Gelblung.
DIRECTORA: Les pido
por favor dejemos eso, ahora la cuestión es saber qué hacemos.
PADRE A: ¡Guarda!
¡Ahí viene!
BELGRANO
se aproxima, los padres sin saber qué hacer
se cuadran, el PADRE A le hace la
venia. Tiempo tenso.
BELGRANO: ¡Lo voy a
decir una vez más: tengo que volver AHORA!
DIRECTORA: Sí, si
precisamente estábamos hablando...
BELGRANO: La
Revolución peligra en el Norte. En tres días tengo que estar en el Alto Perú
¿Usted piensa que yo estoy para perder el tiempo?
DIRECTORA: No, no...
PADRE B: ¿Al Alto
Perú, y qué, tiene m-muchas batallas, General?
PADRE A: ¡Cuente,
vuesa excelencia, cuente! ¿Cómo es el exercicio guerrero?
BELGRANO: ¿Ustedes
están medio tocados, no?...
DIRECTORA: ¿En qué
sentido lo dice?
BELGRANO: ¿Qué hace
esta gente acá? ¿Para qué es ese escenario?
SECRETARIA: Los señores son los padres de los alumnos de segundo, cuando usted
llegó estaban ensayando la obrita para el Día de la Bandera.
PADRE B: La fecha en
que Ud. creó nuestro pabellón.
BELGRANO: ¡Otra vez
con eso del pabellón! ¡SU NOMBRE!
PADRE B (cuadrándose): ¡Señor, Ramiro Carlos
D’alessio, gran admirador y patriota, señor!
BELGRANO: ¡Ramiro
Carlos no sé cuánto, no vuelva a repetir en mi presencia esa patraña!
PADRE B: No entiendo.
BELGRANO: Lo que
escuchó, lo de la bandera fue una campaña de prensa de Sarratea. Yo apenas si
diseñe los uniformes! (para sí, nervioso)
¡Pero qué tengo que explicar yo!...
SECRETARIA:
Tranquilícese.
MADRE
A y MADRE C aparte.
MADRE A: ¿Escuchó?
¡Qué cosas dice!
MADRE C: Hace chistes
y todo. ¡Es tan natural!...
PADRE A (declamando): ¡Hombre de mayo, exemplo
de valía, justum et tenacem! ¡Revolución! ¡Querella al hispano!...
BELGRANO: ¿Por qué
habla así, es imbécil?
MADRE A: No, es
Félix, mi marido.
BELGRANO (desenvaina la espada): ¡Shtt, silencio!
DIRECTORA: ¿Qué hay?
BELGRANO: Ahí están
otra vez.
DIRECTORA: ¿Quienes?
BELGRANO: Esos mocosos.
PADRE C: Son nuestros
hijos, General.
BELGRANO: ¡Odio a los
niños!
MADRE A: ¡Por favor,
son inofensivos!
BELGRANO: Carecen del
menor sentido de la disciplina.
MADRE C: ¡Tenga
piedad: recuerde al Tamborcito de Tacuarí!
Entra
la PORTERA con una bandeja con tazas, BELGRANO se le abalanza.
PORTERA: ¡Virgen
santa!
BELGRANO: ¿Quién la
manda, Tristán, el Triunvirato? ¡HABLE, AHIJUNA!...
DIRECTORA: No le haga
daño, es Amelia, la Portera, General.
SECRETARIA: Trae el
mate cocido. ¿No quiere una taza?
BELGRANO: ¡No quiero
nada! ¡Deme eso!
BELGRANO
agarra un vaso de agua de la bandeja, saca una tableta de un bolsillo, se traga
dos pastillas, y se toma el agua. Pausa.
MADRE A: Debe estar
estresado.
MADRE C: No es para
menos.
BELGRANO: El
Triunvirato me odia, quiere que vuelva a Córdoba pero yo NI PIENSO... ¡El
atropello de los usurpadores tiene los días contados! Tengo un buen pálpito:
primero voy a caer sobre Salta, de ahí, como un refucilo salto a Potosí,
después Lima, Río de Janeiro, Fortaleza, Cancún. Lo único que necesito es
volver al campamento, tengo que pensar. ¿Qué hora es?
PADRE A: Las once y
cuarto.
Aparte
SECRETARIA y DIRECTORA
DIRECTORA: ¡Yo estoy
maldecida! Hay que hacer algo. Este hombre está cada vez más nervioso.
SECRETARIA: Mire,
señora Directora, estuve pensando: creo que habría que aprovechar la situación.
DIRECTORA: ¿Qué
quiere decir?
SECRETARIA: ¿Qué
ocurriría si al Ministerio le llegara la noticia de que en una anónima escuela
del conurbano el acto del día de la Bandera fue presidido por el General
Belgrano… en persona?
DIRECTORA: ¡Qué
disparates dice!
SECRETARIA: Ningún
disparate.
DIRECTORA: ¡Ni
hablar!
SECRETARIA: Deje por
lo menos que actué en la obrita. Volveríamos a ser escuela de primera.
DIRECTORA: ¡Basta,
Irene! Hay que regresar a este hombre al siglo XIX ya. Sabe dónde termino yo si
cae una inspección...
BELGRANO
rodeado por los padres, muestra fotos.
MADRE C: A ver, a
ver...
BELGRANO: Acá estamos
en la batalla de Tucumán: Paz, Balcarce, Pueyrredón... Díaz Vélez , Dorrego, La
Madrid...Holmberg, Alvarado y yo. Después entró Martín Rodríguez.
PADRE A: ¡Qué
bárbaro!
BELGRANO: De mitad de
campo de batalla para adelante era un buen ejército, compacto, aguerrido.
PADRE B: ¿Y cómo
anduvo?
BELGRANO: Peleamos
como fieras, el batallón de Pardos y Morenos arrancó adelante, los Usares por
los laterales, a las dos horas lo vemos pasar a Tristán en bolas y a los
gritos, huía a campo atraviesa en una bicicleta...
MADRE A: ¡Qué
apasionante debe ser la guerra!
MADRE C: Romántica,
sobre todo.
PADRE A: ¿Y usted
mató mucho?
MADRE A: ¡Felix, sos
tarado, el General es el comandante! ¿Vos te crees que va a andar matando
enemigos cuando su función es dirigir?
PADRE B: ¿Y con el
sable corvo, debe ser dificilísimo pelear con el sable corvo, no?
BELGRANO: Como todo,
tiene sus secretos. ¿Usted tiene algún entrenamiento?
PADRE B: Con espadas
luminosas, de jugar mi hijo.
BELGRANO: ¿Espadas
luminosas? ¡Ustedes parecen todos imbéciles!
A ver venga (le da la espada)
¡Sostenga firme!
PADRE B: Es pesada.
BELGRANO: ¡No sea
cagón, hombre: uno – dos – tres – ataque! ¡Uno – dos – tres – ataque! Repítalo
solo... (agarra a la PORTERA de un brazo
y se la lleva aparte) ¡Venga para acá! ¿Tiene lápiz y papel? Escriba: “Amada
mía, aprovecho la pausa para enviarte estas pobres líneas. Quizás sea la fiebre
o la fatiga, pero cerré los ojos en mi catre de campaña y los he abierto en
Buenos Aires en una especie de hospicio o loquero, junto a un hato de niños
intolerables y otra gente estrafalaria. ¡El Universo es extraño! ¿Cuánto tiempo
ha pasado, amada? ¿Cuándo nos reencontremos podremos reconocernos? He dejado de
ser el caballero americano acostumbrado a la buena caligrafía y amante de la
jurisprudencia que conociste, para transformarme en un soldado más de esta
pobre Revolución. Sé fuerte, sospecho que muy pronto estaré en tus brazos. Por
siempre tuyo. Manuel”.... Despáchemela en carácter de urgente y ahora me anota
esta lista: “580
fusiles, 215 bayonetas, 21 carabinas a repetición, 34 pistolas, 34.000
cartuchos de fusil, 6 cañones y 23 bombas inteligentes”. Se me corre hasta la armería que está en esta dirección (le saca la hoja de las manos y anota) y les dice que es para mí,
tengo cuenta corriente. ¡Vamos, mujer, vamos, está sorda, muévase!
La PORTERA va hasta donde está la DIRECTORA y la SECRETARIA.
DIRECTORA: ¿Qué pasa,
Amelia?
PORTERA (confundida): El señor quiere
que le lleve este pedido. Dice que tiene cuenta corriente...
DIRECTORA: ¿Y cuál es el problema?
PORTERA: Difícil
DIRECTORA: ¿Y por qué difícil?
PORTERA: Es la dirección del Mc Donald del Alto Avellaneda.
DIRECTORA: ¡Mire Amelia, no eche más leña al fuego! ¡Usted la lleva!
PORTERA: ¿Pero y a quién se la doy?
DIRECTORA: ¡Y a mí qué me dice! ¡No arme quilombo! ¡Déjesela al payaso Ronald!
BELGRANO (a los gritos): ¡UNA RADIO,
NECESITO UNA RADIO!
DIRECTORA: Amelia, tráigale
la radio a este loco.
PORTERA: No tiene
pilas.
BELGRANO: Necesito
saber qué sucedió con San Martín en San Lorenzo.
PADRE B: ¡Ganó,
General!
BELGRANO: ¿Ganó?
PADRE B: ¡Ajá! Le
hicieron una marcha y todo.
BELGRANO (reflexionando): ¡Bien, bien!...
La
PORTERA sale, la DIRECTORA y la SECRETARIA se acercan a BELGRANO.
SECRETARIA: Ya
estamos viendo lo de su traslado.
BELGRANO: ¡Más vale
que sea ya!
SECRETARIA: General,
mientras tanto con la Sra. Directora habíamos pensado en algo. ¡Una pavada!
DIRECTORA: En
realidad, necesitamos pedirle un favor.
SECRETARIA: ¿No le
gustaría “tomar parte”?
BELGRANO: ¿“Tomar
parte”?
SECRETARIA:
Participar en la obrita del Día de la Bandera.
BELGRANO: ¡Y dale con
la Bandera! ¡Aquí todo el mundo está
obsesionado con la Bandera! ¿Qué tiene de malo el Día del Uniforme?
DIRECTORA (impaciente): A ver si definimos esto de
una vez: lo que la Secretaria quiere manifestar, General es si Ud. querría
actuar.
BELGRANO: ¿Actuar? (duda) ¡Hmmm, actuar!... ¿Y de quién tendría
que hacer?
SECRETARIA: De
Belgrano.
BELGRANO: ¿De
Belgrano?
SECRETARIA: Es un
protagónico.
BELGRANO: ¡Hmmm, no sé!...
Es un personaje complejo. Claro que también cuento con ciertas ventajas: yo
“soy” Belgrano, y alguna experiencia en la actuación tengo.
SECRETARIA: ¿No diga?
BELGRANO: Asistí seis
años los talleres del Café de Marco, después pasé a la tertulia de las
hermanitas Ezcurra. No hay como el teatro para mantener el espíritu de la
tropa, era la eterna discusión con La
Madrid, él se inclinaba más por el tenis
de mesa. En campaña representamos todo, desde los clásicos hasta las nuevas
tendencias, Veronese, el Periférico de Objetos. Lógicamente de Calderón y Lope
de Vega, nada, por godos.
SECRETARIA (entregándole el libreto): Entonces no
se hable más, seguro que le va a salir. Tome (al resto de los padres, haciendo sonar las palmas) A ver, atención
por qué no repasamos, usted, Sr. Carminatti, es Balcarce, el Gral. Belgrano va
a ocupar su lugar.
MADRE C: ¿Va a actuar?
MADRE A: ¡Va a actuar! ¿No es fascinante?
MADRE C (suspirando): ¡Que personalidad!
MADRE A: Y... es
héroe.
MADRE C: Sí.
MADRE A: Y lo heroico siempre destaca en el hombre como un cierto...
MADRE A: Sex appel.
MADRE A: ¡Exacto: un
sex appel! Fíjese Félix, en cambio.
MADRE A: ¿Qué tiene?
MADRE B: Vendedor de
AFJP, de noche le da miedo sacar a pasear al perro.
MADRE A: Sí. Mi
marido también es un pobre tipo.
MADRE B: Un héroe en
cambio...
MADRE B: Y sí, un
héroe... Le voy a confesar algo: sabe, yo tengo fantasías.
MADRE B: ¿Con héroes?
MADRE B: Sí. Pero nada
histórico, lo mío es con héroes de Marvel (reservada)
Sueño que lo hago con Superman.
MADRE B: ¡Qué loca!
MADRE A: ¡El hombre
de acero!
MADRE A: ¡Ay, cállese!
MADRE C: Estamos en plena faena cuando se nos suman Patoruzú y el
Increíble Hulk.
MADRE A (apantallándose): ¡Basta, por favor!
Los
padres alzan de la mesa los birretes, los sables de cartón, suben a la tarima.
La MADRE A le da una cámara de fotos a la MADRE C.
MADRE A: Hágame el
favor, por lo menos quiero quedarme con un recuerdo.
La
MADRE A va junto a BELGRANO, mientras la MADRE C saca varias fotos, lo abraza,
lo toca.
MADRE A: Qué buena
confección tiene su uniforme, General. ¿De qué tela es?
BELGRANO (malhumorado): Tela zampo.
MADRE A: ¡Ja, ja,
usted me encanta, es re-políticamente
incorrecto!
La
SECRETARIA y la DIRECTORA hablan aparte.
DIRECTORA: Irene,
esto es una locura.
SECRETARIA: Confíe en
mí, en un rato llamó a mi marido que conoce a un periodista de la radio. Va a
ver qué pegada.
Entra
el CONCEJAL con dos urnas.
CONCEJAL: ¡Buenas!
DIRECTORA: ¿Qué hace
acá?
CONCEJAL: Traigo las
urnas para la votación del domingo.
DIRECTORA: Ahora, no.
CONCEJAL: No, claro,
el domingo.
DIRECTORA: Digo que
ahora no puede estar acá, señor, estamos en una reunión, por favor retírese.
CONCEJAL: Pero... ¿El
Intendente no le avisó?
BELGRANO
de golpe empieza a perseguir con la espada al PADRE B.
BELGRANO: ¡Usares y
Dragones, por el flanco derecho a retaguardia!
PADRE B: ¡Socorro!
BELGRANO: ¡Deponga
las armas, Goyeneche, o lo corto en rebanadas!
PADRE B:
¡Auxilio!
BELGRANO: ¡No huya,
cobarde!
MADRE A: ¡Sra.
Directora, párelo, lo va a lastimar!
SECRETARIA: ¡General,
por favor!
CONCEJAL (reparando en BELGRANO): Que extraño... El
señor... Me resulta tan.. ¡Je!... No imposible.
DIRECTORA (intentando
llevarse al CONCEJAL): ¡Espere en la Dirección, hágame el favor!
BELGRANO (dejando de perseguir al PADRE B): Ni se
le ocurra seguir la carrera militar, usted da pena (reparando en el CONCEJAL) ¿Y éste quién es, también va a actuar?
Su nombre...
MADRE C (al CONCEJAL): Es el General Manuel
Belgrano.
CONCEJAL: No decía...
Sabe que yo juraba... ¡Increíble!
BELGRANO (al CONCEJAL): ¿Está sordo? ¡Su nombre!
CONCEJAL: ¡Perdón!
Américo Raúl García, Honorable Consejo Deliberante de Avellaneda. Es un gusto,
General.
Le
tiende la mano, BELGRANO la rechaza.
BELGRANO:
¡Funcionario!... Bien... ¿Trae los fondos que me prometió el Triunvirato?
CONCEJAL: No
entiendo.
BELGRANO: ¡LOS FONDOS
QUE ME DEBE EL TRIUNVIRATO, EL DINERO PARA LA CAMPAÑA, CAGATINTAS!....
CONCEJAL: No sé,
nadie me dijo nada...
BELGRANO: ¿Entonces
hicieron una transferencia, con qué banco operan?
CONCEJAL (angustiado): Me confunde, le juro que
no estoy al tanto. Lo puedo comunicar con el secretario de finanzas de la intendencia
si usted quiere...
BELGRANO (dirigiéndose a los padres) ¡Atención
batallón, señoras, acérquense un momento, por favor! Aquí este secuaz de poder
central nos va a dar una lección de ciudadanía: ¿A ver, cagatintas, díganos
cuál es su cargo?
CONCEJAL: Concejal
BELGRANO: Sueldo
CONCEJAL: ¿Cómo dice?
BELGRANO: ¡SUELDO,
DIETA, CUANTO COBRA!
CONCEJAL: Diez mil
quinientos... m-más bonificación por desarraigo, plus por pasajes y gastos
reservados.
BELGRANO: ¡Diez mil
quinientos más bonificación, plus y gastos por no sé cuánto!... ¿Y qué hace?
CONCEJAL: No entiendo.
BELGRANO: ¿CUÁL ES SU
TRABAJO, PARA QUE SIRVE, CARAJO?
CONCEJAL: A-asesoro
BELGRANO: ¿Asesora?...
¡Atención: mientras nosotros dejamos la vida
en sostener las fronteras indecisas de la patria, sin pertrechos, sin
comida, alejados de nuestros afectos, acá nuestro heroico cagatintas… a-sesora!
CONCEJAL: Lo que gano
figura en mi declaración jurada, General, le juro que...
BELGRANO: ¡Cállese! Aquí está el enemigo más peligroso, señores,
el enemigo de adentro, el traidor a su pueblo, a su gente y a los principios
sagrados de la Revolución...
PADRE
A y PADRE B, se le van encima al CONCEJAL.
PADRE A: ¡Vendepatria!
PADRE B: ¡Corrupto!
¡Ladrón!
CONCEJAL: ¿Qué hacen?
¡Suéltenme!
BELGRANO: ¡Doscientos
azotes y al calabozo!
SECRETARIA: ¡General,
por favor!
BELGRANO: Está bien,
está bien muchachos, es sólo un ejercicio de improvisación, estoy buscando a
los personajes. De todas formas ustedes no atemorizarían ni a un paralítico (solemne) Igual, la patria tiene hijos que sostendrán su causa y que
primero perecerán a ver usurpados sus derechos.
SECRETARIA (volviendo a entregarle el libreto): No
hay mucho tiempo ¿Por qué mejor no se concentra en sus parlamentos?
BELGRANO: ¡Deme eso!
BELGRANO
se va aparte a estudiar la letra. PADRE A y PADRE B, hablan entre sí y luego se
acercan a la DIRECTORA, el CONCEJAL saca un celular, marca nerviosamente. El diálogo de los PADRES
con la DIRECTORA y la comunicación irán a la par.
PADRE A: Qué quiere
que le diga: así cualquiera. Él después se va a ir lo más tranquilo pero
nosotros tenemos que quedarnos.
PADRE B: ¡Más vale!
Mi hijo seguro que va a empezar a burlarse, últimamente la tiene contra mí,
para colmo no se le puede decir nada porque lo estamos mandando a terapia. ¡Va
a ser un papelón del principio al fin!
PADRE A: Yo me niego.
PADRE B: Yo también.
PADRE A: ¿Quién lo
habla?
PADRE B: ¡Usted!
PADRE A: No mejor
usted.
PADRE B: Tiremos una
moneda
PADRE
B tira una moneda y la abaraja.
PADRE B: Cara, perdió
El
PADRE A encara a la DIRECTORA.
PADRE A: Señora, si
nos permite, acá con el caballero queríamos plantearle una preocupación.
PADRE B: Estamos
contentos con la participación del General Belgrano, pero con respecto a las armas de la obrita...
DIRECTORA: ¿Qué hay?
PADRE B: Habrá notado
que son de cartón.
PADRE A: Muy bien
confeccionadas, por cierto...
PADRE B: Realistas.
DIRECTORA:
¡Abreviemos, señores!
PADRE B: ¿Cómo
decirlo? Si las comparamos con el sable corvo del General Belgrano, ¿qué
sucede?
DIRECTORA: No entiendo.
PADRE A: Que nuestros
hijos van a estar mirándonos y con espaditas de cartón estamos en inferioridad
de condiciones.
PADRE B: ¡Que vamos a
hacer un papelón, señora!
DIRECTORA: ¡ES UNA
OBRA DE TEATRO, QUÉ PRETENDEN, BAZUCAS, MISILES ANTITANQUES! ¡Qué locura es
ésta! ¡Irene, por favor, hágase cargo!
El
CONCEJAL habla por el celular.
CONCEJAL: Hola, hola,
Intendente... qué suerte que lo encuentro... acá en la escuela...sí, traje las
urnas... sí, pero escuche... no sabe la sorpresa que le tengo... no, no lo va a
creer... ¡Esto es portentoso, extraordinario! Un verdadero milagro. La oportunidad
que estábamos buscando. Para que tenga una idea con esto el domingo ganamos de
punta a punta... No, véngase rajando...quiero que lo compruebe usted mismo...
BELGRANO (lee, de golpe da un salto) ¡Esto es un
insulto! ¿Quién escribió esta bazofia? ¿Quién fue el autor de esta injuria?
¡Que se reporte el autor de esta porquería, AHORA!...
PADRES (aterrorizados): ¡El autor, que venga el
autor!
DIRECTORA: ¡El autor!
SECRETARIA: ¡Por
favor, el autor!
De
entre el público se para un hombrecito calvo, de lentes.
PADRE A: ¿Usted es el
autor?
AUTOR: S-sí. ¿Por?
SECRETARIA: ¡Venga!
DIRECTORA: ¡Suba,
hombre, está sordo!
El
AUTOR sube al escenario, lo empujan para que se acerque a BELGRANO.
BELGRANO: ¿Usted
escribió esto? ¡HABLE!
AUTOR: ¡Yo soy el
autor... pero del texto original!
BELGRANO: ¿Qué quiere
decir?
AUTOR: Que he dejado al actor la posibilidad de encontrar s-su propia voz,
mientras que mi labor se centra en la creación del todo sistémico, integral.
Digamos que e-en este sentido hay una ruptura de la teatralidad reconocible
para crear un nuevo tipo experiencia escénica.
BELGRANO: ¡Mire, usted también está loco, siéntese! (enarbolando el libreto) Quiero saber, bajo tribunal de
guerra, quién escribió esta injuria. ¡¡¡QUIEN FUE!!!
Pausa
en la que se escrutan unos a otros.
DIRECTORA:
Fui yo.
BELGRANO: ¡Usted!... (camina en
derredor de la DIRECTORA, la examina) ¡Usted! A ver, querida señora,
explíquenos cómo a un alto mando de expertos jefes de caballería, oficiales
fogueados, veteranos ilustres de las Invasiones Inglesas, yo puedo arengarlos
antes de la batalla diciéndoles: “La patria confía en que sus hijos sostendrán
la noble causa, por los sagrados derechos de la libertad y la
autodeterminación, la copa de leche, el aula de computación y un nuevo equipo
de luces para el salón de actos. ¡QUÉ ES ESTE DISPARATE!
PADRE A:
¡Escandaloso!
MADRE C: ¡Qué
vergüenza!
SECRETARIA: General,
no sabe la crisis por la que están pasando las escuelas bonaerenses.
BELGRANO: ¡CALLESE! A
esta institución, según me comentaron, concurre la nieta de Pacho O´Donnell.
¿Esto es correcto?
SECRETARIA: Es
correcto.
BELGRANO: Díganme,
entonces: ¿Cómo quedo yo ante la historia si ponen en mi boca tales burradas? “¡El
General Manuel Belgrano sintió pánico antes de una batalla y empezó a delirar! ¡El
General Manuel Belgrano se droga!”
DIRECTORA: Tiene
razón. Le pido disculpas.
CONCEJAL (interrumpiendo, aparatoso): Como dijo
un conocido constitucionalista: primero será la Revolución, el cambio del viejo
y viciado sistema por uno nuevo, y una vez instaurado, sí, llegará el turno de
los reclamos puntuales: mayor presupuesto, salud, arreglo de cloacas, alumbrado
y barrido. Justamente le comentaba al Intendente, hay un sinnúmero de cosas que
entre usted y nosotros podemos articular
para felicidad del pueblo de la Patria (le
tiende el celular) El Intendente en línea...
BELGRANO: ¿El
Intendente? ¿Cayó Triunvirato? ¿De qué habla este carajo?
CONCEJAL: Juan
Ignacio Castromán, Intendente de Avellaneda.
BELGRANO (furioso, de un sablazo le hace volar el
celular de las manos): ¡BASTA!
De golpe una luz potente surge desde la platea, off de voces, tumulto,
flashes. BELGRANO queda anonadado.
OFF PERIODISTAS:
¡General, acá General, por favor, de Crónica TV, de TN, General, una pregunta!
¡Por favor no empujen! ¡De Intrusos en el espectáculo, Radio Continental,
General, una sola pregunta!
PADRE B: ¡Fuera!
¡Salgan de acá!
DIRECTORA: ¿Quién les
avisó? ¿Fue usted Irene?
SECRETARIA: No
DIRECTORA: ¡Traidora!
SECRETARIA: ¡Se lo
juro por mis hijos, señora!
OFF PERIODISTAS:
¿Tiene una hija no reconocida, General? ¿Es verdad su ruptura con San Martín?
¿Se postula para las próximas elecciones?
PADRE A: ¡Váyanse! ¡Fuera!
DIRECTORA (al AUTOR): Entonces fue usted.
El
AUTOR escudándose en el guión abierto.
AUTOR: ¡Para nada!
¡Lea, en el libro no hay ninguna conferencia de prensa!
OFF PERIODISTAS: General,
General, los realistas lo acusan de bisexual. ¿Salió de placard? ¿Qué puede
decir al respecto?
La
DIRECTORA se abalanza hacia la luz.
DIRECTORA: ¡Cierre la
ventana, Irene! ¡No hay declaraciones, se van!
La
luz y las voces se esfuman, BELGRANO se mantiene estupefacto, intentan hacerlo
reaccionar.
PADRE B: ¡General,
General!
PADRE A: ¿Se siente bien?
SECRETARIA: Traigan
una silla.
Lo
sientan.
MADRE C: Son muchas
emociones juntas.
SECRETARIA: Amelia,
traiga algo fuerte.
MADRE A: Hay que
llamar a un médico.
DIRECTORA: Le llega a
pasar algo voy presa.
PADRE B: ¡No, no
esperen!
BELGRANO
comienza a hablar suavemente desde la silla como si soñara, para ir subiendo
gradualmente el tono hasta incorporarse sobre la silla y concluir exaltado.
BELGRANO: Escucho el
repicar de campanas, los vivas de la plaza manifiestan algarabía, atronan tres
salvas de artillería, en los semblantes leo los sentimientos generosos con que
la libertad dilata los corazones ¿Dónde han quedado las rivalidades? ¿La
incomprensión de los serviles? ¡Es hora de sumar, señores! El que en su corazón
haya jurado la libertad de sus hermanos, el que observe con interés la suerte
de los pueblos de América, no puede menos que consagrarse al placer de este
día. El Dios de la victoria ha fortalecido los brazos de sus libertadores.
¡Huyan para siempre los tiranos del suelo de los hombres libres, ya no tienen
que esperar sino la justa venganza de los que han hecho gemir por tantos
siglos! ¡Rotas las cadenas con que habíais aprisionado a la América, toda ella
se confedera en vuestra ruina, con los irascibles vínculos de la firmeza, la
severidad y el castigo contra cada enemigo de la justa causa revolucionaria!
Pausa. BELGRANO, con
extrañeza, parece
volver del sueño.
BELGRANO: ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?
DIRECTORA: Estaba
delirando.
PADRE A: Decía disparates. Hablaba pavadas, General. Nos dio un susto.
SECRETARIA: ¿La conferencia de prensa, los periodistas, no recuerda?
BELGRANO: ¿Qué periodistas? ¿Qué delirio? ¡Basta, todos ustedes me tienen
harto, me escucharon: HARTO! ¡ME VOY!
Entra DIAZ VELEZ.
DIAZ VELEZ: ¡General!
BELGRANO: ¡Díaz Vélez, por fin! ¿Por dónde entró?
DIAZ VELEZ: Por ahí...
BELGRANO (sorprendido): ¡Mire usted!
DIAZ VELEZ: Estamos un poco atrasados, General, hay problemas con el
abastecimiento de pertrechos, la tropa espera órdenes. ¿Quién es toda esta
gente?
BELGRANO: Es largo de
explicar. Si no estuviéramos apurados el deber me ordenaría fusilarlos en masa.
¡Vámonos!
SECRETARIA: ¡Pero General, no, espere!
BELGRANO: ¡A callar!
¡Manga de trastornados!
BELGRANO
y DIAZ VELEZ salen por la derecha.
SECRETARIA: Es que
por ahí no van a poder salir.
DIRECTORA: Hace
treinta años que trabajo en esta escuela, por ahí se va a la Portería (al AUTOR) ¡Usted que es el autor, diga
algo!
AUTOR (revisando el
guión): No sé, e-estoy un poco confundido.
DIRECTORA: Se escuchan ruidos.
OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!
MADRE B: ¿Qué es eso?
SECRETARIA (asomándose): Quieren salir por la
despensa, la portera se hizo fuerte en el pasillo y no los deja pasar.
OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!
SECRETARIA: Les está tirando con las ollas.
MADRE C: ¡Esa mujer está loca!
Repentino silencio.
SECRETARIA: Se la
llevan prisionera.
Pausa,
se miran unos a otros, repentinamente deprimidos.
MADRE A (reaccionando): ¡General, lléveme!
PADRE A: ¿Magda,
estás loca?
MADRE A: ¡Me voy con
él, Félix, lo amo!
La
MADRE A sale tras BELGRANO y DIAZ VELEZ.
PADRE A: ¡Magda,
Magda!
SECRETARIA: ¡Qué
papelón!
PADRE A: Siempre me
hace lo mismo. Con el primero que se le cruza. ¡Qué vergüenza!
PADRE B: No se
aflija, por lo menos es con un prócer.
Pausa.
Se empieza a escuchar una marcha.
PADRE B: ¿Y eso?
¿Escucha?
PADRE A: Sí. ¿Qué
será?
PADRE B: No sé. Pero es
muy pegadizo, yo de golpe siento una cosa acá en el estómago. ¿La siente?
PADRE A: Sí, ¿qué
será?
PADRE B: El llamado de la patria.
PADRE A: ¿Le parece?
PADRE B: Ajá. Y creo que sería una vergüenza no escucharlo, quedarnos de brazos
cruzados.
PADRE A: ¡Es verdad!
Yo no estoy muy entrenado, además soy insulino-dependiente, pero una voz
interior me dice “animate, tenés una obligación que cumplir”.
PADRE B: ¡Vamos!
La
marcha crece, los PADRES van hasta el escenario, agarran los birretes, las
espaditas de cartón, improvisan una formación y empiezan a salir marchando.
PADRE A: ‘Civilem protege pacem et salutem’ ¡Muerte a la
península!
PADRE B: ¡Valor, camarada!... ¿Servirá de algo ir con el celular?
PADRE
A: Por las dudas llévelo. ¿Qué batalla dijo el General?
PADRE B: Vilcapugio, creo, o Ayohuma.
PADRE A: No, eso fue la Expedición al Paraguay.
PADRE B: La de la
Expedición al Paraguay fue Campichuelo.
PADRE A: ¿O Cancha
Rayada?
PADRE B: Ni cancha
Rayada, ni Campichuelo. Es Paraguarí.
PADRE A: Paraguarí
fue la del cruce de los Andes.
MADRE C (enjugándose las lágrimas con un pañuelo):
¡Bravo patriotas! ¡Suerte! ¡Vayan con Dios!
Salen
por el lugar equivocado, vuelven a entrar, siempre marchando y empiezan a salir
por la derecha.
DIRECTORA (al AUTOR): ¿Y usted, se queda ahí
sentado, no piensa ir?
AUTOR: Es que n-no sé
si corresponde.
DIRECTORA (empujándolo): ¡Vamos, hombre! ¿No le
corre sangre por las venas? ¡Estos intelectuales, no sirven ni para espiar!
El
AUTOR se suma a la formación que sale. Pausa. La SECRETARIA y LA
DIRECTORA observan al CONCEJAL, que se incomoda.
CONCEJAL: Si no fuera que asuntos igualmente trascendentes me retienen...
DIRECTORA: ¡Sí, justo!
CONCEJAL (con nerviosismo): ¡Salud, salud,
patriotas! ¡Con cuanto orgullo los contemplo! Como dijo un conocido
constitucionalista: actitudes como éstas, proyectan el perfil de gloria del
destino americano.
Sigue la marcha hasta perderse, canto de
grillos de fondo, tiempo, se escucha con un ligero eco.
OFF PORTERA: ¡Mmmmm! ¡Mmmm!
OFF
DIAZ VELEZ: Los hombres, esperan sus órdenes. Están algo inquietos...
OFF
BELGRANO: ¡No es para menos!
OFF PORTERA: ¡Mmmmmm!
OFF
BELGRANO: Ajústele la mordaza a esa piantada, y cuando lleguemos me la destina
a la cocina de la tropa.
OFF
DIAZ VELEZ: Qué gente rara, General. ¿Eran naturales del lugar?
OFF
BELGRANO: No lo sé. Lo que me saca de quicio es pensar que ocupan el territorio
que tanta sangre nos está costando defender. ¡Se toman la Revolución a la
chacota!
VOCES:
¡Espere! ¡No nos abandone, General! ¡Vamos con usted!
OFF
DIAZ VELEZ: ¿Los ve?
OFF
BELGRANO: Sí, los veo. Son esos locos. ¡Vamos a toda marcha, Díaz Vélez!
¡Acelere, acelere! ¿Qué le pasa?
OFF
DIAZ VELEZ: Que no sé cómo General, flotamos en el éter.
OFF
BELGRANO: ¡Si le digo a toda marcha, es a toda marcha! ¡No sé, mueva los
brazos, reme! ¡ES UNA ORDEN!
OFF
DIAZ VELEZ: ¡Voy! ¡Voy!
Tiempo.
SECRETARIA:
¿Los escucha?
DIRECTORA: Apenas. Por suerte ya deben estar bien lejos.
CONCEJAL: Bueno, si me lo permiten yo ya me retiro.
DIRECTORA (irónica): ¡Vaya, vaya,
debe tener un montón de cosas que hacer!
El Concejal sale, la Directora se sienta,
está exhausta.
DIRECTORA (suspira) ¡Seis meses
para jubilarme! ¡Qué circo, madre mía! Se da cuenta, ¿no?
SECRETARIA: ¿De qué, señora Directora?
DIRECTORA: ¡Del país, Irene, del país!
SECRETARIA: Sí, es una pena.
DIRECTORA: Sin norte, sin brújula. Seguimos en bolas y a los gritos como en la
época de los malones.
SECRETARIA: Es verdad.
DIRECTORA: ¡Y no aprendemos! ¡No aprendemos! ¡No aprendemos! ¿Puede ser que
nunca aprendamos? ¿Para qué sirve lo que usted y yo hacemos?¿Para qué sirve la
educación?¿Se lo preguntó alguna vez.
SECRETARIA: Sí, me lo pregunté. Pero, sabe, yo soy optimista.
DIRECTORA: Más bien pelotuda.
SECRETARIA: No sea así.
DIRECTORA: ¿Qué hora es? ¿Antonia no nos tiene que traer los jugos?
SECRETARIA: Se la llevaron prisionera.
DIRECTORA: ¡No le digo yo! Por favor, agarre mi billetera de la cartera y
pídase algo en el bar de enfrente, yo la invito.
SECRETARIA: ¿Qué quiere?
DIRECTORA: Un Gancia con limón, o no, mejor un destornillador con mucho vodka.
Creo que cuando me jubile me voy a dedicar al alcohol.
APAGÓN