martes, 25 de diciembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
viernes, 9 de noviembre de 2012
Con mucha inteligencia
La pareja de Marcos y
Paloma en algún momento de su breve historia comenzó a hacer agua, como en
tantos otros casos el joven matrimonio descubrió que era incompatible, sus
proyectos, sus expectativas, hasta sus hábitos cotidianos apuntaban en
direcciones opuestas; y pese a empecinarse en tratar de no aceptar lo evidente,
la vida en común rápidamente les puso ante sus ojos la realidad. Por suerte aún
no habían tenido hijos, algo que en cierta forma aligeraba la mochila de aquel
fracaso, sólo compartían la crianza de un gato castrado al que llamaban
Gorbachov y que, a decir verdad, apenas los necesitaba.
Una vez aceptado el
problema, Marcos y Paloma decidieron continuar bajo el mismo techo hasta tanto
consiguieran una nueva casa. En el sector de mantenimiento del banco donde
trabajaba, Marcos consiguió una de esas cintas extensibles con pie para
organizar las colas y –con mucha inteligencia- dividió los ambientes del PH
para circular sin tener que cruzarse ni compartir los mismos espacios. Con esta
barrera, cada cual podía moverse y a hacer uso de su medio baño, su media
cocina, su media habitación, su medio living, sin incomodar al otro. Por
supuesto, en algún momento el otro debía hacer uso de la parte que le quedaba
afuera (quiero decir, el que tenía acceso al lavatorio y a la ducha del baño, por
ejemplo, debía utilizar el inodoro y el bidet y viceversa), para ello
dispusieron del lavadero como zona neutral en la que cada cierto tiempo hacían
el intercambio.
Aquella medida un
tanto atípica, permitió un tiempo de relativa calma. Paloma y Marcos no sólo no
se entendían, ni siquiera hacían el mínimo esfuerzo por intentarlo. Entre otras
cosas, ella le reprochaba el carácter débil, las intromisiones reiteradas de su
suegra y cada salida fuera de la rutina, él la obsesión por las dietas, la
obstinación de hablar y hablar sin parar con los taxistas y el hecho de que
pusiese la radio encendida bajo la almohada a la hora de dormir. La cinta
divisoria impedía el contacto físico, pero las pujas, los sarcasmos, las
agresiones verbales iban en progresión.
Luego de sopesarlo,
con mucha inteligencia decidieron que lo mejor sería dejar de hablarse. De común
acuerdo, propusieron que a partir del jueves 17 de mayo, Día Internacional de
las Telecomunicaciones, sólo podrían contactarse vía mensajes de texto, y para
cuando los móviles no tuviesen señal, con una pizarra y marcadores podrían
escribir alternadamente lo que tenían para decirse.
Hay que decir en
favor de la pareja que tanto él como ella eran buena gente, generosos, amigos
de sus amigos y desde el momento de su unión el PH había sido el lugar obligado
de encuentro de un ruidoso grupo de camaradas: amigos de infancia, ex compañeros
del secundario caían sin aviso y organizaban cenas, partidas de cartas, se
juntaban a ver películas o a jugar al escrabel. En la actual situación, era
comprensible que esa relación también se resintiese: ahora se veía llegar a los
amigos, circular desorientados por uno u otro lado de la cinta, sin poder
hablar con el que estaba del otro lado, o escribiendo extravagantes mensajes en
una pizarra. Sin contar con el clima cargado de malas vibraciones que se respiraba
en la casa. Poco a poco dejaron de ir a visitarlos y, con más tiempo para estar
el uno con el otro, la situación entre Marcos y Paloma empeoró.
¿Se habrían
equivocado tanto con aquel matrimonio? Los reproches de toda laya, que ahora se
hacían por escrito o vía celular, iban en peligroso aumento, llegando al
extremo de hacer insoportable el sólo contacto visual entre ambos. Volvieron a
replantear la situación, con mucha inteligencia Marcos propuso la confección de
una grilla horaria para estar siempre en distintos ambientes. De tal forma,
aunque estuviesen ambos en la casa, no tendrían que verse. El cronograma
estipulado fue el siguiente:
Paloma
Baño de 8 a 10 - de 12 a 14 - de 16 a 18 - de 20 a 22. Cocina: contra turno. Living de 8 a 10 - de 12 a 14 - de 16 a 18 - de 20 a 22. Patio contra turno. Habitación de 24 a 4. |
Marcos
Baño de 10 a 12 - de 14 a 16 - de 18 a 20 - 22 a 24. Cocina contra turno. Living de 10 a 12 - de 14 a 16 - de 18 a 20 - 22 a 24. Patio contra turno. Habitación de 4 a 8. |
Pero sirvió de poco y
nada, la grilla era permanentemente infringida, en el trajín del día se pasaban
de la hora, se olvidaban, se confundían los turnos. Lo más problemático era la
utilización del baño y de la habitación, sin bañarse, mal dormidos, se
propinaban cataratas de insultos, el fracaso los exasperaba. En la
desesperación, a Paloma se le ocurrió la idea de reemplazar la cinta divisoria
directamente por una pared, lo consultaron con un estudio de arquitectos que
enseguida dio por tierra con el plan: una construcción irregular de esas
características inevitablemente bajaría la valuación de la vivienda en el
momento que quisieran venderla para dividir los bienes.
A esta altura, la
situación se tornó irrespirable, en un silencio áspero y cargado se echaban
terribles miradas de odio. Paloma desde la adolescencia tomaba clases de kick boxing, en dos oportunidades estuvo
a un tris de saltar la cinta para golpear a su marido en el cuello y en las
articulaciones. Previendo esa posibilidad, Marcos se había comprado un aerosol
de gas pimienta que planeaba vaciar en los ojos de su mujer ante el menor
amague. Era un escándalo, un verdadero papelón. ¿Debían llegar al extremo de
comportarse como animales salvajes? ¿Acaso no eran personas normales, con una
educación? (Marcos había completado el Colegio Comercial, Paloma tenía estudios
terciarios en diseño de indumentaria), era absurdo llegar al punto de la
violencia física. Algo tenían que hacer y debía ser drástico.
Con mucha
inteligencia entonces Marcos recurrió a ese fenómeno físico omnipresente en la
vida moderna e imprescindible en los hogares: la electricidad. Convocaron a un
técnico que diseñó y distribuyó un denso cableado adherido a la cinta divisoria
y conectado a un transformador de 3000 voltios. El otrora hogar de la pareja,
quedaba ahora partido por una valla perimetral chisporroteante que, al tiempo
de impedir cualquier agresión, invitaba por su misma peligrosidad a mejorar el
trato y a recomponer mínimas pautas de convivencia.
No hubo tiempo,
claro. Al enfrascarse en conflictos intensos, los seres humanos se obnubilan y
muchas veces no reparan en los detalles; invirtiendo un transitado refrán: el
bosque les impide ver el árbol, y eso, claro, tiene sus consecuencias. Sucedió
que Margarita, la señora de la limpieza que asistía en la casa de la pareja
tres veces por semana, y Gorbachov, el gato castrado, a las dos horas de
instalado el sistema murieron electrocutados.
Fue una circunstancia
penosa y a los efectos del relato los detalles sobran. Baste decir que el
destino quiso que la pareja llegase junta de sus respectivos trabajos minutos
después de los decesos, para terminar de apagar los cuerpos carbonizados y
humeantes con un extinguidor de incendios.
Marcos y Paloma
reportaron lo sucedido y se entregaron espontáneamente a las autoridades. Como
se declararon culpables, fueron juzgados en un juicio abreviado y se los
condenó a seis años de prisión efectiva por la muerte de la mujer, más seis
meses adicionales por el óbito del gato.
Paloma hoy ocupa una
celda en una cárcel de mujeres de Misiones y Marcos otra en el Penal de
Ushuaia. ¿Un capricho de la burocracia penal? Nada de eso: fue en este caso el
Servicio Penitenciario del Estado quien con mucha inteligencia se propuso
alojarlos en dos unidades lo más distantes posible una de otra. Y otro dato importante,
según los informes policiales Marcos y Paloma son reclusos ejemplares:
evidentemente el problema radicaba en la vida en común.
Hace dos meses
comenzaron a escribirse, largas y sentidas cartas donde reflexionan sobre lo
sucedido. No son delincuentes, el sufrimiento los ha curtido, han madurado y
planean rehacer sus vidas, por supuesto ya no como pareja, pero tal vez cuando
salgan puedan encontrarse, aunque más no sea para tomar un café.
domingo, 21 de octubre de 2012
Revolú, comedieta patria en un acto (Parte 2)
Entra el CONCEJAL con dos urnas.
CONCEJAL: ¡Buenas!
DIRECTORA: ¿Qué hace acá?
CONCEJAL: Traigo las urnas para la votación del domingo.
DIRECTORA: Ahora, no.
CONCEJAL: No, claro, el domingo.
DIRECTORA: Digo que ahora no puede estar acá, señor,
estamos en una reunión, por favor retírese.
CONCEJAL: Pero... ¿El Intendente no le avisó?
BELGRANO de golpe empieza a perseguir con la espada al
PADRE B.
BELGRANO: ¡Usares y Dragones, por el flanco derecho a
retaguardia!
PADRE B: ¡Socorro!
BELGRANO: ¡Deponga las armas, Goyeneche, o lo corto en
rebanadas!
PADRE B: ¡Auxilio!
BELGRANO: ¡No huya, cobarde!
MADRE A: ¡Sra. Directora, párelo, lo va a lastimar!
SECRETARIA: ¡General, por favor!
CONCEJAL (reparando en BELGRANO): Que extraño... El
señor... Me resulta tan.. ¡Je!... No imposible.
DIRECTORA (intentando
llevarse al CONCEJAL): ¡Espere en la Dirección, hágame el favor!
BELGRANO (dejando de perseguir al PADRE B): Ni se le
ocurra seguir la carrera militar, usted da pena (reparando en el CONCEJAL) ¿Y
éste quién es, también va a actuar? Su nombre...
MADRE C (al CONCEJAL): Es el General Manuel Belgrano.
CONCEJAL: No, decía... Sabe que yo juraba... ¡Increíble!
BELGRANO (al CONCEJAL): ¿Está sordo? ¡Su nombre!
CONCEJAL: ¡Perdón! Américo Raúl García, Honorable Concejo
Deliberante de Avellaneda. Es un gusto, General.
Le tiende la mano, BELGRANO la rechaza.
BELGRANO: ¡Funcionario!... Bien... ¿Trae los fondos que
me prometió el Triunvirato?
CONCEJAL: No entiendo.
BELGRANO: ¡LOS FONDOS QUE ME DEBE EL TRIUNVIRATO, EL
DINERO PARA LA CAMPAÑA, CAGATINTAS!....
CONCEJAL: No sé, nadie me dijo nada...
BELGRANO: ¿Entonces hicieron una transferencia, con qué
banco operan?
CONCEJAL (angustiado): Me confunde, le juro que no estoy
al tanto. Lo puedo comunicar con el secretario de finanzas de la intendencia si
usted quiere...
BELGRANO (dirigiéndose a los padres) ¡Atención batallón,
señoras, acérquense un momento, por favor! Aquí este secuaz de poder central
nos va a dar una lección de ciudadanía: ¿A ver, cagatintas, díganos cuál es su
cargo?
CONCEJAL: Concejal
BELGRANO: Sueldo
CONCEJAL: ¿Cómo dice?
BELGRANO: ¡SUELDO, DIETA, CUANTO COBRA!
CONCEJAL: Diez mil quinientos... m-más bonificación por
desarraigo, plus por pasajes y gastos reservados.
BELGRANO: ¡Diez mil quinientos más bonificación, plus y
gastos por no sé cuánto!... ¿Y qué hace?
CONCEJAL: No entiendo.
BELGRANO: ¿CUÁL ES SU TRABAJO, PARA QUE SIRVE, CARAJO?
CONCEJAL: A-asesoro
BELGRANO: ¿Asesora?... ¡Atención: mientras nosotros
dejamos la vida en sostener las
fronteras indecisas de la patria, sin pertrechos, sin comida, alejados de
nuestros afectos, acá nuestro heroico cagatintas asesora!
CONCEJAL: Lo que gano figura en mi declaración jurada,
General, le juro que...
BELGRANO: ¡Cállese!
Aquí está el enemigo más peligroso, señores, el enemigo de adentro, el
traidor a su pueblo, a su gente y a los principios sagrados de la Revolución...
PADRE A y PADRE B, se le van encima al CONCEJAL.
PADRE A: ¡Vendepatria!
PADRE B: ¡Corrupto! ¡Ladrón!
CONCEJAL: ¿Qué hacen? ¡Suéltenme!
BELGRANO: ¡Doscientos azotes y al calabozo!
SECRETARIA: ¡General, por favor!
BELGRANO: Está bien, está bien muchachos, es sólo un
ejercicio de improvisación, estoy buscando a los personajes. De todas formas
ustedes no atemorizarían ni a un paralítico (solemne) Igual, la patria tiene
hijos que sostendrán su causa y que primero perecerán a ver usurpados sus
derechos.
SECRETARIA (volviendo a entregarle el libreto): No hay
mucho tiempo ¿Por qué mejor no se concentra en sus parlamentos?
BELGRANO: ¡Déme eso!
BELGRANO se va aparte a estudiar la letra. PADRE A y
PADRE B, hablan entre sí y luego se acercan a la DIRECTORA, el CONCEJAL saca un
celular, marca nerviosamente. El diálogo
de los PADRES con la DIRECTORA y la comunicación irán a la par.
PADRE A: Qué quiere que le diga: así cualquiera. Él
después se va a ir lo más tranquilo pero nosotros tenemos que quedarnos.
PADRE B: ¡Más vale! Mi hijo seguro que va a empezar a
burlarse, últimamente la tiene contra mí, para colmo no se le puede decir nada
porque lo estamos mandando a terapia. ¡Va a ser un papelón del principio al
fin!
PADRE A: Yo me niego.
PADRE B: Yo también.
PADRE A: ¿Quién lo habla?
PADRE B: ¡Usted!
PADRE A: No mejor usted.
PADRE B: Tiremos una moneda
PADRE B tira una moneda y la abaraja.
PADRE B: Cara, perdió
El PADRE A encara a la DIRECTORA.
PADRE A: Señora, si nos permite, acá con el caballero
queríamos plantearle una preocupación.
PADRE B: Estamos contentos con la participación del
General Belgrano, pero con respecto a
las armas de la obrita...
DIRECTORA: ¿Qué hay?
PADRE B: Habrá notado que son de cartón.
PADRE A: Muy bien confeccionadas, por cierto...
DIRECTORA: ¡Abreviemos!
PADRE B: ¿Cómo decirlo? Si las comparamos con el sable
corvo del General Belgrano, ¿qué sucede?
DIRECTORA: No entiendo.
PADRE A: Que nuestros hijos van a estar mirándonos y con
espaditas de cartón estamos en inferioridad de condiciones.
PADRE B: ¡Que vamos a hacer un papelón, señora!
DIRECTORA: ¡ES UNA OBRA DE TEATRO, QUÉ PRETENDEN,
BAZUCAS, MISILES ANTITANQUES! ¡Qué locura es ésta! ¡Irene, por favor, hágase
cargo!
El CONCEJAL habla por el celular.
CONCEJAL: Hola, hola, Intendente... qué suerte que lo
encuentro... acá en la escuela...sí, traje las urnas... sí, pero escuche... no
sabe la sorpresa que le tengo... no, no lo va a creer... ¡Esto es portentoso,
extraordinario! Un verdadero milagro. La oportunidad que estábamos buscando.
Para que tenga una idea con esto el domingo ganamos de punta a punta... No,
véngase rajando...quiero que lo compruebe usted mismo...
BELGRANO (lee, de golpe da un salto) ¡Esto es un insulto!
¿Quién escribió esta bazofia? ¿Quién fue el autor de esta injuria? ¡Que se
reporte el autor de esta porquería, AHORA!...
PADRES (aterrorizados): ¡El autor, que venga el autor!
DIRECTORA: ¡El autor!
SECRETARIA: ¡Por favor, el autor!
De entre el público se para un hombrecito calvo, de
lentes.
PADRE A: ¿Usted es el autor?
AUTOR: S-sí. ¿Por?
SECRETARIA: ¡Venga!
DIRECTORA: ¡Suba, hombre, está sordo!
El AUTOR sube al escenario, lo empujan para que se
acerque a BELGRANO.
BELGRANO: ¿Usted escribió esto? ¡HABLE!
AUTOR: ¡Yo soy el autor... pero del texto original!
BELGRANO: ¿Qué quiere decir?
AUTOR: Que he dejado al actor la posibilidad de encontrar
s-su propia voz, mientras que mi labor se centra en la creación del todo
sistémico, integral. Digamos que e-en este sentido hay una ruptura de la
teatralidad reconocible para crear un nuevo tipo experiencia escénica.
BELGRANO: ¡Mire,
usted también está loco, siéntese! (enarbolando el libreto) Quiero saber, bajo tribunal de
guerra, quién escribió esta injuria. ¡¡¡QUIEN FUE!!!
Pausa en la que se escrutan unos a otros.
DIRECTORA: Fui yo.
BELGRANO: ¡Usted!... (camina en derredor de la DIRECTORA,
la examina) ¡Usted! A ver, querida señora, explíquenos cómo a un alto mando de
expertos jefes de caballería, oficiales fogueados, veteranos ilustres de las
Invasiones Inglesas, yo puedo arengarlos antes de la batalla diciéndoles: “La
patria confía en que sus hijos sostendrán la noble causa, por los sagrados
derechos de la libertad y la autodeterminación, la copa de leche, el aula de
computación y un nuevo equipo de luces para el salón de actos. ¡QUÉ ES ESTE
DISPARATE!
PADRE A: ¡Escandaloso!
MADRE C: ¡Qué vergüenza!
SECRETARIA: No sabe la crisis por la que están pasando
las escuelas bonaerenses.
BELGRANO: ¡CALLESE! A esta institución, según me
comentaron, concurre la nieta de Pacho O´Donnell. ¿Esto es correcto?
SECRETARIA: Es correcto.
BELGRANO: Díganme, entonces: ¿Cómo quedo yo ante la
historia si ponen en mi boca tales burradas? “¡El General Manuel Belgrano sintió
pánico antes de una batalla y empezó a delirar! ¡El General Manuel Belgrano se
droga!”
DIRECTORA: Tiene razón. Le pido disculpas.
CONCEJAL (interrumpiendo, aparatoso): Como dijo un
conocido constitucionalista: primero será la Revolución, el cambio del viejo y
viciado sistema por uno nuevo, y una vez instaurado, sí, llegará el turno de
los reclamos puntuales: mayor presupuesto, salud, arreglo de cloacas, alumbrado
y barrido. Justamente le comentaba al Intendente, hay un sinnúmero de cosas que
entre usted y nosotros podemos articular
para felicidad del pueblo de la Patria (le tiende el celular) El Intendente en
línea...
BELGRANO: ¿El Intendente? ¿Cayó el Triunvirato? ¿De qué
habla este carajo?
CONCEJAL: Juan Ignacio Castromán, Intendente de
Avellaneda.
BELGRANO (furioso, de un sablazo le hace volar el celular
de las manos): ¡BASTA!
De golpe una luz potente surge desde la platea, off de
voces, tumulto, flashes. BELGRANO queda anonadado.
OFF PERIODISTAS: ¡General, acá General, por favor, de
Crónica TV, de TN, General, una pregunta! ¡Por favor no empujen! ¡De Intrusos
en el espectáculo, Radio Continental, General, una sola pregunta!
PADRE B: ¡Fuera! ¡Salgan de acá!
DIRECTORA: ¿Quién les avisó? ¿Fue usted Amelia?
SECRETARIA: No
DIRECTORA: ¡Traidora!
SECRETARIA: ¡Se lo juro por mis hijos, señora!
OFF PERIODISTAS: ¿Tiene una hija no reconocida, General?
¿Es verdad su ruptura con San Martín? ¿Se postula para las próximas
elecciones?
PADRE A: ¡Váyanse! ¡Fuera!
DIRECTORA (al AUTOR): Entonces fue usted.
El AUTOR escudándose en el guión abierto.
AUTOR: ¡Para nada! ¡Lea, en el libro no hay ninguna
conferencia de prensa!
OFF PERIODISTAS: General, General, los realistas lo
acusan de bisexual, ¿qué puede decir al respecto?
La DIRECTORA se abalanza hacia la luz.
DIRECTORA: ¡Cierre la ventana, Amelia! ¡No hay
declaraciones, se van!
La luz y las voces se esfuman, BELGRANO se mantiene
estupefacto, intentan hacerlo reaccionar.
PADRE B: ¡General, General!
PADRE A: ¿Se siente bien?
SECRETARIA: Traigan una silla.
Lo sientan.
MADRE C: Son muchas emociones juntas.
SECRETARIA: Amelia, traiga algo fuerte.
MADRE A: Hay que llamar a un médico.
DIRECTORA: Le llega a pasar algo voy presa.
PADRE B: ¡No, no esperen!
BELGRANO comienza a hablar suavemente desde la silla como
si soñara, para ir subiendo gradualmente el tono hasta incorporarse sobre la
silla y concluir exaltado.
BELGRANO: Escucho el repicar de campanas, los vivas de la
plaza manifiestan algarabía, atronan tres salvas de artillería, en los
semblantes leo los sentimientos generosos con que la libertad dilata los
corazones ¿Dónde han quedado las rivalidades? ¿La incomprensión de los
serviles? ¡Es hora de sumar, señores! El que en su corazón haya jurado la libertad
de sus hermanos, el que observe con interés la suerte de los pueblos de
América, no puede menos que consagrarse al placer de este día. El Dios de la
victoria ha fortalecido los brazos de sus libertadores. ¡Huyan para siempre los
tiranos del suelo de los hombres libres, ya no tienen que esperar sino la justa
venganza de los que han hecho gemir por tantos siglos! ¡Rotas las cadenas con
que habíais aprisionado a la América, toda ella se confedera en vuestra ruina,
con los irascibles vínculos de la firmeza, la severidad y el castigo contra
cada enemigo de la justa causa revolucionaria!
Pausa. BELGRANO, con extrañeza, parece volver del sueño.
BELGRANO: ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?
DIRECTORA: Estaba delirando.
PADRE A: Decía disparates. Hablaba pavadas, General. Nos
dio un susto.
SECRETARIA: ¿La conferencia de prensa, los periodistas,
no recuerda?
BELGRANO: ¿Qué periodistas? ¿Qué delirio? ¡Basta, todos
ustedes me tienen harto, me escucharon: HARTO! ¡ME VOY!
Entra DIAZ VELEZ.
DIAZ VELEZ: ¡General!
BELGRANO: ¡Díaz Vélez, por fin! ¿Por dónde entró?
DIAZ VELEZ: Por ahí...
BELGRANO (sorprendido): ¡Mire usted!
DIAZ VELEZ: Estamos un poco atrasados, General, hay
problemas con el abastecimiento de pertrechos, la tropa espera órdenes. ¿Quién
es toda esta gente?
BELGRANO: Es largo de explicar. Si no estuviéramos
apurados el deber me ordenaría fusilarlos en masa. ¡Vámonos!
SECRETARIA: ¡Pero General, no, espere!
BELGRANO: ¡A callar! ¡Manga de trastornados!
BELGRANO y DIAZ VELEZ salen por la derecha.
SECRETARIA: Es que por ahí no van a poder salir.
DIRECTORA: Hace treinta años que trabajo en esta escuela,
por ahí se va a la Portería (al AUTOR) ¡Usted que es el autor, diga algo!
AUTOR: No sé, e-estoy un poco confundido.
DIRECTORA: Se escuchan ruidos.
OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!
MADRE B: ¿Qué es eso?
SECRETARIA (asomándose): Quieren salir por la despensa,
la portera se hizo fuerte en el pasillo y no los deja pasar.
OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!
SECRETARIA: Les está tirando con las ollas.
MADRE C: ¡Esa mujer está loca!
Repentino silencio.
SECRETARIA: Se la llevan prisionera.
Pausa, se miran unos a otros, repentinamente deprimidos.
MADRE A (reaccionando): ¡General, lléveme!
PADRE A: ¿Magda, estás loca?
MADRE A: ¡Me voy con él, Félix, lo amo!
La MADRE A sale tras BELGRANO y DIAZ VELEZ.
PADRE A: ¡Magda, Magda!
SECRETARIA: ¡Qué papelón!
PADRE A: Siempre me hace lo mismo. Con el primero que se
le cruza. ¡Qué vergüenza!
PADRE B: No se aflija, por lo menos es con un prócer.
Pausa. Se empieza a escuchar una marcha.
PADRE B: ¿Y eso? ¿Escucha?
PADRE A: Sí. ¿Qué será?
PADRE B: No sé. Pero es muy pegadizo, yo de golpe siento
una cosa acá en el estómago. ¿La siente?
PADRE A: Sí, ¿qué será?
PADRE B: El llamado de la patria.
PADRE A: ¿Le parece?
PADRE B: Ajá. Y creo que sería una vergüenza no
escucharlo, quedarnos de brazos cruzados.
PADRE A: ¡Es verdad! Yo no estoy muy entrenado, además
soy insulino-dependiente, pero una voz interior me dice “animate, tenés una obligación
que cumplir”.
PADRE B: ¡Vamos!
La marcha crece, los PADRES van hasta el escenario,
agarran los birretes, las espaditas de cartón, improvisan una formación y
empiezan a salir marchando.
PADRE A: ‘Civilem protege pacem et salutem’ ¡Muerte a la
península!
PADRE B: ¡Valor, camarada!... ¿Servirá de algo ir con el
celular?
PADRE A: Por las dudas llévelo. ¿Qué batalla dijo el
General?
PADRE B: Vilcapugio, creo, o Ayohuma.
PADRE A: No, eso fue la Expedición al Paraguay.
PADRE B: La de la Expedición al Paraguay fue Campichuelo.
PADRE A: ¿O Cancha Rayada?
PADRE B: Ni cancha Rayada, ni Campichuelo. Es Paraguarí.
PADRE A: Paraguarí fue la del cruce de los Andes.
MADRE C (enjugándose las lágrimas con un pañuelo): ¡Bravo
patriotas! ¡Suerte! ¡Vayan con Dios!
Salen por el lugar equivocado, vuelven a entrar, siempre
marchando y empiezan a salir por la derecha.
DIRECTORA (al AUTOR): ¿Y usted, se queda ahí sentado, no
piensa ir?
AUTOR: Es que n-no sé si corresponde.
DIRECTORA (empujándolo): ¡Vamos, hombre! ¿No le corre
sangre por las venas? ¡Estos intelectuales, no sirven ni para espiar!
El AUTOR se suma a la formación que sale. Pausa. La
SECRETARIA y LA DIRECTORA observan al CONCEJAL, que se incomoda.
CONCEJAL: Si no fuera que asuntos igualmente
trascendentes me retienen...
DIRECTORA: ¡Sí, justo!
CONCEJAL (con nerviosismo): ¡Salud, salud, patriotas!
¡Con cuanto orgullo los contemplo! Como dijo un conocido constitucionalista:
actitudes como éstas, proyectan el perfil de gloria del destino americano.
Sigue la marcha hasta perderse. Lento apagón, canto de
grillos de fondo.
OFF PORTERA: ¡Mmmmm! ¡Mmmm!
OFF DIAZ VELEZ: Los hombres, esperan sus órdenes. Están
algo inquietos...
OFF BELGRANO: ¡No es para menos!
OFF PORTERA: ¡Mmmmmm!
OFF BELGRANO: Ajústele la mordaza a esa piantada, y
cuando lleguemos me la destina a la cocina de la tropa.
OFF DIAZ VELEZ: ¡Qué gente rara, General! ¿Eran naturales
del lugar?
OFF BELGRANO: No lo sé. Lo que me saca de quicio es
pensar que ocupan el territorio que tanta sangre nos está costando defender.
¡Se toman la Revolución a la chacota!
Se escuchan voces a la distancia.
VOCES: ¡Espere! ¡No nos abandone, General! ¡Vamos con
usted!
OFF DIAZ VELEZ: ¿Escucha?
OFF BELGRANO: Sí, escucho. Son esos locos. ¡Vamos a toda
marcha, Díaz Vélez! ¡Acelere, acelere! ¿Qué le pasa?
OFF DIAZ VELEZ: Que no sé cómo General, flotamos en el
éter.
OFF BELGRANO: ¡Si le digo a toda marcha, es a toda
marcha! ¡No sé, mueva los brazos, reme! ¡ES UNA ORDEN!
OFF DIAZ VELEZ: ¡Voy! ¡Voy!
VOCES (a la distancia): ¡Espere! ¡No me abandones, mi
amor! ¡Muerte al hispano! ¡No nos abandone! ¡Revolución! ¡Espereee!
viernes, 5 de octubre de 2012
Revolú, comedieta patria en un acto (Parte 1)
Personajes:
Manuel Belgrano
DirectoraSecretaria
Portera
Padre A
Madre A
Padre B
Madre C
Concejal
Autor
Díaz Vélez
Oscuro. Canto de grillos de fondo.
OFF BELGRANO: “Cuando se
desespera de la salud de la patria se aceptan los remedios más extraños.
Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus
hermanos... También son esos los que critican las determinaciones de los jefes.
Por fortuna dan conmigo que me río de ellos, y hago lo que me dicta la razón,
la justicia y la prudencia y no busco glorias sino la unión de los americanos y
la prosperidad de la patria".
Voces
infantiles, suena un timbre de recreo, luz sobre un salón de actos de escuela
primaria, sobre el fondo pequeña tarima a modo de escenario, mesa con birretes,
peinetas, guirnaldas, espadas de cartón.
PADRE A, MADRE A, PADRE B, MADRE C, DIRECTORA y SECRETARIA discuten. Más allá, el General
Manuel BELGRANO.
DIRECTORA: ¡A ver, por
favor!...
MADRE A: Señora, le repito...
PADRE B: ¡Nada que ver! Fue
algo inesperado.
PADRE A: Quién se iba a
imaginar.
MADRE C: Desde ese punto de
vista, no creemos...
PADRE B.- ¡Ni hablar!
MADRE A: Completamente
inocentes...
DIRECTORA: ¡Por favor, de a
uno!
PADRE A: Creo que estamos
exagerando...
MADRE A: No se puede culpar...
MADRE C: ¡Dios me libre!
PADRE B: Le repito...
PADRE A: Una simple tarea...
MADRE C: ¡Que tarea ni tarea:
fue un trabajo de investigación!
DIRECTORA: ¡Silencio! Así no
nos vamos a entender. ¿Quién, dijo un trabajo de investigación?
MADRE C: Yo
PADRE A: ¡Efectivamente, un
trabajo de investigación!
DIRECTORA: ¿Es así, Irene?
SECRETARIA: Sí, señora
directora.
PADRE B: ¡Lo que sostengo yo!
Por lo tanto no estamos hablando de ninguna falta por parte de los chicos.
MADRE A: Todo lo contrario. Mi
hija es la primera de la clase.
PADRE B: ¡Bueno, tampoco venga
a mandarse la parte!
MADRE A: ¡Es el mejor promedio!
MADRE C: Martita De Vincenci es
la responsable.
PADRE A: ¡Avise!
PADRE B: ¡Usted no se haga el
desentendido! ¡Su hija es la culpable de todo!
MADRE A: ¡Nuestra hija no tiene
nada que ver!
MADRE C: Su hija fue la de la
idea y arrastró a los demás.
MADRE A: ¿Quién lo dice?
MADRE C: ¡Mi hijo lo dice!
MADRE A: ¡Su hijo es un
inadaptado, un delincuente juvenil!
DIRECTORA: ¡Basta, por favor!
Pausa,
miran con inquietud hacia donde está BELGRANO.
DIRECTORA: Aquí la única que
levanta la voz soy yo. ¿Entendido?
MADRE C: Disculpe.
PADRE A: Tiene razón.
SECRETARIA: Señora Directora,
si me permite... estamos todos un poco nerviosos.
DIRECTORA: ¡Ya lo creo que
estamos nerviosos!
SECRETARIA: Yo diría que
hubo un error de interpretación.
PADRE B: De interpretación...
PADRE A: ¡Exacto!
SECRETARIA: Los chicos
preparaban el trabajito para el Día de la Bandera. ¿No es así? Tuvieron dudas y
lógicamente cuando hay dudas hay que recurrir a las fuentes.
DIRECTORA: ¡¿Recurrir a las
fuentes?!
SECRETARIA: ¡Correcto!
DIRECTORA: Recurrir a las
fuentes... ¡Usted es un cráneo, Irene! (descontrolada)
¡Recurrir a las fuentes es consultar libros, entrar a una página de Internet,
ir al Archivo Histórico Nacional! ¡¡¡NO
ESTO!!!...
Pausa,
vuelven a mirar hacia donde está
BELGRANO.
MADRE C: Es verdad, es un
escándalo.
PADRE B: ¡Y...los chicos vienen
jodidos!
MADRE A: Incontrolables.
DIRECTORA: ¿Y la irresponsable
de la maestra, dónde estaba?
SECRETARIA: Tomando un té con
Criollitas en la Portería.
DIRECTORA: Tomando un té con
Criollitas... (llama) ¡AGUIRREEEE,
AGUIRREEEE!
SECRETARIA: Está en tercero con
prueba escrita.
DIRECTORA (agarrándose la cabeza): Seis meses para jubilarme, ciento ochenta
días descontando feriados y vacaciones. De doscientas escuelas del
distrito por qué tiene que pasarme esto
justo a mí. ¡Por qué!... Avísele que está suspendida.
Pausa,
vuelven a mirar a BELGRANO.
PADRE B: ¿De verdad es
Belgrano?
DIRECTORA: ¡No, si va a ser el
Capitán Piluso!
MADRE A: Yo lo hacía distinto.
MADRE C: Más alto, mejor
complexión.
MADRE A: ¿Verdad que sí? Un
estilo Robert Urich, o Mel Gibson en “Arma mortal III.
MADRE C: Así de cerca parece
Chiche Gelblung.
DIRECTORA: Les pido por favor
dejemos eso, ahora la cuestión es saber qué hacemos.
PADRE A: ¡Guarda! ¡Ahí viene!
BELGRANO
se aproxima, los padres sin saber qué hacer
se cuadran, el PADRE A le hace la
venia.
BELGRANO: ¡Lo voy a decir una
vez más: tengo que volver AHORA!
DIRECTORA: Sí, si precisamente
estábamos hablando...
BELGRANO: La Revolución peligra
en el Norte. En tres días tengo que estar en el Alto Perú ¿Usted piensa que yo
estoy para perder el tiempo?
DIRECTORA: No, no...
PADRE B: ¿Al Alto Perú, y qué,
tiene m-muchas batallas, General?
PADRE A: ¡Cuente, vuesa
excelencia, cuente! ¿Cómo es el exercicio guerrero?
BELGRANO: ¿Ustedes están medio
tocados, no?...
DIRECTORA: ¿En qué sentido lo
dice?
BELGRANO: ¿Qué hace esta gente
acá? ¿Para qué es ese escenario? SECRETARIA: Los señores son los padres de los
alumnos de segundo, cuando usted llegó estaban ensayando la obrita para el Día
de la Bandera.
PADRE B: La fecha en que Ud.
creó nuestro pabellón.
BELGRANO: ¡Otra vez con eso del
pabellón! ¡SU NOMBRE!
PADRE B (cuadrándose): ¡Señor, Ramiro Carlos D’alessio, gran admirador y
patriota, señor!
BELGRANO: ¡Ramiro Carlos no sé
cuánto, no vuelva a repetir en mi presencia esa patraña!
PADRE B: No entiendo.
BELGRANO: Lo que escuchó, lo de
la bandera fue una campaña de prensa de Sarratea. Yo apenas si diseñe los
uniformes! (para sí, nervioso) ¡Pero
qué tengo que explicar yo!...
SECRETARIA: Tranquilícese.
MADRE
A y MADRE C aparte.
MADRE A: ¿Escuchó? ¡Qué cosas
dice!
MADRE C: Hace chistes y todo.
¡Es tan natural!...
PADRE A (declamando): ¡Hombre de mayo, exemplo de valía, justum et tenacem!
¡Revolución! ¡Querella al hispano!...
BELGRANO: ¿Por qué habla así,
es idiota?
MADRE A: No, es Félix, mi
marido.
BELGRANO (desenvaina la espada): ¡Shtt, silencio!
DIRECTORA: ¿Qué hay?
BELGRANO: Ahí están otra vez.
DIRECTORA: ¿Quienes?
BELGRANO: Esos mocosos.
PADRE C: Son nuestros hijos,
General.
BELGRANO: ¡Odio a los niños!
MADRE A: ¡Por favor, son
inofensivos!
BELGRANO: Carecen del menor
sentido de la disciplina.
MADRE C: ¡Tenga piedad: recuerde
al Tamborcito de Tacuarí!
Entra
la PORTERA con una bandeja con tazas, BELGRANO se le abalanza.
PORTERA: ¡Virgen santa!
BELGRANO: ¿Quién la manda,
Tristán, el Triunvirato? ¡HABLE, AHIJUNA!...
DIRECTORA: No le haga daño, es
la Portera, General.
SECRETARIA: Trae el mate
cocido. ¿No quiere una taza?
BELGRANO: ¡No quiero nada! ¡Deme
eso!
BELGRANO
agarra un vaso de agua de la bandeja, saca una tableta de un bolsillo, se traga
dos pastillas, y se toma el agua. Pausa.
MADRE A: Debe estar estresado.
MADRE C: No es para menos.
BELGRANO: El Triunvirato me
odia, quiere que vuelva a Córdoba pero yo NI PIENSO... ¡El atropello de los
usurpadores tiene los días contados! Tengo un buen pálpito: primero voy a caer
sobre Salta, de ahí, como un refucilo salto a Potosí, después Lima, Río de
Janeiro, Fortaleza, Cancún. Lo único que necesito es volver al campamento,
tengo que pensar. ¿Qué hora es?
PADRE A: Las once y cuarto.
Aparte
SECRETARIA y DIRECTORA
DIRECTORA: ¡Yo estoy maldecida!
Hay que hacer algo. Este hombre está cada vez más nervioso.
SECRETARIA: Mire, señora
Directora, estuve pensando: creo que habría que aprovechar la situación.
DIRECTORA: ¿Qué quiere decir?
SECRETARIA: ¿Qué ocurriría si
al Ministerio le llegara la noticia de que en una anónima escuela del conurbano
el acto del día de la Bandera fue presidido por el General Belgrano en persona?
DIRECTORA: ¡Qué disparates
dice!
SECRETARIA: Ningún disparate.
DIRECTORA: ¡Ni hablar!
SECRETARIA: Deje por lo menos
que actué en la obrita. Volveríamos a ser escuela de primera.
DIRECTORA: ¡Basta, Irene! Hay
que regresar a este hombre al siglo XIX ya. Sabe dónde termino yo si cae una
inspección...
BELGRANO
rodeado por los padres, muestra fotos.
MADRE C: A ver, a ver...
BELGRANO: Acá estamos en la
batalla de Tucumán: Paz, Balcarce, Pueyrredón... Díaz Vélez , Dorrego, La
Madrid...Holmberg, Alvarado y yo. Después entró Martín Rodríguez.
PADRE A: ¡Qué bárbaro!
BELGRANO: De mitad de campo de
batalla para adelante era un buen ejército.
PADRE B: ¿Y cómo anduvo?
BELGRANO: Peleamos como fieras,
el batallón de Pardos y Morenos arrancó adelante, los Usares por los laterales,
a las dos horas lo vemos pasar a Tristán en bolas y a los gritos, huía a campo
atraviesa en una bicicleta...
MADRE A: ¡Qué apasionante debe
ser la guerra!
MADRE C: Romántica, sobre todo.
PADRE A: ¿Y usted mató mucho?
MADRE A: ¡Felix, sos tarado, el
General es el comandante! ¿Vos te crees que va a andar matando enemigos cuando
su función es dirigir?
PADRE B: ¿Y con el sable corvo,
debe ser dificilísimo pelear con el sable corvo, no?
BELGRANO: Como todo, tiene sus
secretos. ¿Usted tiene algún entrenamiento?
PADRE B: Con espadas luminosas,
de jugar mi hijo.
BELGRANO: ¿Espadas luminosas?
¡Ustedes parecen todos imbéciles! A ver
venga (le da la espada) ¡Sostenga
firme!
PADRE B: Es pesada.
BELGRANO: ¡No sea cagón,
hombre: uno – dos – tres – ataque! ¡Uno – dos – tres – ataque! Repítalo solo...
(agarra a la PORTERA de un brazo y se la
lleva aparte) ¡Venga para acá! ¿Tiene lápiz y papel? Escriba: “Amada mía,
aprovecho la pausa para enviarte estas pobres líneas. Quizás sea la fiebre o la
fatiga, pero cerré los ojos en mi catre de campaña y los he abierto en Buenos
Aires en una especie de hospicio o loquero, junto a un hato de niños
intolerables y otra gente estrafalaria. ¡El Universo es extraño! ¿Cuánto tiempo
ha pasado, amada? ¿Cuándo nos reencontremos podremos reconocernos? He dejado de
ser el caballero americano acostumbrado a la buena caligrafía y amante de la
jurisprudencia que conociste, para transformarme en un soldado más de esta
Revolución. Sé fuerte, sospecho que muy pronto estaré en tus brazos. Por
siempre tuyo. Manuel”.... Despáchemela en carácter de urgente y ahora me anota
esta lista: “580 fusiles, 215
bayonetas, 21 carabinas a repetición, 34 pistolas, 34.000 cartuchos de fusil, 6
cañones y 23 bombas inteligentes”. Se me corre hasta la armería que está en esta dirección (le saca la hoja de las manos y anota) y les dice que es para mí,
tengo cuenta corriente. ¡Vamos,
mujer, está sorda, muévase!
La PORTERA va hasta donde está la DIRECTORA y la SECRETARIA.
La PORTERA va hasta donde está la DIRECTORA y la SECRETARIA.
DIRECTORA: ¿Qué pasa, Amelia?
PORTERA (confundida): El señor quiere que le lleve este pedido. Dice que tiene cuenta corriente...
DIRECTORA: ¿Y cuál es el problema?
PORTERA (confundida): El señor quiere que le lleve este pedido. Dice que tiene cuenta corriente...
DIRECTORA: ¿Y cuál es el problema?
PORTERA: Difícil
DIRECTORA: ¿Y por qué difícil?
PORTERA: Es la dirección del Mc Donald del Alto Avellaneda.
DIRECTORA: ¡Mire Amelia, no eche más leña al fuego! ¡Usted la lleva!
PORTERA: ¿Pero y a quién se la doy?
DIRECTORA: ¡Y a mí qué me dice! ¡Déjesela al payaso Ronald!
BELGRANO (a los gritos): ¡UNA RADIO, NECESITO UNA RADIO!
DIRECTORA: ¿Y por qué difícil?
PORTERA: Es la dirección del Mc Donald del Alto Avellaneda.
DIRECTORA: ¡Mire Amelia, no eche más leña al fuego! ¡Usted la lleva!
PORTERA: ¿Pero y a quién se la doy?
DIRECTORA: ¡Y a mí qué me dice! ¡Déjesela al payaso Ronald!
BELGRANO (a los gritos): ¡UNA RADIO, NECESITO UNA RADIO!
DIRECTORA: Amelia, tráigale la
radio a este loco.
PORTERA: No tiene pilas.
BELGRANO: Necesito saber qué
sucedió con San Martín en San Lorenzo.
PADRE B: ¡Ganó, General!
BELGRANO: ¿Ganó?
PADRE B: ¡Ajá! Le hicieron una
marcha y todo.
BELGRANO (reflexionando): ¡Bien, bien!...
La
PORTERA sale, la DIRECTORA y la SECRETARIA se acercan a BELGRANO.
SECRETARIA: Ya estamos viendo
lo de su traslado.
BELGRANO: ¡Más vale que sea ya!
SECRETARIA: General, mientras
tanto con la Sra. Directora habíamos pensado en algo. ¡Una pavada!
DIRECTORA: En realidad,
necesitamos pedirle un favor.
SECRETARIA: ¿No le gustaría
“tomar parte”?
BELGRANO: ¿“Tomar parte”?
SECRETARIA: Participar en la
obrita del Día de la Bandera.
BELGRANO: ¡Y dale con la Bandera!
¡Aquí todo el mundo está obsesionado con
la Bandera! ¿Qué tiene de malo el Día del Uniforme?
DIRECTORA (impaciente): A ver si definimos esto de una vez: lo que la
Secretaria quiere manifestar, General es si Ud. querría actuar.
BELGRANO: ¿Actuar? (duda) ¡Hmmm, actuar!... ¿Y de quién tendría
que hacer?
SECRETARIA: De Belgrano.
BELGRANO: ¿De Belgrano?
SECRETARIA: Es un protagónico.
BELGRANO: ¡Hmmm, no sé!... Es
un personaje complejo. Claro que también cuento con ciertas ventajas: yo “soy”
Belgrano, y alguna experiencia en la actuación tengo.
SECRETARIA: ¿No diga?
BELGRANO: Asistí seis años los
talleres del Café de Marco, después pasé a la tertulia de las hermanitas
Ezcurra. No hay como el teatro para mantener el espíritu de la tropa, era la eterna discusión con La Madrid, él se inclinaba más por el tenis de mesa. En
campaña representamos todo, desde los clásicos hasta las nuevas tendencias,
Veronese, el Periférico de Objetos. Lógicamente de Calderón y Lope de Vega,
nada, por godos.
SECRETARIA (entregándole el libreto): Entonces no se hable más, seguro que le
va a salir. Tome (al resto de los padres,
haciendo sonar las palmas) A ver, atención por qué no repasamos, usted, Sr.
Carminatti, es Balcarce, el Gral. Belgrano va a ocupar su lugar.
MADRE C: ¿Va a actuar?
MADRE A: ¡Va a actuar! ¿No es fascinante?
MADRE A: ¡Va a actuar! ¿No es fascinante?
MADRE C (suspirando): ¡Que personalidad!
MADRE A: Y... es héroe.
MADRE C: Sí.
MADRE A: Y lo heroico siempre destaca en el hombre como un cierto...
MADRE A: Y lo heroico siempre destaca en el hombre como un cierto...
MADRE A:
Sex appel.
MADRE A: ¡Exacto: un sex appel! Fíjese
Félix, en cambio.
MADRE A: ¿Qué tiene?MADRE B: Vendedor de AFJP, de noche le da miedo sacar a pasear al perro.
MADRE A: Sí. Mi marido también es un
pobre tipo.
MADRE B: Un héroe en cambio...
MADRE B: Y sí, un héroe... Le voy a confesar algo: sabe, yo tengo fantasías.
MADRE B: ¿Con héroes?
MADRE B: Sí. Pero nada histórico, lo mío es con héroes de historieta. (reservada) Sueño que lo hago con Superman.
MADRE B: ¡Qué loca!
MADRE A: ¡El hombre de acero!
MADRE A: ¡Ay, cállese!
MADRE B: Un héroe en cambio...
MADRE B: Y sí, un héroe... Le voy a confesar algo: sabe, yo tengo fantasías.
MADRE B: ¿Con héroes?
MADRE B: Sí. Pero nada histórico, lo mío es con héroes de historieta. (reservada) Sueño que lo hago con Superman.
MADRE B: ¡Qué loca!
MADRE A: ¡El hombre de acero!
MADRE A: ¡Ay, cállese!
MADRE C: Estamos en plena faena
cuando se nos suman Patoruzú y el Increíble Hulk.
MADRE A (apantallándose): ¡Basta, por favor!
Los
padres alzan de la mesa los birretes, los sables de cartón, suben a la tarima.
La MADRE A le da una cámara de fotos a la MADRE C.
MADRE A: Hágame el favor, por
lo menos quiero quedarme con un recuerdo.
La
MADRE A va junto a BELGRANO, mientras la MADRE C saca varias fotos, lo abraza,
lo toca.
MADRE A: Qué buena confección
tiene su uniforme, General. ¿De qué tela es?
BELGRANO (malhumorado): Tela zampo.
MADRE A: ¡Ja, ja, usted me
encanta, es re-políticamente
incorrecto!
La
SECRETARIA y la DIRECTORA hablan aparte.
DIRECTORA: Irene, esto es
una locura.
SECRETARIA:
Confíe en mí, en un rato llamo a mi marido que conoce a un periodista de la
radio. Va a ver qué pegada. (CONTINUARÁ...)
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