Personajes:
Cárpena
Soldati
Guardia
Cárpena
Soldati
Guardia
ESCENA I
Patio de recreo de
cárcel de máxima seguridad, entra un guardia transportando a CÁRPENA, lo lleva
en un carro, va atado con cadenas con pasadores en tobillos y muñecas, un bozal
enrejado le cubre la mitad inferior de la cara. El guardia lo deja parado sobre
el carro en mitad de la escena y sale.
APAGÓN
ESCENA II
Vuelve el guardia trayendo a SOLDATI en otro carro, encadenado y con su bozal, lo coloca junto a CÁRPENA y sale. Ambos quedan de frente al público. Debido a la posición de los carros y a las ataduras, en los diálogos van a tener dificultades para mirarse. Largo silencio.
SOLDATI: Calor.
CÁRPENA: …
ESCENA II
Vuelve el guardia trayendo a SOLDATI en otro carro, encadenado y con su bozal, lo coloca junto a CÁRPENA y sale. Ambos quedan de frente al público. Debido a la posición de los carros y a las ataduras, en los diálogos van a tener dificultades para mirarse. Largo silencio.
SOLDATI: Calor.
CÁRPENA: …
SODATI: Esta vez se adelantó, ¿no?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Mi Dios, y lo que va a ser enero!
CÁRPENA: …
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Mi Dios, y lo que va a ser enero!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Es el tema este de la capa de ozono.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Parece que los gases que largan las
fábricas suben y hacen como una costra que no deja pasar el aire.
CÁRPENA: …
CÁRPENA: …
SOLDATI: A mí este año no me joden: me voy los
tres meses al mar.
SOLDATI lo espía,
CÁRPENA, sin poder evitarlo, se sonríe.
SOLDATI: ¡Bien! ¡Ve que no es tan difícil!
CÁRPENA: ¿Cómo dice?
SODATI: Que se relaje un poco, hombre. Tiene que
cortarla con la mufa.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Más ahora que nos vamos.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Más ahora que nos vamos.
CÁRPENA: Le pido que no vuelva con eso.
SOLDATI: ¿Por qué? Sería negar la realidad.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Si nos vamos, nos vamos.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Córdoba en esta época es ideal: nos instalamos en Alpacorral, conseguimos una cabañita en medio de las sierras, hacemos una huerta, fabricamos dulces, algo así de pantalla, y a la tardecita bajamos al pueblo. ¿Qué me dice?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Con el turismo, las caminatas y los paseos a caballo nos mimetizamos, como quien dice, con el paisaje.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Si nos vamos, nos vamos.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Córdoba en esta época es ideal: nos instalamos en Alpacorral, conseguimos una cabañita en medio de las sierras, hacemos una huerta, fabricamos dulces, algo así de pantalla, y a la tardecita bajamos al pueblo. ¿Qué me dice?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Con el turismo, las caminatas y los paseos a caballo nos mimetizamos, como quien dice, con el paisaje.
CÁRPENA: Anteayer había dicho Santa Teresita.
SOLDATI: Cambio de planes, Cárpena. La costa atlántica con el Operativo Sol está jodida (pausita, observa al otro) ¿A usted le pasa algo?
CÁRPENA: No. ¿Por qué lo dice?
SOLDATI: Cambio de planes, Cárpena. La costa atlántica con el Operativo Sol está jodida (pausita, observa al otro) ¿A usted le pasa algo?
CÁRPENA: No. ¿Por qué lo dice?
SOLDATI: No sé, lo veo lánguido.
CÁRPENA: …
SODALTI: Cuente, che, para eso están los amigos.
CÁRPENA: ¡USTED NO ES MI AMIGO!
SOLDATI: ¡Bueno, no es para que se ponga así!
CÁRPENA (cambiando):
Disculpe.
Pausita.
CÁRPENA: Es un tema familiar, no viene al caso.
SOLDATI: Y cuente, che, por ahí le doy una mano.
CÁRPENA: Olvídelo.
SOLDATI: Dele, afloje, Cárpena.
CÁRPENA: Mi nena…
SOLDATI: A ver, ¿cómo es eso?
CÁRPENA: Hoy me va a venir a visitar con un chico. Mi mujer la quiere casar, le llenó la cabeza y ella, pobre, se pone de novio y –como siempre fuimos muy pegados- se siente en la obligación de presentarme a los candidatos.
SOLDATI: Me imagino.
CÁRPENA: Siempre la misma historia: no se anima a advertirles, los trae, los pobres muchachos me ven, se les baja la presión y se van dando tumbos. Lógicamente, después no les ve más el pelo.
Pausita.
CÁRPENA: Es un tema familiar, no viene al caso.
SOLDATI: Y cuente, che, por ahí le doy una mano.
CÁRPENA: Olvídelo.
SOLDATI: Dele, afloje, Cárpena.
CÁRPENA: Mi nena…
SOLDATI: A ver, ¿cómo es eso?
CÁRPENA: Hoy me va a venir a visitar con un chico. Mi mujer la quiere casar, le llenó la cabeza y ella, pobre, se pone de novio y –como siempre fuimos muy pegados- se siente en la obligación de presentarme a los candidatos.
SOLDATI: Me imagino.
CÁRPENA: Siempre la misma historia: no se anima a advertirles, los trae, los pobres muchachos me ven, se les baja la presión y se van dando tumbos. Lógicamente, después no les ve más el pelo.
SOLDATI: Me imagino. ¡Qué barbaridad! ¿Y cuántos
van?
CÁRPENA: ¿Desde que estoy acá?
SOLDATI: Ajá.
SOLDATI: Seis.
SOLDATI (reflexivo): Más este: siete. ¡Qué barbaridad!
CÁRPENA (se remueve, le pica la espalda): ¡Aaaay!
CÁRPENA: ¿Desde que estoy acá?
SOLDATI: Ajá.
SOLDATI: Seis.
SOLDATI (reflexivo): Más este: siete. ¡Qué barbaridad!
CÁRPENA (se remueve, le pica la espalda): ¡Aaaay!
SOLDATI: ¿Le volvió?
CÁRPENA: ¡Y A USTED QUÉ LE PARECE! ¡Aaaaaay! (se rasca contorsionando el cuerpo)
SOLDATI: Utilice la inteligencia. Cada vez que le pique fije en la memoria el lugar preciso, después en la celda se rasca todo junto.
CÁRPENA: ¡Y A USTED QUÉ LE PARECE! ¡Aaaaaay! (se rasca contorsionando el cuerpo)
SOLDATI: Utilice la inteligencia. Cada vez que le pique fije en la memoria el lugar preciso, después en la celda se rasca todo junto.
CÁRPENA: ¡No diga boludeces!
SOLDATI: Es lo que hago yo. Escuche, volviendo a lo de su nena, si quiere podemos hacer algo: cuando lo vengan a ver intercambiamos carretilla y me hago pasar por usted.
SOLDATI: Es lo que hago yo. Escuche, volviendo a lo de su nena, si quiere podemos hacer algo: cuando lo vengan a ver intercambiamos carretilla y me hago pasar por usted.
CÁRPENA: ¿Y para qué quiere hacer eso?
SOLDATI: Una mano lava a la otra: yo le hago un
favor a usted y usted me hace otro a mí.
CÁRPENA: Explíquese.
SOLDATI: Pido que me dejen a solas con el chico, no sé, para decirle algo de hombre a hombre, para darle algunos consejos antes del casamiento y entonces...
CÁRPENA: Explíquese.
SOLDATI: Pido que me dejen a solas con el chico, no sé, para decirle algo de hombre a hombre, para darle algunos consejos antes del casamiento y entonces...
CÁRPENA: ¿Entonces?
SOLDATI: ¡¿Usted es o se hace?! ¿Qué le parece? (hace algún gesto con la boca que
signifique comer)
CÁRPENA (espantado):
¿Quiere decir para… que usted se lo?...
SOLDATI: Correcto.
CÁRPENA: ¡No diga disparates!
SOLDATI: ¿Qué tiene? Si con estos bozales ni se nos ven las jetas. Plan por demás plausible, Cárpena.
CÁRPENA: ¡No diga disparates!
SOLDATI: ¿Qué tiene? Si con estos bozales ni se nos ven las jetas. Plan por demás plausible, Cárpena.
CÁRPENA: ¡CÁLLESE!
Pausita.
CÁRPENA: Usted de veras que está enfermo.
SOLDATI: ¡Ay, mire quien habla: míster equilibrio!
SOLDATI: ¡Ay, mire quien habla: míster equilibrio!
VOZ EN OFF: Interno 4811, interno 4811 tiene
visita…
SOLDATI, da un salto de su carro. Atado, va como puede hasta CÀRPENA
SOLDATI, da un salto de su carro. Atado, va como puede hasta CÀRPENA
SOLDATI: Ahí están, dele, mueva las cachas antes
de que vengan a buscarlo.
Trata de sacarlo de su
carro.
CÁRPENA: ¡Salga de ahí, suelte!
SOLDATI: ¡No se retobe, vamos!
CÁRPENA: ¡Le dije que salga!
APAGON
APAGON
ESCENA III
Siempre en el patio de la cárcel y sobre los carros, CÁRPENA y SOLDATI están inclinados boca arriba tomando sol. Aunque con cadenas, no llevan los bozales y están con el torso desnudo. SOLDATI tiene puestos lentes oscuros (para conseguir el ángulo apropiado los carros pueden estar apoyados en el extremo superior en una banqueta, tarima o símil)
SOLDATI: Un buen baño de sol. Hay que sacarse el
tono verdoso, Cárpena, tener aspecto saludable.
CÁRPENA: ¡Déjese de joder!
SOLDATI: La imagen es importante, vende a la persona. Más cuando uno llega a un lugar donde no lo conocen.
SOLDATI: La imagen es importante, vende a la persona. Más cuando uno llega a un lugar donde no lo conocen.
CÁRPENA: ¿Sabe que existe algo llamado cáncer de
piel?
SOLDATI: ¡Ay, córtela con la mala onda! Usted es
imposible.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Hágalo por la patrona y por la nena, entonces.
SOLDATI: Hágalo por la patrona y por la nena, entonces.
CÁRPENA: ¡Le dije que no vuelva a mencionar a mi
familia!
SOLDATI: Para que lo vean mejor, digo. Obsérveme a
mí, me afeito cada mañana, relojée los abdominales. Doscientas lagartijas
diarias. Encadenado y todo cumplo con la rutina (hace distintos movimientos, limitado por las cadenas) fuerza de
brazos, deltoides, cuádriceps, trote. Contemple.
CÁRPENA: Veo, veo. ¡Atropellado por los éxitos!
SOLDATI (tocado):
No sé si atropellado por los éxitos pero se nota la diferencia.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Es una cuestión de actitud.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Es una cuestión de actitud.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Qué poca iniciativa, hubiera sido tan sencillo. Usted me decepciona.
SOLDATI: Qué poca iniciativa, hubiera sido tan sencillo. Usted me decepciona.
CÁRPENA: ¿De qué habla?
SOLDATI: Lo de su futuro yerno: me lo almorzaba antes
de que pudiera decir pío. Incluso le hubiera dejado la bolsita con la achuras
para que trabajara en lo suyo.
CÁRPENA (impactado):
¿P-perdón?
SOLDATI: “En lo suyo”, en su vicio, quiero decir…
SOLDATI: “En lo suyo”, en su vicio, quiero decir…
CÁRPENA (temblando
de la furia): ¡NO LE PERMITO! ¡USTED QUÉ SABE! ¡CÁLLESE!
SOLDATI: Bueno, bueno, hombre, no se ponga así (pausita) Si no quiere hablar, no hable.
Pero, para que lo sepa, yo no vivo en un tarrito de azafrán.
CÁRPENA: …
CÁRPENA: …
SOLDATI: Cuando estaba afuera leía los diarios.
CÁRPENA: …
SOLDATI (conciliador):
Vamos, sólo intento crear un vínculo, yo le cuento de lo mío, usted me cuenta
de lo suyo y así nos vamos conociendo.
CÁRPENA: ¿Y quién dijo que yo quiero conocerlo?
SOLDATI: Okey, como guste.
SOLDATI cierra los
ojos, se abstrae en el baño de sol. Canta.
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / que se robó a una mujer / quieren, quieren / quieren saber donde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo sé porqueeeee”… Lo que no entiendo es cómo se las arreglaba para la conservación sin frío.
CÁRPENA: Usted no se cansa nunca.
SOLDATI (embalado): Ese era mi problema, sabe, probé de todo: barras de hielo, un esplit frío-calor, la heladera familiar. Pero vio que si no es desmembrado el cuerpo no le entra…
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / que se robó a una mujer / quieren, quieren / quieren saber donde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo sé porqueeeee”… Lo que no entiendo es cómo se las arreglaba para la conservación sin frío.
CÁRPENA: Usted no se cansa nunca.
SOLDATI (embalado): Ese era mi problema, sabe, probé de todo: barras de hielo, un esplit frío-calor, la heladera familiar. Pero vio que si no es desmembrado el cuerpo no le entra…
CÁRPENA: No voy a hablar. No lo escucho.
SOLDATI: Y si me subía la heladera de la
carnicería, que tiene más espacio, podía levantar la perdiz. Sabe, cuando
seguían su caso por la tele no daban detalles y yo me decía “Este sabe lo que
hace”…
CÁRPENA: ¡No-lo-escucho-no-lo-escucho!
CÁRPENA: ¡No-lo-escucho-no-lo-escucho!
SOLDATI: Los somete a algún proceso raro de estos
con químicos para evitar la pudrición. ¡Y ahora está acá, Cárpena, estamos
juntos, lo tengo para que me cuente todo en detalle! ¿No es increíble?
CÁRPENA: ¡NO LO ESCUCHOOOOO!
APAGÓN
ESCENA IV
Están otra vez
verticales en sendos carros y con los bozales puestos. A CÁRPENA le falta la
mitad del brazo derecho, tiene un muñón vendado a la altura del codo. SOLDATI
lo observa con culpa.
SOLDATI: Quiero… (carraspea) quiero pedirle disculpas, Cárpena.
CÁRPENA: …
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Dele, hombre!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Afloje, parece una mina, che!
CÁRPENA: ...
CÁRPENA: ...
SOLDATI: Está bien, si le sirve siga enculado.
SOLDATI, se distrae, canta.
SOLDATI, se distrae, canta.
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque Dios quiso / que en
mi camino te cruzaras / y que a pesar de tener novio / que yo
de ti me enamorara”… Es que últimamente, no sé, estoy como ansioso, vio. Siento
un hormigueo, no sé, un vacío, una cosa por acá. Como una angustia y a la vez
como algo que tengo que llenar.
CÁRPENA: ...
CÁRPENA: ...
SOLDATI: Claro que igual eso no justifica que....
CÁRPENA: ...
SOLDATI: Lo que quiero expresarle es que no fue a
propósito, Cárpena.
CÁRPENA: Voy a pedir el cambio de celda.
SOLDATI: ¡Uy, bueno, no exageremos, che!
CÁRPENA: ¿NO EXAGEREMOS? ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡MIRE! ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡USTED ES INIMPUTABLE, NO TIENE CURA, USTED EN VEZ DE MEJORAR ESTÁ CADA VEZ PEOR! ¡TENDRÍAN QUE SACRIFICARLO COMO A UN PERRO! ¡ANIMAL!
SOLDATI: …
SOLDATI: ¡Uy, bueno, no exageremos, che!
CÁRPENA: ¿NO EXAGEREMOS? ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡MIRE! ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡USTED ES INIMPUTABLE, NO TIENE CURA, USTED EN VEZ DE MEJORAR ESTÁ CADA VEZ PEOR! ¡TENDRÍAN QUE SACRIFICARLO COMO A UN PERRO! ¡ANIMAL!
SOLDATI: …
Pausita.
CÁRPENA (para sí): De todas formas está bien.
CÁRPENA (para sí): De todas formas está bien.
SOLDATI: ¿Qué dijo?
CÁRPENA: ¿Cómo?
SOLDATI: No sé, lo escuché decir algo.
CÁRPENA: Asunto mío.
SOLDATI: No sé, lo escuché decir algo.
CÁRPENA: Asunto mío.
SOLDATI: Uy, dele, che, había empezado a hablar. ¿Por qué no sigue? ¡Qué tipo egoísta!
CÁRPENA: Que de todas formas está bien, que lo
tengo merecido. Que todo se paga en esta vida.
SODATI: ¡No, Cárpena, por favor, no me salga con
esto ahora, usted es un tipo inteligente, una persona preparada!
CÁRPENA: No pienso escucharlo más.
SOLDATI: Por lo del brazo le expreso mis más sinceras disculpas, fue un accidente desafortunado. Ahora, no me venga con esto de la culpa, le pido por favor.
CÁRPENA: No insista, no voy a entrar en diálogo.
SOLDATI: Hay que aceptarse, mi viejo, quererse como uno es, aprender –cómo se dice- ‘a convivir’ con las debilidades. Vea: míreme a mí.
CÁRPENA: No pienso escucharlo más.
SOLDATI: Por lo del brazo le expreso mis más sinceras disculpas, fue un accidente desafortunado. Ahora, no me venga con esto de la culpa, le pido por favor.
CÁRPENA: No insista, no voy a entrar en diálogo.
SOLDATI: Hay que aceptarse, mi viejo, quererse como uno es, aprender –cómo se dice- ‘a convivir’ con las debilidades. Vea: míreme a mí.
CÁRPENA: Usted está completamente loco, por lo
tanto no tiene conciencia de sus actos.
SOLDATI: ¿Que yo no tengo conciencia de mis actos?
¿Le parece que yo no tengo conciencia de mis actos?
CÁRPENA: Sí
SOLDATI busca palabras que no encuentra.
SOLDATI: ¿S-si yo no tuviera conciencia de mis actos cree que yo… mejor dicho cree que usted y yo?... ¡Mire, mejor déjela ahí! (cambiando abruptamente, divertido) Escuche, escuche: “iglesia abandonada”.
SOLDATI busca palabras que no encuentra.
SOLDATI: ¿S-si yo no tuviera conciencia de mis actos cree que yo… mejor dicho cree que usted y yo?... ¡Mire, mejor déjela ahí! (cambiando abruptamente, divertido) Escuche, escuche: “iglesia abandonada”.
CÁRPENA: ¿Qué?
SOLDATI: Recién dijo que no tengo cura. Iglesia
abandonada: no tiene cura. ¡Juá, juá! No tiene cura, ¿entiende?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Relájese: un chiste. Un poco pelotudo,
pero algo para distender, Cárpena, créame, con lo de la culpa la embarra. ¿Sabe
lo que le pasa a usted? También está ansioso, eso le pasa. Y es comprensible:
se acerca el momento de rajar y eso lo altera, lo pone nervioso. Le pido que
deposite su confianza en mí.
CÁRPENA (señalándose
con la vista el muñón): ¡Sí, justo!
SOLDATI (sin
acusar recibo): Ya está todo encaminado: mi gente nos va a conseguir DNI
falsos, algo de ropa y dos pasajes en la Chevallier: directo a Tafi del Valle,
turistas ingleses y alemanes, clima seco, sol, y a faenar de lo lindo. ¿Qué me
dice?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Habrá notado que el Morocho está
totalmente controlado: nos saca los bozales para tomar sol, me consigue el
Sapolán…
CÁRPENA: Algo le habrá hecho.
SOLDATI sonríe entre dientes.
CÁRPENA: ¡Ya sabía yo! ¿Qué hizo? ¿Amenazó a su familia?
SOLDATI: Hermosa mujer y tres niños en edad escolar.
CÁRPENA: Algo le habrá hecho.
SOLDATI sonríe entre dientes.
CÁRPENA: ¡Ya sabía yo! ¿Qué hizo? ¿Amenazó a su familia?
SOLDATI: Hermosa mujer y tres niños en edad escolar.
CÁRPENA: Era cantado.
SOLDATI: No es maldad, Cárpena, es una cuestión
puramente práctica: él va a ser nuestro nexo, ¿entiende?, y llegado el momento
el encargado de “abrir la puerta para ir a jugar”. ¿Qué le parece?
CÁRPENA: …
SOLDATI: No hay caso, sigue con esa jeta de
amargado. Vamos con el juego de las escupidas, entonces (escupe a distancia) Dele, su turno.
CÁRPENA: ¡Déjeme en paz!
A CÁRPENA le vuelve la picazón, se retuerce:
SOLDATI: ¡Ahí lo tiene, le volvió, por ingrato!
Vigilando que no lo estén mirando SOLDATI se sale de su carro, atado, circula por la escena con mucha dificultad, a los saltitos y a punto de caerse.
SOLDATI: ¡Ah, no hay como estirar un rato las piernas! (observa a CÁRPENA que no para de retorcerse) ¿Probó lo que le dije?
A CÁRPENA le vuelve la picazón, se retuerce:
SOLDATI: ¡Ahí lo tiene, le volvió, por ingrato!
Vigilando que no lo estén mirando SOLDATI se sale de su carro, atado, circula por la escena con mucha dificultad, a los saltitos y a punto de caerse.
SOLDATI: ¡Ah, no hay como estirar un rato las piernas! (observa a CÁRPENA que no para de retorcerse) ¿Probó lo que le dije?
CÁRPENA: Sí
SOLDATI: ¿Y?
SOLDATI: ¿Y?
CÁRPENA: Otro de sus disparates. No sé para qué lo
escucho.
CÁRPENA se retuerce un
rato más, SOLDATI hace unas torsiones de cintura, se detiene, contempla al otro
desilusionado.
Pausita. A CÁRPENA se le va pasando la
picazón, al mismo tiempo comienza a cambiar, por primera vez algo parece
rescatarlo del malhumor, huele con fuerza.
CÁRPENA: Snif, snif.
SOLDATI: ¿Qué pasa?
CÁRPENA: Snif, snif.
SOLDATI (a
la defensiva): Snif, snif. ¿Qué huele? ¿Huele algo? Sí está insinuado que
tuve algún tipo de escape…
CÁRPENA: ¡Cállese! Snif, snif (sonríe) Puedo oler los cuerpos, la ropa...
SOLDATI: ¿De quién?
SOLDATI: Snif, snif. La gente que espera.
SOLDATI: ¿En la parada del 38, del otro lado del
muro? Snif, snif. ¡No joda, che!
CÁRPENA (transportado):
Snif. El moho de ese viejo paredón descascarado y lleno de inscripciones, las
cortezas, las hojas de los plátanos.
SOLDATI mira la copas de los árboles que asoman por encima de la muralla, maravillado.
CÁRPENA: Siento con nitidez el olor dulzón del césped de los jardines, el agua de las veredas baldeadas que se evapora con el primer sol de la mañana.
SOLDATI mira la copas de los árboles que asoman por encima de la muralla, maravillado.
CÁRPENA: Siento con nitidez el olor dulzón del césped de los jardines, el agua de las veredas baldeadas que se evapora con el primer sol de la mañana.
SOLDATI: Lo que está diciendo es muy bello,
Cárpena. ¡Atiendanmeló: así que también había resultado medio poeta!
CÁRPENA: Y la fragancia más exuberante e
inolvidable: el olor salvaje del río. La vida es misteriosa, la gente asiste a
toda una serie de milagros menores sin comprenderlo (pausita, cambiando) Menos usted y yo.
SOLDATI: ¿Por qué dice eso?
CÁRPENA: Nos habita el mal.
SOLDATI: ¡Uy, vuelta con lo mismo, afloje, che! (a los saltitos vuelve a su carro, se
acomoda y cierra los ojos) Siga con los olores, dele, no arruine el
momento.
CÁRPENA: Y ya no hay paz para el Hombre que
levanta su mano contra el Hombre (gradual,
cada vez con más sentimiento) Madre de Dios, consoladora de los que sufren,
intercede ante tu hijo divino....
SOLDATI: ¿Qué hace? ¿Está rezando?
CÁRPENA: A ti te llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti, suspirando, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas…
SOLDATI (inquieto): ¡Cárpena! ¡Está rezando!
CÁRPENA: Vuelve a nosotros, esos, tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús…
SOLDATI: ¡CÁRPENA! ¡EY! (hace algún ruido con la boca o silba) ¡REACCIONE, HOMBRE! ¡ESTÁ REZANDO!
APAGÓN
CÁRPENA: A ti te llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti, suspirando, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas…
SOLDATI (inquieto): ¡Cárpena! ¡Está rezando!
CÁRPENA: Vuelve a nosotros, esos, tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús…
SOLDATI: ¡CÁRPENA! ¡EY! (hace algún ruido con la boca o silba) ¡REACCIONE, HOMBRE! ¡ESTÁ REZANDO!
APAGÓN
ESCENA V
Cuando vuelve la luz,
CÁRPENA está ubicado en su carro, de
perfil, con una toalla en la cabeza para evitar el sol. SOLDATI, de frente, con
el torso desnudo, tiene una rodaja de pepino en cada ojo y la nariz cubierta de
Sapolán. Está descalzo, el guardia, inclinado, le corta las uñas de los pies.
CÁRPENA: La temperatura ambiente tiene más efecto en el proceso de descomposición que el tiempo transcurrido desde el momento de la muerte…
CÁRPENA: La temperatura ambiente tiene más efecto en el proceso de descomposición que el tiempo transcurrido desde el momento de la muerte…
SOLDATI: Ajá…
CÁRPENA: Si uno no es cuidadoso, las bacterias
anaeróbicas se apoderan del proceso convirtiendo el cadáver en… ya sabe.
Entonces hay que actuar con rapidez: se taponan la tráquea y la garganta con
algodón, una vez extraído el intestino grueso y el hígado, mientras se completa
la evisceración ya se comienzan a drenar la sangre y la orina, se ubican las
arterias principales y se incorpora al sistema circulatorio aceite de maíz…
SOLDATI: ¿Aceite de maíz? ¿Usted quiere decir el
de cocinar, aceite Patito?
CÁRPENA: Exacto. Yo descubrí que el aceite de
maíz, más que la solución de formol, permite que músculos y tendones conserven
la flexibilidad. Eso evita el rigor mortis, entonces no se complica tanto
llegado el momento del traslado del cuerpo.
SOLDATI: ¡Increíble! ¿Y por qué lo del gusto
distinto?
CÁRPENA: ¿Cómo?
SOLDATI gira la cabeza en dirección a CÁRPENA, las rodajas de pepino caen al piso.
SOLDATI gira la cabeza en dirección a CÁRPENA, las rodajas de pepino caen al piso.
SOLDATI: Lo del gusto distinto. La carne de mujer,
¿por qué tiene gusto distinto?
CÁRPENA: Ah, es por el ADN y los ácidos grasos.
Por una cuestión hormonal. Usted no lo entendería…
SOLDATI: Trate.
CÁRPENA: El sistema glandular femenino en el momento de la muerte libera a nivel del endotelio una gran dosis de óxido nítrico para contrarrestar la interrupción del oxígeno en sangre…
SOLDATI: Trate.
CÁRPENA: El sistema glandular femenino en el momento de la muerte libera a nivel del endotelio una gran dosis de óxido nítrico para contrarrestar la interrupción del oxígeno en sangre…
SOLDATI: Óxido nítrico, claro, ¿por eso tiene ese
sabor metálico?
CÁRPENA (sorprendido): Exacto.
CÁRPENA (sorprendido): Exacto.
SOLDATI: ¡Cárpena, usted es un genio!
CÁRPENA (molesto):
Le dije que habláramos de otra cosa. No sé para qué le hago caso.
SOLDATI: Está, está, no se chive. Sólo una cosita
más: cuando pasaban lo de su juicio por la tele usted en un momento dijo que se
ayudaba con unos libros.
CÁRPENA: “Anatomía comparada” de
Shackelford y “Atlas de la Cirugía de Duodeno” de Williams Gray
SOLDATI (al
guardia): ¿Morocho, escuchás? (a
CÁRPENA) Después pásele los nombres a este para que los consiga (pausita, SOLDATI lloriquea) La pucha…
CÁRPENA gira la cabeza,
lo mira intrigado.
CÁRPENA: ¿Qué le pasa?
SOLDATI: No me haga caso (el guardia saca de su bolsillo un pañuelo, le suena la nariz) Gracias (a CÁRPENA) Mi familia siempre fue gente de trabajo, sabe, yo ni siquiera terminé la escuela, toda mi vida trabajé en la carnicería del viejo: descargar, cortar, destazar, ‘El vicio’ para mí fue como una extensión del trabajo. Usted en cambio… (vuelve a lloriquear) ¡USTED ES UN ARTISTA!
CÁRPENA (entre molesto y abrumado): Escuche, Soldati...
SOLDATI: ¡No déjeme! Le voy a confesar algo: yo antes de caer, guardaba detrás de una cajonera para que el viejo no lo encontrara, un cuaderno con sus recortes (impostando voz de locutor de Crónica) “¡Parecía viva! El cadáver de la joven cajera, desprovisto de sus órganos internos, fue descubierto por una clienta en su puesto de trabajo. Otra víctima del Cirujano de Villa Madero”…
CÁRPENA: ¿Qué le pasa?
SOLDATI: No me haga caso (el guardia saca de su bolsillo un pañuelo, le suena la nariz) Gracias (a CÁRPENA) Mi familia siempre fue gente de trabajo, sabe, yo ni siquiera terminé la escuela, toda mi vida trabajé en la carnicería del viejo: descargar, cortar, destazar, ‘El vicio’ para mí fue como una extensión del trabajo. Usted en cambio… (vuelve a lloriquear) ¡USTED ES UN ARTISTA!
CÁRPENA (entre molesto y abrumado): Escuche, Soldati...
SOLDATI: ¡No déjeme! Le voy a confesar algo: yo antes de caer, guardaba detrás de una cajonera para que el viejo no lo encontrara, un cuaderno con sus recortes (impostando voz de locutor de Crónica) “¡Parecía viva! El cadáver de la joven cajera, desprovisto de sus órganos internos, fue descubierto por una clienta en su puesto de trabajo. Otra víctima del Cirujano de Villa Madero”…
CÁRPENA (levantando
presión): Le agradezco, pero no insista...
SOLDATI: ¡El Cirujano de Villa Madero, Cárpena!
¡Usted era el Cirujano de Villa Madero! Le canto su campaña: 1995, Marincovich,
Eduarda, vedette retirada, barrio de Núñez, vaciada y embalsamada; 1998,
Salcedo, Rubén, concejal justicialista de Tres de Febrero, también vaciado;
1999, Caprisi, Selma, ama de casa, Barracas, único descuartizamiento; 2001,
Quiroga, Remigio, guardabarreras línea Sarmiento, destazado y colgado por
partes del monumento a los…
CÁRPENA (estallando):
¡BASTA! ¡CÁLLESE! ¡CIERRE ESA BOCA! ¿NO ENTIENDE QUE ES ALGO QUE QUIERO
BORRARME DE LA CABEZA? ¡Y USTED INSISTE, INSISTE, METE EL DEDO EN LA LLAGA! ¿QUÉ
BUSCA?
SOLDATI: Lo que yo digo es que lo suyo es un don,
Cárpena, tendría que estar agradecido. ¿Se da cuenta lo que podemos llegar a
hacer juntos? Usted el cerebro, yo el brazo ejecutor (vuelve a lloriquear) El destino nos ha regalado un milagro. ¿No lo
ve? ¡Somos el dream team!
CÁRPENA: ¡GUARDIA! ¡SÁQUEME DE ACÁ! AL LADO DE
ESTE ENFERMO MI VIDA CORRE PELIGRO. ¿QUÉ PASA CON EL CAMBIO DE CELDA? ¿NADIE SE
OCUPA? ¿EN ESTA CÁRCEL SON TODOS INFRADOTADOS? ¡CONTESTE, INÚTIL, LE ESTOY
HABLANDO!
El guardia cruza una
mirada con SOLDATI.
SOLDATI: Él no puede decirle nada, Cárpena, no está autorizado. Dele no se chive, le prometo que enmudezco, no hablo más.
SOLDATI: Él no puede decirle nada, Cárpena, no está autorizado. Dele no se chive, le prometo que enmudezco, no hablo más.
CÁRPENA: …
Pausa tensa, SOLDATI,
incómodo, trata de desviar la atención.
SOLDATI: ¡Y su juicio! ¡Qué injusticia su juicio,
Cárpena!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Los testigos! ¡Daban vergüenza ajena!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Con esas caritas de víctimas. En todo
caso si alguna víctima había eran los fiambres. ¿No? Y sobre todo usted, que de
ahí en más ya no podría seguir ejerciendo… (CÁRPENA
no hace un gesto, cambiando) Hagamos algo: dejemos el plan para más
adelante, ¿qué le parece? Total hay tiempo. Si quiere ahora podemos jugar un
rato a ‘piedra papel o tijera’. Claro que va a tener que usar la zurda (culpable) No sé si… Digo, usted era
diestro, ¿no? ¿Se podrá arreglar?
CÁRPENA: …
SOLDATI (previendo
otro estallido): ¡Okey! ¿Qué hora será? ¡Uy, mi sesión de masajes! (al guardia) Morocho, llevame. Desde
ayer que tengo un dolor que me va de acá al cuello. Debe ser la gimnasia, debo
estar sobre-entrenando (el guardia
comienza a salir con el carro llevando a SOLDATI) Ah, Cárpena, después
hágame acordar que le cuente el del domador y el paralítico, juá, juá, es
buenísimo.
SOLDATI y el guardia
salen.
CÁRPENA: Tiempo. El tiempo se alarga, se estira. Las horas se estiran. Esperar, respirar, agonizar dentro de este caparazón. Embrutecido, anulado. ¡Qué importa! Pienso, domestico al pensamiento, tengo que estar sereno, hay una parte de mí que nadie conoce, sólo yo puedo ver. Pienso, domestico al pensamiento. Es la parte sana, es la parte limpia que trata de ver una salida… que trata de imaginar un mañana. Es necesario creer (solloza) ¡No! No hay solución humana cuando los detalles del problema son inhumanos. ¿Cuándo? ¿Cuál fue el momento preciso en que me perdí? (vuelve a sollozar, se reprime, con desesperación) ¡Tengo que dominarlo! Domestico al pensamiento Oler. Sí, oler, ¿qué huelo?, huelo un campo. Snif, snif. Huelo un camino perdiéndose en un mar de espigas. Es un campo. Trigo, tierra negra. Snif. Trigo dulce entibiándose al sol, un olor cargado, un poco ácido. Snif. Tierra virgen, fragante a raíz, a mineral...
CÁRPENA: Tiempo. El tiempo se alarga, se estira. Las horas se estiran. Esperar, respirar, agonizar dentro de este caparazón. Embrutecido, anulado. ¡Qué importa! Pienso, domestico al pensamiento, tengo que estar sereno, hay una parte de mí que nadie conoce, sólo yo puedo ver. Pienso, domestico al pensamiento. Es la parte sana, es la parte limpia que trata de ver una salida… que trata de imaginar un mañana. Es necesario creer (solloza) ¡No! No hay solución humana cuando los detalles del problema son inhumanos. ¿Cuándo? ¿Cuál fue el momento preciso en que me perdí? (vuelve a sollozar, se reprime, con desesperación) ¡Tengo que dominarlo! Domestico al pensamiento Oler. Sí, oler, ¿qué huelo?, huelo un campo. Snif, snif. Huelo un camino perdiéndose en un mar de espigas. Es un campo. Trigo, tierra negra. Snif. Trigo dulce entibiándose al sol, un olor cargado, un poco ácido. Snif. Tierra virgen, fragante a raíz, a mineral...
Hay un cambio de luces
que denota la presencia de algo, CÁRPENA se sobresalta.
CÁRPENA: ¿Qué hay?
APAGÓN MUY BREVE
APAGÓN MUY BREVE
ESCENA VI
Cuando vuelve la luz, por medio de efectos de luces y sonido, asistimos a una escena cargada de horror: CÁRPENA es acosado por los fantasmas de sus víctimas. Desesperado por librarse de las ataduras, trata con ojos alucinados de esquivar y sacarse de encima a una jauría de almas en pena que lo acosan, se le abalanzan, lo hostigan.
CÁRPENA: ¡Noooo! ¡Noooo! ¡Basta! ¡Por favor,
nooooo! ¡Guardia! ¡Guardia, por favor! ¡Basta! ¡Noooo!
APAGÓN
ESCENA VII
En el patio, SOLDATI y CÁRPENA verticales sobre los carros, a CÁRPENA ahora le falta la parte inferior de la pierna derecha, tiene otro muñón vendado a la altura de la rodilla. La luz los sorprende en un silencio tenso en medio de una fuerte discusión.
ESCENA VII
En el patio, SOLDATI y CÁRPENA verticales sobre los carros, a CÁRPENA ahora le falta la parte inferior de la pierna derecha, tiene otro muñón vendado a la altura de la rodilla. La luz los sorprende en un silencio tenso en medio de una fuerte discusión.
SOLDATI: ¿Y entonces por qué me contradijo?
CÁRPENA: ¡PORQUE ESTÁBAMOS DISCUTIENDO! ¡ANIMAL! ¡‘Discusión’:
esgrimir razones contra el parecer del otro!
SOLDATI: De acuerdo, pero si mientras discutíamos
hubiera evitado contradecirme…
CÁRPENA: ¿Es infradotado? ¡Se discute para eso: si
los que discuten están de acuerdo la discusión no existe!
SOLDATI: Ok, póngale que estábamos discutiendo, se lo concedo. Ahora, usted conociendo –digamos- ‘esta tendencia’ mía, me contradice y encima por semejante gansada.
SOLDATI: Ok, póngale que estábamos discutiendo, se lo concedo. Ahora, usted conociendo –digamos- ‘esta tendencia’ mía, me contradice y encima por semejante gansada.
CÁRPENA: ¡No era una gansada!
SOLDATI: La receta del matambre a la leche,
Cárpena. ¿No le parece una gansada?
CÁRPENA: Para un tipo que sabe de cocina lo que
usted dijo es una afrenta.
SOLDATI: Hay tantas recetas como cocineros.
SOLDATI: Hay tantas recetas como cocineros.
CÁRPENA: ¡No señor! El matambre a la leche es un
plato tradicional de la cocina uruguaya, soy nacido y criado en el Uruguay:
cuando la carne se introduce en el horno este tiene que estar precalentado a
250 grados y ‘nunca’ existe un tiempo fijo de cocción.
SOLDATI: Volvemos a lo mismo: depende.
CÁRPENA: ¿Depende de qué?
SOLDATI: De si a uno le gusta o no que se le haga esa costra dorada cuando se evapora la leche.
SOLDATI: De si a uno le gusta o no que se le haga esa costra dorada cuando se evapora la leche.
CÁRPENA: ¡Cállese! Cuando la leche empieza a
secarse se le agrega más, porque de lo contrario se corre el riesgo de que el
matambre no termine de cocinarse. Y cuando está casi hecho se le agrega sal y
se tira en una asadera con una buena cantidad de vinagre para que la leche se
coagule.
SOLDATI: Usted perdone pero sigo teniendo una
duda: ¿de qué carne estamos hablando?
CÁRPENA: ¡DE VACA! ¿DE QUE CARNE CREE QUE ESTAMOS
HABLANDO?
SOLDATI: ¡Bueno! ¿Por qué se pone así?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Puede que lo del matambre sea como dice, se lo concedo (señalándole el muñón) Ahora, ¿le parece que teníamos que llegar a esto?
SOLDATI: Puede que lo del matambre sea como dice, se lo concedo (señalándole el muñón) Ahora, ¿le parece que teníamos que llegar a esto?
CÁRPENA (sacado):
¡POR SUPUESTO QUE NO ME PARECE! ¡Y CLARO QUE NO ME PARECE! APROVECHÓ LA EXCUSA
DE LA DISCUSIÓN PARA VOLVER A ATACARME. ME CORTÓ LA PIERNA.
SOLDATI: No se la corté, se la comí.
CÁRPENA: ¡ME CAGO EN LA DIFERENCIA!
SOLDATI: No se la corté, se la comí.
CÁRPENA: ¡ME CAGO EN LA DIFERENCIA!
Pausa.
SOLDATI (de golpe, convencido): Es lo que yo digo.
SOLDATI (de golpe, convencido): Es lo que yo digo.
CÁRPENA: ¿Qué es lo que usted dice?
SOLDATI: Una discusión estúpida en la que encima
usted me contradijo.
CÁRPENA (resignado):
No hay dudas, aparte de psicópata usted es oligofrénico.
SOLDATI: Soy un tipo simple, Cárpena, siempre fui así, transparente, digo todo lo que me pasa. Es usted el que la complica (cambiando) Además, basta de agredir, viejo, que yo también tengo mi orgullo, eh. Si tanto le jodo por qué no se cambia de celda, digo yo.
SOLDATI: Soy un tipo simple, Cárpena, siempre fui así, transparente, digo todo lo que me pasa. Es usted el que la complica (cambiando) Además, basta de agredir, viejo, que yo también tengo mi orgullo, eh. Si tanto le jodo por qué no se cambia de celda, digo yo.
CÁRPENA (nuevamente
sacado): Y CLARO QUE VOY CAMBIARME, ES LO QUE MÁS DESEO EN ESTE MUNDO. ¿QUÉ
SE CREE, QUE SOY MASOQUISTA? ¡PERO LA CARPETA, EL EXPEDIENTE, EL PUTO PEDIDO
FORMAL NUNCA AVANZA!
Pausita.
SOLDATI (arrepentido):
Sé que sirve de poco, pero le reitero mis disculpas. Sabe, cuando me agarran
estos arranques me viene como una sudoración, se me llena de saliva la boca.
¡Algo tan desagradable! Se me pone una cosa acá, vio, de agitación y al mismo
tiempo como de algo que no puede esperar. ¿Usted qué cree que sea?
CÁRPENA empieza a
agitarse, de golpe por la expresión de la cara vemos que sufre un dolor agudo
en el pecho y pierde el conocimiento.
SOLDATI: ¡MOROCHO, MOROCHO!
Entra el guardia.
Entra el guardia.
SOLDATI: Le dio un bobazo, dale en el pecho (el guardia duda) ¡Dale en el pecho, te
digo, no ves que se le paró el corazón!
El guardia le pega un
par de veces, CÁRPENA no reacciona.
SOLDATI: Pegale más fuerte, haceme caso.
El guardia obedece,
CÁRPENA finalmente reacciona. Pausita.
SOLDATI: Uf, lo sacamos, Cárpena. Qué susto nos
dio.
El guardia lo apantalla
con un pañuelo, a continuación le toma el pulso y mira su reloj.
SOLDATI: ¿Se siente mejor? También usted.
¿Registró o no registró que con lo de la gamba perdió un montón de sangre? No
entiendo cómo se le ocurre salir al patio.
CÁRPENA (al
guardia): Estoy bien, déjeme en paz.
El guardia sale. Pausita. CÁRPENA mantiene un silencio hosco. SOLDATI vuelve a saltar del carro, mira que no lo vigilen y con extrema dificultad, ya que las cadenas se lo impiden, remeda la acción de practicar ‘marcha’. Da un giro completo en torno a CÁRPENA, mientras marca el compás con la respiración.
El guardia sale. Pausita. CÁRPENA mantiene un silencio hosco. SOLDATI vuelve a saltar del carro, mira que no lo vigilen y con extrema dificultad, ya que las cadenas se lo impiden, remeda la acción de practicar ‘marcha’. Da un giro completo en torno a CÁRPENA, mientras marca el compás con la respiración.
SOLDATI: “Mens sana in corpore sano”, como decía
Mario Sokolinsky, el doctor ese de la tele. Sabe, leí que la marcha es el
ejercicio aeróbico más adecuado para la gente de nuestra edad. Por la cuestión
articular, vio, hay menos rebote, los tobillos y las rodillas no sufren.
CÁRPENA: …
SOLDATI (se
debate, hasta que se anima a hablar): Cárpena, quiero preguntarle algo.
CÁRPENA: No vuelva con lo del matambre a la leche,
por favor.
SOLDATI: No, es otra cosa. Ayer, cuando el Morocho
lo trajo a la celda, le pasaba algo, ¿no?
CÁRPENA ¿Quién dice eso?
SOLDATI: Soy un tipo observador, aparte estaba
pálido como un fiambre. Cuente, che, somos amigos. ¿La nena de nuevo?
CÁRPENA: …
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡No, ahora caigo: la patrona! (CÁRPENA no lo escucha, su cara se va
descomponiendo en una mueca de miedo. SOLDATI no lo percibe) La patrona,
claro, por eso no viene a visitarlo. ¿Qué, tiene otro? Y, es comprensible,
Cárpena, el cuerpo tiene sus necesidades, tanto tiempo sin -como se dice-
‘practicar el acto marital’, la pobre ha tenido que salir a practicarlo afuera (finalmente repara en la expresión del otro)
¿Qué le pasa, otro ataque?
CÁRPENA: Se presentan.
SOLDATI: ¿Qué dice?
CÁRPENA: Que se presentan, se aparecen...
SOLDATI: ¿Quiénes?
CÁRPENA: Usted sabe.
SOLDATI: ¡No, por favor! Se está volviendo un
obsesivo. Mejor huélase algo, dele. Si quiere yo también pruebo: snif, snif.
CÁRPENA (afiebrado):
Al principio sólo eran voces, repetían “por qué, por qué”. Unas pocas, después
se fueron sumando más: “por qué, por qué, por qué”. Hasta que se hicieron un
clamor intolerable (cierra los ojos con
fuerza)
SOLDATI: Quédese tranqui o le va a dar otro
patatus.
CÁRPENA: Pero ahora es peor, mucho peor (solloza) Me tocan.
SOLDATI: ¿Qué dice? ¡Ah, la puta! ¿Cómo que lo tocan?
CÁRPENA: ¡Sí, ahora pasan y me tocan! Yo trato de sacármelas, pero con estas cadenas no puedo. De pronto ya no están, no las veo pero sé que siguen en algún lado, al acecho. Y de golpe vuelven a lanzarse (se retuerce con asco, solloza) Un contacto frío, viscoso, la sensación más espantosa que se pueda imaginar. Dios está detrás de todo esto (alucinado, comienza a rezar en ritmo creciente) Que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, encuentre la fuerza que necesita mi materia…
SOLDATI: Cárpena, está rezando de nuevo.
SOLDATI: ¿Qué dice? ¡Ah, la puta! ¿Cómo que lo tocan?
CÁRPENA: ¡Sí, ahora pasan y me tocan! Yo trato de sacármelas, pero con estas cadenas no puedo. De pronto ya no están, no las veo pero sé que siguen en algún lado, al acecho. Y de golpe vuelven a lanzarse (se retuerce con asco, solloza) Un contacto frío, viscoso, la sensación más espantosa que se pueda imaginar. Dios está detrás de todo esto (alucinado, comienza a rezar en ritmo creciente) Que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, encuentre la fuerza que necesita mi materia…
SOLDATI: Cárpena, está rezando de nuevo.
CÁRPENA: Para poder llevar las pruebas del planeta
en que habitamos. Ruega por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo…
SOLDATI (inquieto):
¡Cárpena!
CÁRPENA: Defiéndenos en la lucha, que Dios
manifieste sobre ti su poder, es nuestra humilde súplica…
SOLDATI: ¡CÁRPENA, BASTA! ¿QUÉ QUIERE, TERMINAR EN
EL PABELLÓN DE LOS EVANGELISTAS?
CÁRPENA: Usted no entiende. Ellos rogaban...
SOLDATI: ¡Córtela!
CÁRPENA: Suplicaban por sus vidas y yo no los escuché.
SOLDATI: ¡Córtela!
CÁRPENA: Suplicaban por sus vidas y yo no los escuché.
SOLDATI: ¡No señor! Usted los escuchó. Usted es un
ser humano como cualquier hijo de vecino. Usted tiene su familia, tiene su
trabajo y por otro lado tiene el ‘vicio’. ¿Cuál es el problema? Permítame,
porque yo esto lo he pensado mucho: no hay contradicción, Cárpena. ¿Quién puede
decir lo que está bien y lo que está mal? La vida es un amasijo confuso, algo
que está más allá de lo que usted y yo podamos entender. Aunque usted sea más
inteligente y preparado, en esto está en bolas y a los gritos igual que yo. “No
era yo cuando lo hacía, tenía el Demonio en el cuerpo” ¡Mire qué fácil! ¡No
viejo, era usted mismo y también era yo! Cárpena, ¿sabe cuál es la diferencia
entre nosotros? Usted piensa que hay un barbudo que lo vigilantea marcándole lo
que está bien y lo que está mal, yo en cambio sólo pienso en mí, en lo que está
bien y lo que está mal para mí. Mi viejo, un burro de carga como yo, se murió
sin enterarse de nada de lo que hacía, pero ¿sabe qué creo? Que si lo hubiera
sabido, lo entendería. En el mundo hay de todo como en botica: empanadas de
carne y de humita, gente como nosotros y Ceferino Namuncurá, y todos
conviviendo como se pueda. ¿O se cree que somos los únicos que carneamos? Mire
a los yanquis que tienen a todos esos encerrados en la cárcel esa de Cuba,
¿sabe lo qué les hacen?; mire a esos hombres-bomba que se mezclan en una feria
y masacran a mujeres, ancianos y chicos. ¿No le convence? Busquemos en otras
especies, entonces, mire un simple animalito de granja como el chancho, ¿las chanchas
acaso no se almuerzan a las crías? ¿Las arañas hembra no eliminan a sus
machos? Contemple la mitad llena del vaso
y déjese de embromar, Cárpena. Su esposa y su hija están vivitas y coleando,
¿eso no es algo meritorio de su parte?
CÁRPENA (abrumado):
Sí, puede ser (pausita) Sabe, hasta
no hace mucho yo tenía un grupo de amigos.
SOLDATI: Ve, ahí tiene, piense en su grupo de
amigos.
CÁRPENA: Éramos una especie de grupo científico
literario, leíamos cosas, nos reuníamos una vez a la semana.
SOLDATI: Mire que lindo. ¿En Villa Madero?
CÁRPENA: Sí. A algunos los conocía desde la infancia. Pero fue pasando el tiempo y cada vez fuimos quedando menos.
CÁRPENA: Sí. A algunos los conocía desde la infancia. Pero fue pasando el tiempo y cada vez fuimos quedando menos.
SOLDATI: Suele pasar, hoy vio al ritmo que se
vive, a la gente le cuesta socializar.
CÁRPENA: No, al contrario, nosotros nos reuníamos
religiosamente todos los jueves.
SOLDATI: ¿Y entonces?
CÁRPENA solloza.
SOLDATI: Ah, quiere decir... (comprende que CÁRPENA los pasó por el cuchillo) ¡Cuánto lo lamento, Cárpena! Pero, dígame,
¿esta era toda gente de su barrio? Porque en la lista que yo tengo....
CÁRPENA (grave):
Eran mis amigos.
SOLDATI: Ah, por supuesto, hizo muy bien, para qué
amargar a las familias. (con curiosidad)
¿Y cómo…?
CÁRPENA: Ácido clorhídrico.
CÁRPENA: Ácido clorhídrico.
SOLDATI: Claro (pausita, cambiando) ¡La
mierda, usted también no dejó títere con cabeza!
CÁRPENA vuelve a
sollozar, lentamente se va calmando. De golpe se le repite la picazón, se
retuerce desesperadamente.
CÁRDENAS: Le dije que su sistema contra la picazón era una mierda, ¿no?
SOLDATI: Sí, gracias.
CÁRDENAS: Le dije que su sistema contra la picazón era una mierda, ¿no?
SOLDATI: Sí, gracias.
CÁRDENAS: ¿Por qué agradece? ¿Se está burlando?
SOLDATI: No me burlo, sólo trato de crear un clima
positivo.
CÁRPENA: ¡Sabe, sus ‘climas positivos’ me tienen
las bolas al plato! Contésteme algo, ¿cuál es su condena?
SOLDATI: ¿Por qué quiere saber?
CÁRPENA: Usted conteste.
SOLDATI (hace
cuentas): Setecientos sesenta y cinco años y dos meses.
CÁRPENA: Setecientos sesenta y cinco años y dos
meses ¿Y qué le ve de positivo al hecho de estar encerrado setecientos
setenta cinco años y dos meses en un
lugar como este y en mi compañía?
SOLDATI: Encontrando un motivo puede sentirse
bien.
CÁRPENA: ¿Un motivo?
SOLDATI: Ajá.
CÁRPENA: ¿Cualquiera?
SOLDATI: Uno que le sirva.
CÁRPENA: ¿Cuál es el suyo?
SOLDATI: Rajarme de acá y trabajar con usted.
CÁRPENA: Encuéntreme uno a mí.
SOLDATI: Déjeme ver (piensa) Ya está: agarre, por ejemplo, esa picazón. El primer
sistema que le di me dice que no le sirvió y que le sigue picando.
CÁRPENA: Sí, ¿y?
SOLDATI: El segundo es algo más trabajoso, pero la cosa mejora. ¡Ahí tiene su motivo!
CÁRPENA: No entiendo.
SOLDATI: ¡Está lento, lento, Cárpena! Que gracias a mí ahora cuenta con una gamba y un brazo menos. Menos para que le pique.
CÁRPENA: …
SOLDATI: El segundo es algo más trabajoso, pero la cosa mejora. ¡Ahí tiene su motivo!
CÁRPENA: No entiendo.
SOLDATI: ¡Está lento, lento, Cárpena! Que gracias a mí ahora cuenta con una gamba y un brazo menos. Menos para que le pique.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Un chiste, che.
CÁRPENA: ¡Váyase a la puta que lo parió!
APAGÓN MUY BREVE
ESCENA VIII
Es el atardecer, SOLDATI y CÁRPENA están en la misma posición que la escena anterior. SOLDATI ronca con la boca abierta y los lentes para sol puestos, a CÁRPENA se le aparecen las almas de sus víctimas, lo torturan, se debate.
Es el atardecer, SOLDATI y CÁRPENA están en la misma posición que la escena anterior. SOLDATI ronca con la boca abierta y los lentes para sol puestos, a CÁRPENA se le aparecen las almas de sus víctimas, lo torturan, se debate.
CÁRPENA: ¡Noooo! ¡Noooo! ¡Basta! ¡Por favor,
nooooo! ¡Basta! ¡Noooo!
APAGÓN
ESCENA IX
Cuando vuelve la luz a CÁRPENA le falta el otro brazo. Atado a uno de los laterales del carro se eleva una vara con un gancho del que cuelga un sachet de suero, a su derecha hay un aparato para medir la frecuencia cardíaca del que salen cables que se conectan a su pecho. Está débil y tiene muy mal aspecto. SOLDATI, siempre encadenado, está parado a su izquierda.
ESCENA IX
Cuando vuelve la luz a CÁRPENA le falta el otro brazo. Atado a uno de los laterales del carro se eleva una vara con un gancho del que cuelga un sachet de suero, a su derecha hay un aparato para medir la frecuencia cardíaca del que salen cables que se conectan a su pecho. Está débil y tiene muy mal aspecto. SOLDATI, siempre encadenado, está parado a su izquierda.
SOLDATI: Función de circo, ¿sí?, la carpa llena de
público y en la primera fila, en su sillita de ruedas, un paralítico. Comienza
el espectáculo: pasan los payasos, hacen su número, se pegan bifes, pasan los
equilibristas, caminan por el alambre, y llega el turno del domador y los
leones. Entonces vienen los que arman, ponen las rejas, entra el domador con el
látigo, sueltan a los leones y estos empiezan con las pruebas: se suben a una
tarima, el domador les pone el aro prendido fuego, pega con el látigo ¡Chassss!
Y los leones saltan por el aro. El público aplaude entusiasmado. Pero en un
momento uno de los leones va hacia las rejas, se apoya con las tremendas
manazas y ¡paf!, las rejas que caen y los tres leones hambrientos que encaran
para el lado del público. ¡Tremenda escena de pánico! La gente que se da vuelta
y empieza a correr despavorida hacia la salida, y el paralítico que, último,
gira con su sillita y también empieza a salir. Entonces el domador desde el
medio de la pista que ve que el primero de los leones ya tiene su tremenda
bocaza en la nuca del paralítico y grita: “¡EL PARALÍTICO, EL PARALÍTICO!” Y el
paralítico que se da vuelta y le dice: “¡HIJO DE PUTA, DEJÁ QUE ELIJAN LOS
LEONES!” CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Juá, juá! “¡Hijo de puta, dejá que
elijan los leones!”¿No es genial?
CÁRPENA: …
SOLDATI (ante
la inexpresividad del otro): ¡Afloje, che, no me haga sentir más mal de lo
que me siento! (Cárpena se mantiene
inmutable, con nerviosismo señalándole la nueva herida) ¿Le duele mucho? (Cárpena ídem) Ah, Cárpena, me olvidaba,
tengo una sorpresa para usted, esto le va a encantar (llama) ¡MOROCHO!
Entra el guardia
trayendo un sobre floreado con un moño.
SOLDATI: Acá al Morocho le pareció un detalle
envolverlo para regalo.
El guardia le alcanza a
CÁRPENA el sobre, pero este,
lógicamente, no puede recibirlo.
SOLDATI: ¡ABRÍSELO, ANIMAL!
El guardia abre el
sobre, saca un folio escrito, sellado y firmado
y se la acerca a CÁRPENA para que lea.
SOLDATI: La aceptación para su cambio de celda.
Fíjese qué detalle: firmada por el personal de guardia completo y todos los
internos del pabellón especial. ¿Vio cómo finalmente llegó?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¿No va a decir nada?
CÁRPENA (con
debilidad): ¡Guárdesela!
SOLDATI: ¿Cómo?
CÁRPENA: ¿Es sordo? Que se la guarde, no la
quiero.
Pausita, SOLDATI pasa
del desconcierto a la emoción, lloriquea, CÁRPENA lo mira con curiosidad.
SOLDATI: ¡Discúlpeme! No sé qué me pasa,
últimamente lloro por todo. Sabe qué, yo lo sabía, estaba seguro que la iba a
rechazar. Aunque usted no quiera reconocerlo, entre nosotros… (lloriquea) se ha creado un vínculo,
Cárpena, algo muy fuerte, algo –como se dice- ‘indisoluble’. Ya tengo la
confirmación, sabe, nuestro destino al final es Sierra de la Ventana. Se atrasó
un poco porque se nos coló un buchón, hubo un allanamiento, cayeron dos de mis
contactos, en fin, una historia fea. Pero ya está cerrado, ahora sólo hay que
esperar el...
CÁRPENA (interrumpiéndolo):
Me retumba la cabeza, le molestaría mucho quedarse un rato en silencio.
SOLDATI: No para nada, es más, voy a aprovechar
porque me quedaron por hacer dos series de treinta abdominales…
SOLDATI vuelve a su
carro, se acomoda y se las arregla para
hacer algo parecido a abdominales, que acompaña con la respiración.
SOLDATI: 8, 9, 10, 11…
CÁRPENA: Hasta acá llegué.
SOLDATI: ¿Qué dice?
CÁRPENA: Nada que le importe.
CÁRPENA: Nada que le importe.
SOLDATI: No, dele, dijo algo.
CÁRPENA: Que no puedo más.
SOLDATI: Juá, juá. ¿Yo hago los ejercicios y usted se cansa?
SOLDATI: Juá, juá. ¿Yo hago los ejercicios y usted se cansa?
CÁRPENA: Me quiero morir.
SOLDATI: No diga disparates, si está entero,
Cárpena.
CÁRPENA: Mire, no pienso gastar aliento con usted.
Tiene que hacerme dos favores. El primero es que termine con lo que empezó.
SOLDATI: ¿Qué quiere decir?
CÁRPENA: Que termine con la faena (pausita, SOLDATI lo mira sin entender)
¡Que me coma, hombre!
SOLDATI: ¡Avise, che! Pero mire las cosas que se
le ocurren. Que yo lo coma.
CÁRPENA: Está todo muy claro, Soldati, no se crea que le guardo rencor. Además no se de mucha importancia, usted es apenas un instrumento, está acá para cumplir con una misión.
CÁRPENA: Está todo muy claro, Soldati, no se crea que le guardo rencor. Además no se de mucha importancia, usted es apenas un instrumento, está acá para cumplir con una misión.
SOLDATI: ¡Qué misión ni ocho cuartos, a mí déjeme
de joder con esas pavadas! Usted además de mi amigo es mi socio, en un par de
días tenemos mucho trabajo por hacer.
CÁRPENA (afiebrado): ¡Oh, muerte esquiva dónde está tu aguijón! (se entreduerme)
SOLDATI: ¡Ey!
CÁRPENA (reaccionando a medias): ¿Qué quiere?
SOLDATI: Recién habló de dos favores, ¿cuál es el otro?
CÁRPENA (afiebrado): ¡Oh, muerte esquiva dónde está tu aguijón! (se entreduerme)
SOLDATI: ¡Ey!
CÁRPENA (reaccionando a medias): ¿Qué quiere?
SOLDATI: Recién habló de dos favores, ¿cuál es el otro?
CÁRPENA: Ah, nada, olvídelo…
SLDATI: No, dele, no me deje con la intriga.
CÁRPENA: Como usted no los aprovecha, le pensaba
pedir que informara que quiero donar mis órganos.
SOLDATI: Basta, le pido por favor, me va a hacer
chivar en serio. Usted está hecho un pibe. Hágase unos ejercicios, dele.
CÁRPENA de golpe se
tienta.
SOLDATI: ¿De qué se ríe?
CÁRPENA: Esas flexiones que usted hace.
SOLDATI: ¿Qué tienen?
CÁRPENA: No creo que yo vaya a poder.
SOLDATI: ¿Por?
CÁRPENA: Me puede agarrar un calambre.
Los dos estallan en una
carcajada.
SOLDATI: ¡Un calambre! (no pueden parar de reír) ¡Un calambre! ¡Me jodió! Vio que se
puede.
Paran de reír. Pausita.
CÁRPENA (desfalleciente): Me-mue-ro (se entreduerme, reacciona) Snif, snif.
CÁRPENA (desfalleciente): Me-mue-ro (se entreduerme, reacciona) Snif, snif.
SOLDATI: Eso. Si no quiere hacer ejercicios, por
lo menos huélase algo. Dele.
CÁRPENA: Snif.
SOLDATI (entusiasmado):
Cuente, ¿qué huele, Cárpena?
CÁRPENA: Mierda.
SOLDATI: ¿Mierda? ¿Cómo mierda?
CÁRPENA (casi
sin aliento): Lo huelo a usted, todo usted es un gran pedazo de mierda,
Soldati.
SOLDATI: ¿Por qué me habla así?
CÁRPENA: Porque es la verdad, usted es un
psicópata que está podrido por fuera y por dentro.
SOLDATI: No me trate así (lloriquea) Yo no le diría nunca una cosa así a un amigo.
CÁRPENA: ¿Un amigo? Lo último que haría en la vida
es ser su amigo. Usted es una comadreja, una triste bestia carroñera.
SOLDATI (lloriqueando):
¡Cállese! Sabe que no puedo discutir.
CALLESE: Aparte, sépalo: también le faltan algunos
fósforos en la caja. ¡Triste carnicero! ¡Haga lo único que sabe hacer! ¡Chacal!
SOLDATI: Yo nunca le falté el respeto, Cárpena,
todo este tiempo para mí ha sido como un maestro, usted es mi ejemplo a seguir.
CÁRPENA: Cortar, destazar y comer. ¡Alimaña! Acaba
con la vida de alguien y ni siquiera se da cuenta.
SOLDATI: ¡Mentira! Compartimos la celda. ¿Quién lo
viste, quién le ayuda a orinar ahora que no tiene manos? Usted es mi único
amigo.
CÁRPENA: Los desquiciados como usted no tienen
amigos. ¡TERMINE LO QUE EMPEZÓ!
SOLDATI: ¡Cállese! (lloriquea) No me humille.
CÁRPENA: ¡CÓMAME! ¡BESTIA, BUITRE CARROÑERO, LE
DIJE QUE ME COMA! ¡CÓMAME! ¡CÓMAME!
SOLDATI: ¡BAS-TA!
SOLDATI salta de su carro, con un aullido animal va
hasta CÁRPENA, le clava un tarascón en el cuello. CÁRPENA lanza un grito agónico.
APAGÓN
ESCENA X
Cuando vuelve la luz SOLDATI está solo, con el carro inclinado tomando sol. Tiene la boca y la barbilla manchadas con sangre. Está relajado, canta.
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / qué se robó a una mujer, quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo se porqueeee”… (llama) ¡MOROCHO! ¡MOROCHO!
Cuando vuelve la luz SOLDATI está solo, con el carro inclinado tomando sol. Tiene la boca y la barbilla manchadas con sangre. Está relajado, canta.
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / qué se robó a una mujer, quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo se porqueeee”… (llama) ¡MOROCHO! ¡MOROCHO!
Entra el guardia, se
acerca a SOLDATI, saca un pañuelo y le limpia la boca.
SOLDATI: Llevate el Sapolán y dejámelo en la
repisa. Fijate que la ropa para el lavadero está debajo de la litera. Limpiá
bien y todo lo que no sea mío tiralo.
El guardia alza el pote
de bronceador y sale. SOLDATI vuelve a cantar.
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque Dios quiso / que en mi camino se cruzara / y que a pesar de tener novio / que ella de mí se enamorara”…
Efecto de luces muy leve (el mismo que se producía cuando CÁRPENA era torturado por sus fantasmas) SOLDATI se interrumpe, vigila el entorno, pero enseguida vuelve a lo suyo.
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque en tus ojos / brillo la luz de una esperanza /
y no pensé en las consecuencias / sólo pensé en llevarte a casa”…
Vuelve a producirse el cambio de luces, esta vez más marcado. SOLDATI ahora se interrumpe, con inquietud busca, husmea el aire.
SOLDATI: ¿Cárpena?... ¿Cárpena? ¿Es usted? (cambiando, le da gracia su ocurrencia) Juá, juá. ¡Qué estupidez! “Quieren matar al ladrón, que se robo una mujer / quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo se porqueeee”…
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque Dios quiso / que en mi camino se cruzara / y que a pesar de tener novio / que ella de mí se enamorara”…
Efecto de luces muy leve (el mismo que se producía cuando CÁRPENA era torturado por sus fantasmas) SOLDATI se interrumpe, vigila el entorno, pero enseguida vuelve a lo suyo.
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque en tus ojos / brillo la luz de una esperanza /
y no pensé en las consecuencias / sólo pensé en llevarte a casa”…
Vuelve a producirse el cambio de luces, esta vez más marcado. SOLDATI ahora se interrumpe, con inquietud busca, husmea el aire.
SOLDATI: ¿Cárpena?... ¿Cárpena? ¿Es usted? (cambiando, le da gracia su ocurrencia) Juá, juá. ¡Qué estupidez! “Quieren matar al ladrón, que se robo una mujer / quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo sé porque, yo se porqueeee”…
La luz comienza a bajar.
Mientras SOLDATI sigue cantando, regresa
el guardia trayendo en un carro a otro preso con bozal y grilletes, lo
coloca a su lado, SOLDATI deja de cantar y mira hacia el recién llegado.
SOLDATI: Calor, ¿no?
APAGÓN FINAL
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