domingo, 24 de noviembre de 2024

REVOLú (comedieta patria en un acto)

 

Personajes:

Manuel Belgrano

Directora
Secretaria

Portera

Padre A

Madre A

Padre B

Madre C

Concejal

Autor
Díaz Vélez

 


Oscuro. Canto de grillos de fondo.

OFF BELGRANO: “Cuando se desespera de la salud de la patria se aceptan los remedios más extraños. Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus hermanos... También son esos los que critican las determinaciones de los jefes. Por fortuna dan conmigo que me río de ellos, y hago lo que me dicta la razón, la justicia y la prudencia y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la patria".

Voces infantiles, suena un timbre de recreo, luz sobre un salón de actos de escuela primaria, sobre el fondo pequeña tarima a modo de escenario, mesa con birretes, peinetas, guirnaldas, espadas de cartón.  PADRE A, MADRE A, PADRE B, MADRE C, DIRECTORA y  SECRETARIA discuten. Más allá, el General Manuel BELGRANO.

DIRECTORA: ¡A ver, por favor!...

MADRE A: Señora, le repito...

PADRE B: ¡Nada que ver! Fue algo inesperado.

PADRE A: Quién se iba a imaginar.

MADRE C: Desde ese punto de vista, no creemos...

PADRE B.- ¡Ni hablar!

MADRE A: Completamente inocentes...

DIRECTORA: ¡Por favor, de a uno!

PADRE A: Creo que estamos exagerando...

MADRE A: No se puede culpar...

MADRE C: ¡Dios me libre!

PADRE B: Le repito...

PADRE A: Una simple tarea...

MADRE C: ¡Que tarea ni tarea: fue un trabajo de investigación!

DIRECTORA: ¡Silencio! Así no nos vamos a entender. ¿Quién, dijo un trabajo de investigación?

MADRE C: Yo

PADRE A: ¡Efectivamente, un trabajo de investigación!

DIRECTORA: ¿Es así, Irene?

SECRETARIA: Sí, señora directora.

PADRE B: ¡Lo que sostengo yo! Por lo tanto no estamos hablando de ninguna falta por parte de los chicos.

MADRE A: Todo lo contrario. Mi hija es la primera de la clase.

PADRE B: ¡Bueno, tampoco venga a mandarse la parte!

MADRE A: ¡Es el mejor promedio!

MADRE C: Martita De Vincenci es la responsable.

PADRE A: ¡Avise!

PADRE B: ¡Usted no se haga el desentendido! ¡Su hija es la culpable de todo!

MADRE A: ¡Nuestra hija no tiene nada que ver!

MADRE C: Su hija fue la de la idea y arrastró a los demás.

MADRE A: ¿Quién lo dice?

MADRE C: ¡Mi hijo lo dice!

MADRE A: ¡Su hijo es un inadaptado, un delincuente juvenil!

DIRECTORA: ¡Basta, por favor!

Pausa, miran con inquietud hacia donde está BELGRANO.

DIRECTORA: Aquí la única que levanta la voz soy yo. ¿Entendido?

MADRE C: Disculpe.

PADRE A: Tiene razón.

SECRETARIA: Señora Directora, si me permite... estamos todos un poco nerviosos.

DIRECTORA: ¡Ya lo creo que estamos nerviosos!

SECRETARIA: Yo diría que hubo  un error de interpretación.

PADRE B: De interpretación...

PADRE A: ¡Exacto!

SECRETARIA: Los chicos preparaban el trabajito para el Día de la Bandera. ¿No es así? Tuvieron dudas y lógicamente cuando hay dudas hay que recurrir a las fuentes.

DIRECTORA: ¡¿Recurrir a las fuentes?!

SECRETARIA: ¡Correcto!

DIRECTORA: Recurrir a las fuentes... ¡Usted es un cráneo, Irene! (descontrolada) ¡Recurrir a las fuentes es consultar libros, entrar a una página de Internet, ir al Archivo Histórico Nacional!  ¡¡¡NO ESTO!!!...

Pausa, vuelven a mirar  hacia donde está BELGRANO.

MADRE C: Es verdad, es un escándalo.

PADRE B: ¡Y...los chicos vienen jodidos!

MADRE A: Incontrolables.

DIRECTORA: ¿Y la irresponsable de la maestra, dónde estaba?

SECRETARIA: Tomando un té con Criollitas en la Portería.

DIRECTORA: Tomando un té con Criollitas... (llama) ¡AGUIRREEEE, AGUIRREEEE!

SECRETARIA: Está en tercero con prueba escrita.

DIRECTORA (agarrándose la cabeza): Seis meses para jubilarme, ciento ochenta días descontando feriados y vacaciones. De doscientas escuelas del distrito  por qué tiene que pasarme esto justo a mí. ¡Por qué!... Avísele que está suspendida.

Pausa, vuelven  a mirar a BELGRANO.

PADRE B: ¿De verdad es Belgrano?

DIRECTORA: ¡No, si va a ser el Capitán Piluso!

MADRE A: Yo lo hacía distinto.

MADRE C: Más alto, mejor complexión.

MADRE A: ¿Verdad que sí? Un estilo Robert Urich, o Mel Gibson en “Arma mortal III.

MADRE C: Así de cerca parece Chiche Gelblung.

DIRECTORA: Les pido por favor dejemos eso, ahora la cuestión es saber qué hacemos.

PADRE A: ¡Guarda! ¡Ahí viene!

BELGRANO se aproxima, los padres sin saber qué hacer  se cuadran, el PADRE A le hace la  venia. Tiempo tenso.

BELGRANO: ¡Lo voy a decir una vez más: tengo que volver AHORA!

DIRECTORA: Sí, si precisamente estábamos hablando...

BELGRANO: La Revolución peligra en el Norte. En tres días tengo que estar en el Alto Perú ¿Usted piensa que yo estoy para perder el tiempo?

DIRECTORA: No, no...

PADRE B: ¿Al Alto Perú, y qué, tiene m-muchas batallas, General?

PADRE A: ¡Cuente, vuesa excelencia, cuente! ¿Cómo es el exercicio guerrero?

BELGRANO: ¿Ustedes están medio tocados, no?...

DIRECTORA: ¿En qué sentido lo dice?

BELGRANO: ¿Qué hace esta gente acá? ¿Para qué es ese escenario?
SECRETARIA: Los señores son los padres de los alumnos de segundo, cuando usted llegó estaban ensayando la obrita para el Día de la Bandera.

PADRE B: La fecha en que Ud. creó nuestro pabellón.

BELGRANO: ¡Otra vez con eso del pabellón! ¡SU NOMBRE!

PADRE B (cuadrándose): ¡Señor, Ramiro Carlos D’alessio, gran admirador y patriota, señor!

BELGRANO: ¡Ramiro Carlos no sé cuánto, no vuelva a repetir en mi presencia esa patraña!

PADRE B: No entiendo.

BELGRANO: Lo que escuchó, lo de la bandera fue una campaña de prensa de Sarratea. Yo apenas si diseñe los uniformes! (para sí, nervioso) ¡Pero qué tengo que explicar yo!...

SECRETARIA: Tranquilícese.

MADRE A y MADRE C aparte.

MADRE A: ¿Escuchó? ¡Qué cosas dice! 

MADRE C: Hace chistes y todo. ¡Es tan natural!...

PADRE A (declamando): ¡Hombre de mayo, exemplo de valía, justum et tenacem! ¡Revolución! ¡Querella al hispano!...

BELGRANO: ¿Por qué habla así, es imbécil?

MADRE A: No, es Félix, mi marido.

BELGRANO (desenvaina la espada): ¡Shtt, silencio!

DIRECTORA: ¿Qué hay?

BELGRANO: Ahí están otra vez.

DIRECTORA: ¿Quienes?

BELGRANO: Esos  mocosos.

PADRE C: Son nuestros hijos, General.

BELGRANO: ¡Odio a los niños!

MADRE A: ¡Por favor, son inofensivos!

BELGRANO: Carecen del menor sentido de la disciplina.

MADRE C: ¡Tenga piedad: recuerde al Tamborcito de Tacuarí!

Entra la PORTERA con una bandeja con tazas, BELGRANO se le abalanza.

PORTERA: ¡Virgen santa!

BELGRANO: ¿Quién la manda, Tristán, el Triunvirato? ¡HABLE, AHIJUNA!...

DIRECTORA: No le haga daño, es Amelia, la Portera, General.

SECRETARIA: Trae el mate cocido. ¿No quiere una taza?

BELGRANO: ¡No quiero nada! ¡Deme eso!

BELGRANO agarra un vaso de agua de la bandeja, saca una tableta de un bolsillo, se traga dos pastillas, y se toma el agua. Pausa.

MADRE A: Debe estar estresado.

MADRE C: No es para menos.

BELGRANO: El Triunvirato me odia, quiere que vuelva a Córdoba pero yo NI PIENSO... ¡El atropello de los usurpadores tiene los días contados! Tengo un buen pálpito: primero voy a caer sobre Salta, de ahí, como un refucilo salto a Potosí, después Lima, Río de Janeiro, Fortaleza, Cancún. Lo único que necesito es volver al campamento, tengo que pensar. ¿Qué hora es?

PADRE A: Las once y cuarto.

Aparte SECRETARIA y DIRECTORA

DIRECTORA: ¡Yo estoy maldecida! Hay que hacer algo. Este hombre está cada vez más nervioso.

SECRETARIA: Mire, señora Directora, estuve pensando: creo que habría que aprovechar la situación.

DIRECTORA: ¿Qué quiere decir?

SECRETARIA: ¿Qué ocurriría si al Ministerio le llegara la noticia de que en una anónima escuela del conurbano el acto del día de la Bandera fue presidido por el General Belgrano… en persona?

DIRECTORA: ¡Qué disparates dice!

SECRETARIA: Ningún disparate.

DIRECTORA: ¡Ni hablar!

SECRETARIA: Deje por lo menos que actué en la obrita. Volveríamos a ser escuela de primera.

DIRECTORA: ¡Basta, Irene! Hay que regresar a este hombre al siglo XIX ya. Sabe dónde termino yo si cae una inspección...

BELGRANO rodeado por los padres, muestra fotos.

MADRE C: A ver, a ver...

BELGRANO: Acá estamos en la batalla de Tucumán: Paz, Balcarce, Pueyrredón... Díaz Vélez , Dorrego, La Madrid...Holmberg, Alvarado y yo. Después entró Martín Rodríguez.

PADRE A: ¡Qué bárbaro!

BELGRANO: De mitad de campo de batalla para adelante era un buen ejército, compacto, aguerrido.

PADRE B: ¿Y cómo anduvo?

BELGRANO: Peleamos como fieras, el batallón de Pardos y Morenos arrancó adelante, los Usares por los laterales, a las dos horas lo vemos pasar a Tristán en bolas y a los gritos, huía a campo atraviesa en una bicicleta...

MADRE A: ¡Qué apasionante debe ser la guerra!

MADRE C: Romántica, sobre todo.

PADRE A: ¿Y usted mató mucho?

MADRE A: ¡Felix, sos tarado, el General es el comandante! ¿Vos te crees que va a andar matando enemigos cuando su función es dirigir?

PADRE B: ¿Y con el sable corvo, debe ser dificilísimo pelear con el sable corvo, no?

BELGRANO: Como todo, tiene sus secretos. ¿Usted tiene algún entrenamiento?

PADRE B: Con espadas luminosas, de jugar mi hijo.

BELGRANO: ¿Espadas luminosas? ¡Ustedes parecen todos imbéciles!  A ver venga (le da la espada) ¡Sostenga firme!

PADRE B: Es pesada.

BELGRANO: ¡No sea cagón, hombre: uno – dos – tres – ataque! ¡Uno – dos – tres – ataque! Repítalo solo... (agarra a la PORTERA de un brazo y se la lleva aparte) ¡Venga para acá! ¿Tiene lápiz y papel? Escriba: “Amada mía, aprovecho la pausa para enviarte estas pobres líneas. Quizás sea la fiebre o la fatiga, pero cerré los ojos en mi catre de campaña y los he abierto en Buenos Aires en una especie de hospicio o loquero, junto a un hato de niños intolerables y otra gente estrafalaria. ¡El Universo es extraño! ¿Cuánto tiempo ha pasado, amada? ¿Cuándo nos reencontremos podremos reconocernos? He dejado de ser el caballero americano acostumbrado a la buena caligrafía y amante de la jurisprudencia que conociste, para transformarme en un soldado más de esta pobre Revolución. Sé fuerte, sospecho que muy pronto estaré en tus brazos. Por siempre tuyo. Manuel”.... Despáchemela en carácter de urgente y ahora me anota esta lista: “580 fusiles, 215 bayonetas, 21 carabinas a repetición, 34 pistolas, 34.000 cartuchos de fusil, 6 cañones y 23 bombas inteligentes”.  Se me corre hasta la armería que está  en esta dirección (le saca la hoja de las manos y anota) y les dice que es para mí, tengo cuenta corriente. ¡Vamos, mujer, vamos, está sorda, muévase!
La PORTERA va hasta donde está la DIRECTORA y la SECRETARIA.

DIRECTORA: ¿Qué pasa, Amelia?
PORTERA (confundida): El señor quiere que le lleve este pedido. Dice que tiene cuenta corriente...
DIRECTORA: ¿Y cuál es el problema?

PORTERA: Difícil
DIRECTORA: ¿Y por qué difícil?
PORTERA: Es la dirección del Mc Donald del Alto Avellaneda.
DIRECTORA: ¡Mire Amelia, no eche más leña al fuego! ¡Usted la lleva!
PORTERA: ¿Pero y a quién se la doy?
DIRECTORA: ¡Y a mí qué me dice! ¡No arme quilombo! ¡Déjesela al payaso Ronald!
BELGRANO (a los gritos): ¡UNA RADIO, NECESITO UNA RADIO!

DIRECTORA: Amelia, tráigale la radio a este loco.

PORTERA: No tiene pilas.

BELGRANO: Necesito saber qué sucedió con San Martín en San Lorenzo.

PADRE B: ¡Ganó, General!

BELGRANO: ¿Ganó?

PADRE B: ¡Ajá! Le hicieron una marcha y todo.

BELGRANO (reflexionando): ¡Bien, bien!...

La PORTERA sale, la DIRECTORA y la SECRETARIA se acercan a BELGRANO.

SECRETARIA: Ya estamos viendo lo de su traslado.

BELGRANO: ¡Más vale que sea ya!

SECRETARIA: General, mientras tanto con la Sra. Directora habíamos pensado en algo. ¡Una pavada!

DIRECTORA: En realidad, necesitamos pedirle un favor.

SECRETARIA: ¿No le gustaría “tomar parte”?

BELGRANO: ¿“Tomar parte”?

SECRETARIA: Participar en la obrita del Día de la Bandera.

BELGRANO: ¡Y dale con la Bandera! ¡Aquí todo el mundo está  obsesionado con la Bandera! ¿Qué tiene de malo el Día del Uniforme?

DIRECTORA (impaciente): A ver si definimos esto de una vez: lo que la Secretaria quiere manifestar, General es si Ud. querría actuar.

BELGRANO: ¿Actuar? (duda) ¡Hmmm, actuar!... ¿Y de quién tendría que hacer?

SECRETARIA: De Belgrano.

BELGRANO: ¿De Belgrano?

SECRETARIA: Es un protagónico.

BELGRANO: ¡Hmmm, no sé!... Es un personaje complejo. Claro que también cuento con ciertas ventajas: yo “soy” Belgrano, y alguna experiencia en la actuación tengo.

SECRETARIA: ¿No diga?

BELGRANO: Asistí seis años los talleres del Café de Marco, después pasé a la tertulia de las hermanitas Ezcurra. No hay como el teatro para mantener el espíritu de la tropa,  era la eterna discusión con La Madrid,  él se inclinaba más por el tenis de mesa. En campaña representamos todo, desde los clásicos hasta las nuevas tendencias, Veronese, el Periférico de Objetos. Lógicamente de Calderón y Lope de Vega, nada, por godos.

SECRETARIA (entregándole el libreto): Entonces no se hable más, seguro que le va a salir. Tome (al resto de los padres, haciendo sonar las palmas) A ver, atención por qué no repasamos, usted, Sr. Carminatti, es Balcarce, el Gral. Belgrano va a ocupar su lugar.

MADRE C: ¿Va a actuar?
MADRE A: ¡Va a actuar! ¿No es fascinante?

MADRE C (suspirando): ¡Que personalidad!

MADRE A: Y... es héroe.

MADRE C: Sí.
MADRE A: Y lo heroico siempre destaca en el hombre como un cierto...

MADRE A: Sex appel.

MADRE A: ¡Exacto: un sex appel! Fíjese Félix, en cambio.

MADRE A: ¿Qué tiene?

MADRE B: Vendedor de AFJP, de noche le da miedo sacar a pasear al perro.

MADRE A: Sí. Mi marido también es un pobre tipo.

MADRE B: Un héroe en cambio...

MADRE B: Y sí, un héroe... Le voy a confesar algo: sabe, yo tengo fantasías.

MADRE B: ¿Con héroes?

MADRE B: Sí. Pero nada histórico, lo mío es con héroes de Marvel (reservada) Sueño que lo hago con Superman.

MADRE B: ¡Qué loca!

MADRE A: ¡El hombre de acero!

MADRE A: ¡Ay, cállese!

MADRE C: Estamos en plena faena cuando se nos suman Patoruzú y el Increíble Hulk.

MADRE A (apantallándose): ¡Basta, por favor!

Los padres alzan de la mesa los birretes, los sables de cartón, suben a la tarima. La MADRE A le da una cámara de fotos a la MADRE C.

MADRE A: Hágame el favor, por lo menos quiero quedarme con un recuerdo.

La MADRE A va junto a BELGRANO, mientras la MADRE C saca varias fotos, lo abraza, lo toca.

MADRE A: Qué buena confección tiene su uniforme, General. ¿De qué tela es?

BELGRANO (malhumorado): Tela zampo.

MADRE A: ¡Ja, ja, usted me encanta, es re-políticamente incorrecto!

La SECRETARIA y la DIRECTORA hablan aparte.

DIRECTORA: Irene, esto es una  locura.

SECRETARIA: Confíe en mí, en un rato llamó a mi marido que conoce a un periodista de la radio. Va a ver qué pegada.

Entra el CONCEJAL con dos urnas.

CONCEJAL: ¡Buenas!

DIRECTORA: ¿Qué hace acá?

CONCEJAL: Traigo las urnas para la votación del domingo.

DIRECTORA: Ahora, no.

CONCEJAL: No, claro, el domingo.

DIRECTORA: Digo que ahora no puede estar acá, señor, estamos en una reunión, por favor retírese.

CONCEJAL: Pero... ¿El Intendente no le avisó?

BELGRANO de golpe empieza a perseguir con la espada al PADRE B.

BELGRANO: ¡Usares y Dragones, por el flanco derecho a retaguardia!

PADRE B: ¡Socorro!

BELGRANO: ¡Deponga las armas, Goyeneche, o lo corto en rebanadas!

PADRE B: ¡Auxilio! 

BELGRANO: ¡No huya, cobarde!

MADRE A: ¡Sra. Directora, párelo, lo va a lastimar!

SECRETARIA: ¡General, por favor!

CONCEJAL (reparando en BELGRANO): Que extraño... El señor... Me resulta tan.. ¡Je!... No imposible.

DIRECTORA (intentando  llevarse al CONCEJAL): ¡Espere en la Dirección, hágame el favor!

BELGRANO (dejando de perseguir al PADRE B): Ni se le ocurra seguir la carrera militar, usted da pena (reparando en el CONCEJAL) ¿Y éste quién es, también va a actuar? Su nombre...

MADRE C (al CONCEJAL): Es el General Manuel Belgrano.

CONCEJAL: No decía... Sabe que yo juraba... ¡Increíble!

BELGRANO (al CONCEJAL): ¿Está sordo? ¡Su nombre!

CONCEJAL: ¡Perdón! Américo Raúl García, Honorable Consejo Deliberante de Avellaneda. Es un gusto, General.

Le tiende la mano, BELGRANO la rechaza.

BELGRANO: ¡Funcionario!... Bien... ¿Trae los fondos que me prometió el Triunvirato?

CONCEJAL: No entiendo.

BELGRANO: ¡LOS FONDOS QUE ME DEBE EL TRIUNVIRATO, EL DINERO PARA LA CAMPAÑA, CAGATINTAS!....

CONCEJAL: No sé, nadie me dijo nada...

BELGRANO: ¿Entonces hicieron una transferencia, con qué banco operan?

CONCEJAL (angustiado): Me confunde, le juro que no estoy al tanto. Lo puedo comunicar con el secretario de finanzas de la intendencia si usted quiere...

BELGRANO (dirigiéndose a los padres) ¡Atención batallón, señoras, acérquense un momento, por favor! Aquí este secuaz de poder central nos va a dar una lección de ciudadanía: ¿A ver, cagatintas, díganos cuál es su cargo?

CONCEJAL: Concejal

BELGRANO: Sueldo

CONCEJAL: ¿Cómo dice?

BELGRANO: ¡SUELDO, DIETA, CUANTO COBRA!

CONCEJAL: Diez mil quinientos... m-más bonificación por desarraigo, plus por pasajes y gastos reservados.

BELGRANO: ¡Diez mil quinientos más bonificación, plus y gastos por no sé cuánto!... ¿Y qué hace?

CONCEJAL: No entiendo.

BELGRANO: ¿CUÁL ES SU TRABAJO, PARA QUE SIRVE, CARAJO?

CONCEJAL: A-asesoro

BELGRANO: ¿Asesora?... ¡Atención: mientras nosotros dejamos la vida  en sostener las fronteras indecisas de la patria, sin pertrechos, sin comida, alejados de nuestros afectos, acá nuestro heroico cagatintas… a-sesora!

CONCEJAL: Lo que gano figura en mi declaración jurada, General, le juro que...

BELGRANO: ¡Cállese!  Aquí está el enemigo más peligroso, señores, el enemigo de adentro, el traidor a su pueblo, a su gente y a los principios sagrados de la Revolución...

PADRE A y PADRE B, se le van encima al CONCEJAL.

PADRE A: ¡Vendepatria!

PADRE B: ¡Corrupto! ¡Ladrón!

CONCEJAL: ¿Qué hacen? ¡Suéltenme!

BELGRANO: ¡Doscientos azotes y al calabozo!

SECRETARIA: ¡General, por favor!

BELGRANO: Está bien, está bien muchachos, es sólo un ejercicio de improvisación, estoy buscando a los personajes. De todas formas ustedes no atemorizarían ni a un paralítico (solemne) Igual, la patria tiene hijos que sostendrán su causa y que primero perecerán a ver usurpados sus derechos.

SECRETARIA (volviendo a entregarle el libreto): No hay mucho tiempo ¿Por qué mejor no se concentra en sus parlamentos? 

BELGRANO: ¡Deme eso!

BELGRANO se va aparte a estudiar la letra. PADRE A y PADRE B, hablan entre sí y luego se acercan a la DIRECTORA, el CONCEJAL saca un celular,  marca nerviosamente. El diálogo de los PADRES con la DIRECTORA y la comunicación irán a la par.

PADRE A: Qué quiere que le diga: así cualquiera. Él después se va a ir lo más tranquilo pero nosotros tenemos que quedarnos.

PADRE B: ¡Más vale! Mi hijo seguro que va a empezar a burlarse, últimamente la tiene contra mí, para colmo no se le puede decir nada porque lo estamos mandando a terapia. ¡Va a ser un papelón del principio al fin!

PADRE A: Yo me niego.

PADRE B: Yo también.

PADRE A: ¿Quién lo habla?

PADRE B: ¡Usted!

PADRE A: No mejor usted.

PADRE B: Tiremos una moneda

PADRE B tira una moneda y la abaraja.

PADRE B: Cara, perdió

El PADRE A encara a la DIRECTORA.

PADRE A: Señora, si nos permite, acá con el caballero queríamos plantearle una preocupación.

PADRE B: Estamos contentos con la participación del General Belgrano, pero con  respecto a las armas de la obrita...

DIRECTORA: ¿Qué hay?

PADRE B: Habrá notado que son de cartón.

PADRE A: Muy bien confeccionadas, por cierto...
PADRE B: Realistas.

DIRECTORA: ¡Abreviemos, señores!

PADRE B: ¿Cómo decirlo? Si las comparamos con el sable corvo del General Belgrano, ¿qué sucede?

DIRECTORA: No entiendo.

PADRE A: Que nuestros hijos van a estar mirándonos y con espaditas de cartón estamos en inferioridad de condiciones.

PADRE B: ¡Que vamos a hacer un papelón, señora!

DIRECTORA: ¡ES UNA OBRA DE TEATRO, QUÉ PRETENDEN, BAZUCAS, MISILES ANTITANQUES! ¡Qué locura es ésta! ¡Irene, por favor, hágase cargo!

El CONCEJAL habla por el celular.

CONCEJAL: Hola, hola, Intendente... qué suerte que lo encuentro... acá en la escuela...sí, traje las urnas... sí, pero escuche... no sabe la sorpresa que le tengo... no, no lo va a creer... ¡Esto es portentoso, extraordinario! Un verdadero milagro. La oportunidad que estábamos buscando. Para que tenga una idea con esto el domingo ganamos de punta a punta... No, véngase rajando...quiero que lo compruebe usted mismo...

BELGRANO (lee, de golpe da un salto) ¡Esto es un insulto! ¿Quién escribió esta bazofia? ¿Quién fue el autor de esta injuria? ¡Que se reporte el autor de esta porquería, AHORA!...

PADRES (aterrorizados): ¡El autor, que venga el autor!

DIRECTORA: ¡El autor!

SECRETARIA: ¡Por favor, el autor!

De entre el público se para un hombrecito calvo, de lentes.

PADRE A: ¿Usted es el autor?

AUTOR: S-sí. ¿Por?

SECRETARIA: ¡Venga!

DIRECTORA: ¡Suba, hombre, está sordo!

El AUTOR sube al escenario, lo empujan para que se acerque a BELGRANO.

BELGRANO: ¿Usted escribió esto? ¡HABLE!

AUTOR: ¡Yo soy el autor... pero del texto original!

BELGRANO: ¿Qué quiere decir?
AUTOR: Que he dejado al actor la posibilidad de encontrar s-su propia voz, mientras que mi labor se centra en la creación del todo sistémico, integral. Digamos que e-en este sentido hay una ruptura de la teatralidad reconocible para crear un nuevo tipo experiencia escénica.

BELGRANO: ¡Mire,  usted también está loco, siéntese! (enarbolando el  libreto) Quiero saber, bajo tribunal de guerra, quién escribió esta injuria. ¡¡¡QUIEN FUE!!!

Pausa en la que se escrutan unos a otros.
DIRECTORA: Fui yo.
BELGRANO: ¡Usted!... (camina en derredor de la DIRECTORA, la examina) ¡Usted! A ver, querida señora, explíquenos cómo a un alto mando de expertos jefes de caballería, oficiales fogueados, veteranos ilustres de las Invasiones Inglesas, yo puedo arengarlos antes de la batalla diciéndoles: “La patria confía en que sus hijos sostendrán la noble causa, por los sagrados derechos de la libertad y la autodeterminación, la copa de leche, el aula de computación y un nuevo equipo de luces para el salón de actos. ¡QUÉ ES ESTE DISPARATE!

PADRE A: ¡Escandaloso!

MADRE C: ¡Qué vergüenza!

SECRETARIA: General, no sabe la crisis por la que están pasando las escuelas bonaerenses.

BELGRANO: ¡CALLESE! A esta institución, según me comentaron, concurre la nieta de Pacho O´Donnell. ¿Esto es correcto?

SECRETARIA: Es correcto.

BELGRANO: Díganme, entonces: ¿Cómo quedo yo ante la historia si ponen en mi boca tales burradas? “¡El General Manuel Belgrano sintió pánico antes de una batalla y empezó a delirar! ¡El General Manuel Belgrano se droga!”

DIRECTORA: Tiene razón. Le pido disculpas.

CONCEJAL (interrumpiendo, aparatoso): Como dijo un conocido constitucionalista: primero será la Revolución, el cambio del viejo y viciado sistema por uno nuevo, y una vez instaurado, sí, llegará el turno de los reclamos puntuales: mayor presupuesto, salud, arreglo de cloacas, alumbrado y barrido. Justamente le comentaba al Intendente, hay un sinnúmero de cosas que entre usted y nosotros  podemos articular para felicidad del pueblo de la Patria (le tiende el celular) El Intendente en línea...

BELGRANO: ¿El Intendente? ¿Cayó Triunvirato? ¿De qué habla este carajo?

CONCEJAL: Juan Ignacio Castromán, Intendente de Avellaneda.

BELGRANO (furioso, de un sablazo le hace volar el celular de las manos): ¡BASTA!

De golpe una luz potente surge desde la platea, off de voces, tumulto, flashes. BELGRANO queda anonadado.

OFF PERIODISTAS: ¡General, acá General, por favor, de Crónica TV, de TN, General, una pregunta! ¡Por favor no empujen! ¡De Intrusos en el espectáculo, Radio Continental, General, una sola pregunta!

PADRE B: ¡Fuera! ¡Salgan de acá!

DIRECTORA: ¿Quién les avisó? ¿Fue usted Irene?

SECRETARIA: No

DIRECTORA: ¡Traidora!

SECRETARIA: ¡Se lo juro por mis hijos, señora!

OFF PERIODISTAS: ¿Tiene una hija no reconocida, General? ¿Es verdad su ruptura con San Martín? ¿Se postula para las próximas elecciones?  

PADRE A: ¡Váyanse! ¡Fuera!

DIRECTORA (al AUTOR): Entonces fue usted.

El AUTOR escudándose en el guión abierto.

AUTOR: ¡Para nada! ¡Lea, en el libro no hay ninguna conferencia de prensa!

OFF PERIODISTAS: General, General, los realistas lo acusan de bisexual. ¿Salió de placard? ¿Qué puede decir al respecto?

La DIRECTORA se abalanza hacia la luz.

DIRECTORA: ¡Cierre la ventana, Irene! ¡No hay declaraciones, se van!

La luz y las voces se esfuman, BELGRANO se mantiene estupefacto, intentan hacerlo reaccionar.

PADRE B: ¡General, General!

PADRE A: ¿Se siente bien?

SECRETARIA: Traigan una silla.

Lo sientan.

MADRE C: Son muchas emociones juntas.

SECRETARIA: Amelia, traiga algo fuerte.

MADRE A: Hay que llamar a un médico.

DIRECTORA: Le llega a pasar algo voy presa.

PADRE B: ¡No, no esperen!

BELGRANO comienza a hablar suavemente desde la silla como si soñara, para ir subiendo gradualmente el tono hasta incorporarse sobre la silla y concluir exaltado.

BELGRANO: Escucho el repicar de campanas, los vivas de la plaza manifiestan algarabía, atronan tres salvas de artillería, en los semblantes leo los sentimientos generosos con que la libertad dilata los corazones ¿Dónde han quedado las rivalidades? ¿La incomprensión de los serviles? ¡Es hora de sumar, señores! El que en su corazón haya jurado la libertad de sus hermanos, el que observe con interés la suerte de los pueblos de América, no puede menos que consagrarse al placer de este día. El Dios de la victoria ha fortalecido los brazos de sus libertadores. ¡Huyan para siempre los tiranos del suelo de los hombres libres, ya no tienen que esperar sino la justa venganza de los que han hecho gemir por tantos siglos! ¡Rotas las cadenas con que habíais aprisionado a la América, toda ella se confedera en vuestra ruina, con los irascibles vínculos de la firmeza, la severidad y el castigo contra cada enemigo de la justa causa revolucionaria!

Pausa. BELGRANO, con extrañeza, parece volver del sueño.

BELGRANO: ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?

DIRECTORA: Estaba delirando.
PADRE A: Decía disparates. Hablaba pavadas, General. Nos dio un susto.
SECRETARIA: ¿La conferencia de prensa, los periodistas, no  recuerda?
BELGRANO: ¿Qué periodistas? ¿Qué delirio? ¡Basta, todos ustedes me tienen harto, me escucharon: HARTO! ¡ME VOY!
Entra DIAZ VELEZ.
DIAZ VELEZ: ¡General!
BELGRANO: ¡Díaz Vélez, por fin! ¿Por dónde entró?
DIAZ VELEZ: Por ahí...
BELGRANO (sorprendido): ¡Mire usted!
DIAZ VELEZ: Estamos un poco atrasados, General, hay problemas con el abastecimiento de pertrechos, la tropa espera órdenes. ¿Quién es toda esta gente?

BELGRANO: Es largo de explicar. Si no estuviéramos apurados el deber me ordenaría fusilarlos en masa. ¡Vámonos!
SECRETARIA: ¡Pero General, no, espere!

BELGRANO: ¡A callar! ¡Manga de trastornados!

BELGRANO y DIAZ VELEZ salen por la derecha.

SECRETARIA: Es que por ahí no van a poder salir.

DIRECTORA: Hace treinta años que trabajo en esta escuela, por ahí se va a la Portería (al AUTOR) ¡Usted que es el autor, diga algo!

AUTOR (revisando el guión): No sé, e-estoy un poco confundido.

DIRECTORA: Se escuchan ruidos.

OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!

MADRE B: ¿Qué es eso?

SECRETARIA (asomándose): Quieren salir por la despensa, la portera se hizo fuerte en el pasillo y no los deja pasar.

OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!

SECRETARIA: Les está tirando con las ollas.

MADRE C: ¡Esa mujer está loca!

Repentino silencio.

SECRETARIA: Se la llevan prisionera.

Pausa, se miran unos a otros, repentinamente deprimidos.

MADRE A (reaccionando): ¡General, lléveme!

PADRE A: ¿Magda, estás loca?

MADRE A: ¡Me voy con él, Félix, lo amo!

La MADRE A sale tras BELGRANO y DIAZ VELEZ.

PADRE A: ¡Magda, Magda!

SECRETARIA: ¡Qué papelón!

PADRE A: Siempre me hace lo mismo. Con el primero que se le cruza. ¡Qué vergüenza!

PADRE B: No se aflija, por lo menos es con un prócer.

Pausa. Se empieza a escuchar una marcha.

PADRE B: ¿Y eso? ¿Escucha?

PADRE A: Sí. ¿Qué será?

PADRE B: No sé. Pero es muy pegadizo, yo de golpe siento una cosa acá en el estómago. ¿La siente?

PADRE A: Sí, ¿qué será?
PADRE B: El llamado de la patria.

PADRE A: ¿Le parece?
PADRE B: Ajá. Y creo que sería una vergüenza no escucharlo, quedarnos de brazos cruzados.

PADRE A: ¡Es verdad! Yo no estoy muy entrenado, además soy insulino-dependiente, pero una voz interior me dice “animate, tenés una obligación que cumplir”.

PADRE B: ¡Vamos!

La marcha crece, los PADRES van hasta el escenario, agarran los birretes, las espaditas de cartón, improvisan una formación y empiezan a salir marchando.

PADRE A: ‘Civilem protege pacem et salutem’ ¡Muerte a la península!
PADRE B: ¡Valor, camarada!... ¿Servirá de algo ir con el celular?
PADRE A: Por las dudas llévelo. ¿Qué batalla dijo el General?
PADRE B: Vilcapugio, creo, o Ayohuma.
PADRE A: No, eso fue la Expedición al Paraguay.

PADRE B: La de la Expedición al Paraguay fue Campichuelo.

PADRE A: ¿O Cancha Rayada?

PADRE B: Ni cancha Rayada, ni Campichuelo. Es Paraguarí.

PADRE A: Paraguarí fue la del cruce de los Andes.

MADRE C (enjugándose las lágrimas con un pañuelo): ¡Bravo patriotas! ¡Suerte! ¡Vayan con Dios!

Salen por el lugar equivocado, vuelven a entrar, siempre marchando y empiezan a salir por la derecha.

DIRECTORA (al AUTOR): ¿Y usted, se queda ahí sentado, no piensa ir?

AUTOR: Es que n-no sé si corresponde.

DIRECTORA (empujándolo): ¡Vamos, hombre! ¿No le corre sangre por las venas? ¡Estos intelectuales, no sirven ni para espiar!

El AUTOR se suma a la formación que sale. Pausa. La SECRETARIA y LA
DIRECTORA observan al CONCEJAL, que se incomoda.
CONCEJAL: Si no fuera que asuntos igualmente trascendentes me retienen...

DIRECTORA: ¡Sí, justo!

CONCEJAL (con nerviosismo): ¡Salud, salud, patriotas! ¡Con cuanto orgullo los contemplo! Como dijo un conocido constitucionalista: actitudes como éstas, proyectan el perfil de gloria del destino americano.
Sigue la marcha hasta perderse, canto de grillos de fondo, tiempo, se escucha con un ligero eco.

OFF PORTERA: ¡Mmmmm! ¡Mmmm!
OFF DIAZ VELEZ: Los hombres, esperan sus órdenes. Están algo inquietos...
OFF BELGRANO: ¡No es para menos!
OFF PORTERA: ¡Mmmmmm!
OFF BELGRANO: Ajústele la mordaza a esa piantada, y cuando lleguemos me la destina a la cocina de la tropa.
OFF DIAZ VELEZ: Qué gente rara, General. ¿Eran naturales del lugar?
OFF BELGRANO: No lo sé. Lo que me saca de quicio es pensar que ocupan el territorio que tanta sangre nos está costando defender. ¡Se toman la Revolución a la chacota!
VOCES: ¡Espere! ¡No nos abandone, General! ¡Vamos con usted!
OFF DIAZ VELEZ: ¿Los ve?
OFF BELGRANO: Sí, los veo. Son esos locos. ¡Vamos a toda marcha, Díaz Vélez! ¡Acelere, acelere! ¿Qué le pasa?
OFF DIAZ VELEZ: Que no sé cómo General, flotamos en el éter.
OFF BELGRANO: ¡Si le digo a toda marcha, es a toda marcha! ¡No sé, mueva los brazos, reme! ¡ES UNA ORDEN!
OFF DIAZ VELEZ: ¡Voy! ¡Voy!
Tiempo.
SECRETARIA: ¿Los escucha?
DIRECTORA: Apenas. Por suerte ya deben estar bien lejos.
CONCEJAL: Bueno, si me lo permiten yo ya me retiro.
DIRECTORA (irónica): ¡Vaya, vaya, debe tener un montón de cosas que hacer!
El Concejal sale, la Directora se sienta, está exhausta.
DIRECTORA (suspira) ¡Seis meses para jubilarme! ¡Qué circo, madre mía! Se da cuenta, ¿no?
SECRETARIA: ¿De qué, señora Directora?
DIRECTORA: ¡Del país, Irene, del país!
SECRETARIA: Sí, es una pena.
DIRECTORA: Sin norte, sin brújula. Seguimos en bolas y a los gritos como en la época de los malones.
SECRETARIA: Es verdad.
DIRECTORA: ¡Y no aprendemos! ¡No aprendemos! ¡No aprendemos! ¿Puede ser que nunca aprendamos? ¿Para qué sirve lo que usted y yo hacemos?¿Para qué sirve la educación?¿Se lo preguntó alguna vez.
SECRETARIA: Sí, me lo pregunté. Pero, sabe, yo soy optimista.
DIRECTORA: Más bien pelotuda.
SECRETARIA: No sea así.
DIRECTORA: ¿Qué hora es? ¿Antonia no nos tiene que traer los jugos?
SECRETARIA: Se la llevaron prisionera.
DIRECTORA: ¡No le digo yo! Por favor, agarre mi billetera de la cartera y pídase algo en el bar de enfrente, yo la invito.
SECRETARIA: ¿Qué quiere?
DIRECTORA: Un Gancia con limón, o no, mejor un destornillador con mucho vodka. Creo que cuando me jubile me voy a dedicar al alcohol.
APAGÓN