domingo, 21 de octubre de 2012

Revolú, comedieta patria en un acto (Parte 2)

Entra el CONCEJAL con dos urnas.

CONCEJAL: ¡Buenas!

DIRECTORA: ¿Qué hace acá?

CONCEJAL: Traigo las urnas para la votación del domingo.

DIRECTORA: Ahora, no.

CONCEJAL: No, claro, el domingo.

DIRECTORA: Digo que ahora no puede estar acá, señor, estamos en una reunión, por favor retírese.

CONCEJAL: Pero... ¿El Intendente no le avisó?

BELGRANO de golpe empieza a perseguir con la espada al PADRE B.

BELGRANO: ¡Usares y Dragones, por el flanco derecho a retaguardia!

PADRE B: ¡Socorro!

BELGRANO: ¡Deponga las armas, Goyeneche, o lo corto en rebanadas!

PADRE B: ¡Auxilio! 

BELGRANO: ¡No huya, cobarde!

MADRE A: ¡Sra. Directora, párelo, lo va a lastimar!

SECRETARIA: ¡General, por favor!

CONCEJAL (reparando en BELGRANO): Que extraño... El señor... Me resulta tan.. ¡Je!... No imposible.

DIRECTORA (intentando  llevarse al CONCEJAL): ¡Espere en la Dirección, hágame el favor!

BELGRANO (dejando de perseguir al PADRE B): Ni se le ocurra seguir la carrera militar, usted da pena (reparando en el CONCEJAL) ¿Y éste quién es, también va a actuar? Su nombre...

MADRE C (al CONCEJAL): Es el General Manuel Belgrano.

CONCEJAL: No, decía... Sabe que yo juraba... ¡Increíble!

BELGRANO (al CONCEJAL): ¿Está sordo? ¡Su nombre!

CONCEJAL: ¡Perdón! Américo Raúl García, Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda. Es un gusto, General.

Le tiende la mano, BELGRANO la rechaza.

BELGRANO: ¡Funcionario!... Bien... ¿Trae los fondos que me prometió el Triunvirato?

CONCEJAL: No entiendo.

BELGRANO: ¡LOS FONDOS QUE ME DEBE EL TRIUNVIRATO, EL DINERO PARA LA CAMPAÑA, CAGATINTAS!....

CONCEJAL: No sé, nadie me dijo nada...

BELGRANO: ¿Entonces hicieron una transferencia, con qué banco operan?

CONCEJAL (angustiado): Me confunde, le juro que no estoy al tanto. Lo puedo comunicar con el secretario de finanzas de la intendencia si usted quiere...

BELGRANO (dirigiéndose a los padres) ¡Atención batallón, señoras, acérquense un momento, por favor! Aquí este secuaz de poder central nos va a dar una lección de ciudadanía: ¿A ver, cagatintas, díganos cuál es su cargo?

CONCEJAL: Concejal

BELGRANO: Sueldo

CONCEJAL: ¿Cómo dice?

BELGRANO: ¡SUELDO, DIETA, CUANTO COBRA!

CONCEJAL: Diez mil quinientos... m-más bonificación por desarraigo, plus por pasajes y gastos reservados.

BELGRANO: ¡Diez mil quinientos más bonificación, plus y gastos por no sé cuánto!... ¿Y qué hace?

CONCEJAL: No entiendo.

BELGRANO: ¿CUÁL ES SU TRABAJO, PARA QUE SIRVE, CARAJO?

CONCEJAL: A-asesoro

BELGRANO: ¿Asesora?... ¡Atención: mientras nosotros dejamos la vida  en sostener las fronteras indecisas de la patria, sin pertrechos, sin comida, alejados de nuestros afectos, acá nuestro heroico cagatintas asesora!

CONCEJAL: Lo que gano figura en mi declaración jurada, General, le juro que...

BELGRANO: ¡Cállese!  Aquí está el enemigo más peligroso, señores, el enemigo de adentro, el traidor a su pueblo, a su gente y a los principios sagrados de la Revolución...

PADRE A y PADRE B, se le van encima al CONCEJAL.

PADRE A: ¡Vendepatria!

PADRE B: ¡Corrupto! ¡Ladrón!

CONCEJAL: ¿Qué hacen? ¡Suéltenme!

BELGRANO: ¡Doscientos azotes y al calabozo!

SECRETARIA: ¡General, por favor!

BELGRANO: Está bien, está bien muchachos, es sólo un ejercicio de improvisación, estoy buscando a los personajes. De todas formas ustedes no atemorizarían ni a un paralítico (solemne) Igual, la patria tiene hijos que sostendrán su causa y que primero perecerán a ver usurpados sus derechos.

SECRETARIA (volviendo a entregarle el libreto): No hay mucho tiempo ¿Por qué mejor no se concentra en sus parlamentos? 

BELGRANO: ¡Déme eso!

BELGRANO se va aparte a estudiar la letra. PADRE A y PADRE B, hablan entre sí y luego se acercan a la DIRECTORA, el CONCEJAL saca un celular,  marca nerviosamente. El diálogo de los PADRES con la DIRECTORA y la comunicación irán a la par.

PADRE A: Qué quiere que le diga: así cualquiera. Él después se va a ir lo más tranquilo pero nosotros tenemos que quedarnos.

PADRE B: ¡Más vale! Mi hijo seguro que va a empezar a burlarse, últimamente la tiene contra mí, para colmo no se le puede decir nada porque lo estamos mandando a terapia. ¡Va a ser un papelón del principio al fin!

PADRE A: Yo me niego.

PADRE B: Yo también.

PADRE A: ¿Quién lo habla?

PADRE B: ¡Usted!

PADRE A: No mejor usted.

PADRE B: Tiremos una moneda

PADRE B tira una moneda y la abaraja.

PADRE B: Cara, perdió

El PADRE A encara a la DIRECTORA.

PADRE A: Señora, si nos permite, acá con el caballero queríamos plantearle una preocupación.

PADRE B: Estamos contentos con la participación del General Belgrano, pero con  respecto a las armas de la obrita...

DIRECTORA: ¿Qué hay?

PADRE B: Habrá notado que son de cartón.

PADRE A: Muy bien confeccionadas, por cierto...

DIRECTORA: ¡Abreviemos!

PADRE B: ¿Cómo decirlo? Si las comparamos con el sable corvo del General Belgrano, ¿qué sucede?

DIRECTORA: No entiendo.

PADRE A: Que nuestros hijos van a estar mirándonos y con espaditas de cartón estamos en inferioridad de condiciones.

PADRE B: ¡Que vamos a hacer un papelón, señora!

DIRECTORA: ¡ES UNA OBRA DE TEATRO, QUÉ PRETENDEN, BAZUCAS, MISILES ANTITANQUES! ¡Qué locura es ésta! ¡Irene, por favor, hágase cargo!

El CONCEJAL habla por el celular.

CONCEJAL: Hola, hola, Intendente... qué suerte que lo encuentro... acá en la escuela...sí, traje las urnas... sí, pero escuche... no sabe la sorpresa que le tengo... no, no lo va a creer... ¡Esto es portentoso, extraordinario! Un verdadero milagro. La oportunidad que estábamos buscando. Para que tenga una idea con esto el domingo ganamos de punta a punta... No, véngase rajando...quiero que lo compruebe usted mismo...

BELGRANO (lee, de golpe da un salto) ¡Esto es un insulto! ¿Quién escribió esta bazofia? ¿Quién fue el autor de esta injuria? ¡Que se reporte el autor de esta porquería, AHORA!...

PADRES (aterrorizados): ¡El autor, que venga el autor!

DIRECTORA: ¡El autor!

SECRETARIA: ¡Por favor, el autor!

De entre el público se para un hombrecito calvo, de lentes.

PADRE A: ¿Usted es el autor?

AUTOR: S-sí. ¿Por?

SECRETARIA: ¡Venga!

DIRECTORA: ¡Suba, hombre, está sordo!

El AUTOR sube al escenario, lo empujan para que se acerque a BELGRANO.

BELGRANO: ¿Usted escribió esto? ¡HABLE!

AUTOR: ¡Yo soy el autor... pero del texto original!

BELGRANO: ¿Qué quiere decir?

AUTOR: Que he dejado al actor la posibilidad de encontrar s-su propia voz, mientras que mi labor se centra en la creación del todo sistémico, integral. Digamos que e-en este sentido hay una ruptura de la teatralidad reconocible para crear un nuevo tipo experiencia escénica.

BELGRANO: ¡Mire,  usted también está loco, siéntese! (enarbolando el  libreto) Quiero saber, bajo tribunal de guerra, quién escribió esta injuria. ¡¡¡QUIEN FUE!!!

Pausa en la que se escrutan unos a otros.

DIRECTORA: Fui yo.

BELGRANO: ¡Usted!... (camina en derredor de la DIRECTORA, la examina) ¡Usted! A ver, querida señora, explíquenos cómo a un alto mando de expertos jefes de caballería, oficiales fogueados, veteranos ilustres de las Invasiones Inglesas, yo puedo arengarlos antes de la batalla diciéndoles: “La patria confía en que sus hijos sostendrán la noble causa, por los sagrados derechos de la libertad y la autodeterminación, la copa de leche, el aula de computación y un nuevo equipo de luces para el salón de actos. ¡QUÉ ES ESTE DISPARATE!

PADRE A: ¡Escandaloso!

MADRE C: ¡Qué vergüenza!

SECRETARIA: No sabe la crisis por la que están pasando las escuelas bonaerenses.

BELGRANO: ¡CALLESE! A esta institución, según me comentaron, concurre la nieta de Pacho O´Donnell. ¿Esto es correcto?

SECRETARIA: Es correcto.

BELGRANO: Díganme, entonces: ¿Cómo quedo yo ante la historia si ponen en mi boca tales burradas? “¡El General Manuel Belgrano sintió pánico antes de una batalla y empezó a delirar! ¡El General Manuel Belgrano se droga!”

DIRECTORA: Tiene razón. Le pido disculpas.

CONCEJAL (interrumpiendo, aparatoso): Como dijo un conocido constitucionalista: primero será la Revolución, el cambio del viejo y viciado sistema por uno nuevo, y una vez instaurado, sí, llegará el turno de los reclamos puntuales: mayor presupuesto, salud, arreglo de cloacas, alumbrado y barrido. Justamente le comentaba al Intendente, hay un sinnúmero de cosas que entre usted y nosotros  podemos articular para felicidad del pueblo de la Patria (le tiende el celular) El Intendente en línea...

BELGRANO: ¿El Intendente? ¿Cayó el Triunvirato? ¿De qué habla este carajo?

CONCEJAL: Juan Ignacio Castromán, Intendente de Avellaneda.

BELGRANO (furioso, de un sablazo le hace volar el celular de las manos): ¡BASTA!

De golpe una luz potente surge desde la platea, off de voces, tumulto, flashes. BELGRANO queda anonadado.

OFF PERIODISTAS: ¡General, acá General, por favor, de Crónica TV, de TN, General, una pregunta! ¡Por favor no empujen! ¡De Intrusos en el espectáculo, Radio Continental, General, una sola pregunta!

PADRE B: ¡Fuera! ¡Salgan de acá!

DIRECTORA: ¿Quién les avisó? ¿Fue usted Amelia?

SECRETARIA: No

DIRECTORA: ¡Traidora!

SECRETARIA: ¡Se lo juro por mis hijos, señora!

OFF PERIODISTAS: ¿Tiene una hija no reconocida, General? ¿Es verdad su ruptura con San Martín? ¿Se postula para las próximas elecciones? 

PADRE A: ¡Váyanse! ¡Fuera!

DIRECTORA (al AUTOR): Entonces fue usted.

El AUTOR escudándose en el guión abierto.

AUTOR: ¡Para nada! ¡Lea, en el libro no hay ninguna conferencia de prensa!

OFF PERIODISTAS: General, General, los realistas lo acusan de bisexual, ¿qué puede decir al respecto?

La DIRECTORA se abalanza hacia la luz.

DIRECTORA: ¡Cierre la ventana, Amelia! ¡No hay declaraciones, se van!

La luz y las voces se esfuman, BELGRANO se mantiene estupefacto, intentan hacerlo reaccionar.

PADRE B: ¡General, General!

PADRE A: ¿Se siente bien?

SECRETARIA: Traigan una silla.

Lo sientan.

MADRE C: Son muchas emociones juntas.

SECRETARIA: Amelia, traiga algo fuerte.

MADRE A: Hay que llamar a un médico.

DIRECTORA: Le llega a pasar algo voy presa.

PADRE B: ¡No, no esperen!

BELGRANO comienza a hablar suavemente desde la silla como si soñara, para ir subiendo gradualmente el tono hasta incorporarse sobre la silla y concluir exaltado.

BELGRANO: Escucho el repicar de campanas, los vivas de la plaza manifiestan algarabía, atronan tres salvas de artillería, en los semblantes leo los sentimientos generosos con que la libertad dilata los corazones ¿Dónde han quedado las rivalidades? ¿La incomprensión de los serviles? ¡Es hora de sumar, señores! El que en su corazón haya jurado la libertad de sus hermanos, el que observe con interés la suerte de los pueblos de América, no puede menos que consagrarse al placer de este día. El Dios de la victoria ha fortalecido los brazos de sus libertadores. ¡Huyan para siempre los tiranos del suelo de los hombres libres, ya no tienen que esperar sino la justa venganza de los que han hecho gemir por tantos siglos! ¡Rotas las cadenas con que habíais aprisionado a la América, toda ella se confedera en vuestra ruina, con los irascibles vínculos de la firmeza, la severidad y el castigo contra cada enemigo de la justa causa revolucionaria!

Pausa. BELGRANO, con extrañeza, parece volver del sueño.

BELGRANO: ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?

DIRECTORA: Estaba delirando.

PADRE A: Decía disparates. Hablaba pavadas, General. Nos dio un susto.

SECRETARIA: ¿La conferencia de prensa, los periodistas, no  recuerda?

BELGRANO: ¿Qué periodistas? ¿Qué delirio? ¡Basta, todos ustedes me tienen harto, me escucharon: HARTO! ¡ME VOY!

Entra DIAZ VELEZ.

DIAZ VELEZ: ¡General!

BELGRANO: ¡Díaz Vélez, por fin! ¿Por dónde entró?

DIAZ VELEZ: Por ahí...

BELGRANO (sorprendido): ¡Mire usted!

DIAZ VELEZ: Estamos un poco atrasados, General, hay problemas con el abastecimiento de pertrechos, la tropa espera órdenes. ¿Quién es toda esta gente?

BELGRANO: Es largo de explicar. Si no estuviéramos apurados el deber me ordenaría fusilarlos en masa. ¡Vámonos!

SECRETARIA: ¡Pero General, no, espere!

BELGRANO: ¡A callar! ¡Manga de trastornados!

BELGRANO y DIAZ VELEZ salen por la derecha.

SECRETARIA: Es que por ahí no van a poder salir.

DIRECTORA: Hace treinta años que trabajo en esta escuela, por ahí se va a la Portería (al AUTOR) ¡Usted que es el autor, diga algo!

AUTOR: No sé, e-estoy un poco confundido.

DIRECTORA: Se escuchan ruidos.

OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!

MADRE B: ¿Qué es eso?

SECRETARIA (asomándose): Quieren salir por la despensa, la portera se hizo fuerte en el pasillo y no los deja pasar.

OFF PORTERA: ¡Ahhh! ¡Uhhhh!

SECRETARIA: Les está tirando con las ollas.

MADRE C: ¡Esa mujer está loca!

Repentino silencio.

SECRETARIA: Se la llevan prisionera.

Pausa, se miran unos a otros, repentinamente deprimidos.

MADRE A (reaccionando): ¡General, lléveme!

PADRE A: ¿Magda, estás loca?

MADRE A: ¡Me voy con él, Félix, lo amo!

La MADRE A sale tras BELGRANO y DIAZ VELEZ.

PADRE A: ¡Magda, Magda!

SECRETARIA: ¡Qué papelón!

PADRE A: Siempre me hace lo mismo. Con el primero que se le cruza. ¡Qué vergüenza!

PADRE B: No se aflija, por lo menos es con un prócer.

Pausa. Se empieza a escuchar una marcha.

PADRE B: ¿Y eso? ¿Escucha?

PADRE A: Sí. ¿Qué será?

PADRE B: No sé. Pero es muy pegadizo, yo de golpe siento una cosa acá en el estómago. ¿La siente?

PADRE A: Sí, ¿qué será?

PADRE B: El llamado de la patria.

PADRE A: ¿Le parece?

PADRE B: Ajá. Y creo que sería una vergüenza no escucharlo, quedarnos de brazos cruzados.

PADRE A: ¡Es verdad! Yo no estoy muy entrenado, además soy insulino-dependiente, pero una voz interior me dice “animate, tenés una obligación que cumplir”.

PADRE B: ¡Vamos!

La marcha crece, los PADRES van hasta el escenario, agarran los birretes, las espaditas de cartón, improvisan una formación y empiezan a salir marchando.

PADRE A: ‘Civilem protege pacem et salutem’ ¡Muerte a la península!

PADRE B: ¡Valor, camarada!... ¿Servirá de algo ir con el celular?

PADRE A: Por las dudas llévelo. ¿Qué batalla dijo el General?

PADRE B: Vilcapugio, creo, o Ayohuma.

PADRE A: No, eso fue la Expedición al Paraguay.

PADRE B: La de la Expedición al Paraguay fue Campichuelo.

PADRE A: ¿O Cancha Rayada?

PADRE B: Ni cancha Rayada, ni Campichuelo. Es Paraguarí.

PADRE A: Paraguarí fue la del cruce de los Andes.

MADRE C (enjugándose las lágrimas con un pañuelo): ¡Bravo patriotas! ¡Suerte! ¡Vayan con Dios!

Salen por el lugar equivocado, vuelven a entrar, siempre marchando y empiezan a salir por la derecha.

DIRECTORA (al AUTOR): ¿Y usted, se queda ahí sentado, no piensa ir?

AUTOR: Es que n-no sé si corresponde.

DIRECTORA (empujándolo): ¡Vamos, hombre! ¿No le corre sangre por las venas? ¡Estos intelectuales, no sirven ni para espiar!

El AUTOR se suma a la formación que sale. Pausa. La SECRETARIA y LA DIRECTORA observan al CONCEJAL, que se incomoda.

CONCEJAL: Si no fuera que asuntos igualmente trascendentes me retienen...

DIRECTORA: ¡Sí, justo!

CONCEJAL (con nerviosismo): ¡Salud, salud, patriotas! ¡Con cuanto orgullo los contemplo! Como dijo un conocido constitucionalista: actitudes como éstas, proyectan el perfil de gloria del destino americano.

Sigue la marcha hasta perderse. Lento apagón, canto de grillos de fondo.

OFF PORTERA: ¡Mmmmm! ¡Mmmm!

OFF DIAZ VELEZ: Los hombres, esperan sus órdenes. Están algo inquietos...

OFF BELGRANO: ¡No es para menos!

OFF PORTERA: ¡Mmmmmm!

OFF BELGRANO: Ajústele la mordaza a esa piantada, y cuando lleguemos me la destina a la cocina de la tropa.

OFF DIAZ VELEZ: ¡Qué gente rara, General! ¿Eran naturales del lugar?

OFF BELGRANO: No lo sé. Lo que me saca de quicio es pensar que ocupan el territorio que tanta sangre nos está costando defender. ¡Se toman la Revolución a la chacota!

Se escuchan voces a la distancia.

VOCES: ¡Espere! ¡No nos abandone, General! ¡Vamos con usted!

OFF DIAZ VELEZ: ¿Escucha?

OFF BELGRANO: Sí, escucho. Son esos locos. ¡Vamos a toda marcha, Díaz Vélez! ¡Acelere, acelere! ¿Qué le pasa?

OFF DIAZ VELEZ: Que no sé cómo General, flotamos en el éter.

OFF BELGRANO: ¡Si le digo a toda marcha, es a toda marcha! ¡No sé, mueva los brazos, reme! ¡ES UNA ORDEN!

OFF DIAZ VELEZ: ¡Voy! ¡Voy!

VOCES (a la distancia): ¡Espere! ¡No me abandones, mi amor! ¡Muerte al hispano! ¡No nos abandone! ¡Revolución! ¡Espereee!

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