viernes, 5 de octubre de 2012

Revolú, comedieta patria en un acto (Parte 1)


Personajes:

Manuel Belgrano
Directora
Secretaria

Portera
Padre A
Madre A
Padre B
Madre C
Concejal
Autor
Díaz Vélez


Oscuro. Canto de grillos de fondo.

OFF BELGRANO: “Cuando se desespera de la salud de la patria se aceptan los remedios más extraños. Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus hermanos... También son esos los que critican las determinaciones de los jefes. Por fortuna dan conmigo que me río de ellos, y hago lo que me dicta la razón, la justicia y la prudencia y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la patria".

Voces infantiles, suena un timbre de recreo, luz sobre un salón de actos de escuela primaria, sobre el fondo pequeña tarima a modo de escenario, mesa con birretes, peinetas, guirnaldas, espadas de cartón.  PADRE A, MADRE A, PADRE B, MADRE C, DIRECTORA y  SECRETARIA discuten. Más allá, el General Manuel BELGRANO.

DIRECTORA: ¡A ver, por favor!...

MADRE A: Señora, le repito...

PADRE B: ¡Nada que ver! Fue algo inesperado.

PADRE A: Quién se iba a imaginar.

MADRE C: Desde ese punto de vista, no creemos...

PADRE B.- ¡Ni hablar!

MADRE A: Completamente inocentes...

DIRECTORA: ¡Por favor, de a uno!

PADRE A: Creo que estamos exagerando...

MADRE A: No se puede culpar...

MADRE C: ¡Dios me libre!

PADRE B: Le repito...

PADRE A: Una simple tarea...

MADRE C: ¡Que tarea ni tarea: fue un trabajo de investigación!

DIRECTORA: ¡Silencio! Así no nos vamos a entender. ¿Quién, dijo un trabajo de investigación?

MADRE C: Yo

PADRE A: ¡Efectivamente, un trabajo de investigación!

DIRECTORA: ¿Es así, Irene?

SECRETARIA: Sí, señora directora.

PADRE B: ¡Lo que sostengo yo! Por lo tanto no estamos hablando de ninguna falta por parte de los chicos.

MADRE A: Todo lo contrario. Mi hija es la primera de la clase.

PADRE B: ¡Bueno, tampoco venga a mandarse la parte!

MADRE A: ¡Es el mejor promedio!

MADRE C: Martita De Vincenci es la responsable.

PADRE A: ¡Avise!

PADRE B: ¡Usted no se haga el desentendido! ¡Su hija es la culpable de todo!

MADRE A: ¡Nuestra hija no tiene nada que ver!

MADRE C: Su hija fue la de la idea y arrastró a los demás.

MADRE A: ¿Quién lo dice?

MADRE C: ¡Mi hijo lo dice!

MADRE A: ¡Su hijo es un inadaptado, un delincuente juvenil!

DIRECTORA: ¡Basta, por favor!

Pausa, miran con inquietud hacia donde está BELGRANO.

DIRECTORA: Aquí la única que levanta la voz soy yo. ¿Entendido?

MADRE C: Disculpe.

PADRE A: Tiene razón.

SECRETARIA: Señora Directora, si me permite... estamos todos un poco nerviosos.

DIRECTORA: ¡Ya lo creo que estamos nerviosos!

SECRETARIA: Yo diría que hubo  un error de interpretación.

PADRE B: De interpretación...

PADRE A: ¡Exacto!

SECRETARIA: Los chicos preparaban el trabajito para el Día de la Bandera. ¿No es así? Tuvieron dudas y lógicamente cuando hay dudas hay que recurrir a las fuentes.

DIRECTORA: ¡¿Recurrir a las fuentes?!

SECRETARIA: ¡Correcto!

DIRECTORA: Recurrir a las fuentes... ¡Usted es un cráneo, Irene! (descontrolada) ¡Recurrir a las fuentes es consultar libros, entrar a una página de Internet, ir al Archivo Histórico Nacional!  ¡¡¡NO ESTO!!!...

Pausa, vuelven a mirar  hacia donde está BELGRANO.

MADRE C: Es verdad, es un escándalo.

PADRE B: ¡Y...los chicos vienen jodidos!

MADRE A: Incontrolables.

DIRECTORA: ¿Y la irresponsable de la maestra, dónde estaba?

SECRETARIA: Tomando un té con Criollitas en la Portería.

DIRECTORA: Tomando un té con Criollitas... (llama) ¡AGUIRREEEE, AGUIRREEEE!

SECRETARIA: Está en tercero con prueba escrita.

DIRECTORA (agarrándose la cabeza): Seis meses para jubilarme, ciento ochenta días descontando feriados y vacaciones. De doscientas escuelas del distrito  por qué tiene que pasarme esto justo a mí. ¡Por qué!... Avísele que está suspendida.

Pausa, vuelven  a mirar a BELGRANO.

PADRE B: ¿De verdad es Belgrano?

DIRECTORA: ¡No, si va a ser el Capitán Piluso!

MADRE A: Yo lo hacía distinto.

MADRE C: Más alto, mejor complexión.

MADRE A: ¿Verdad que sí? Un estilo Robert Urich, o Mel Gibson en “Arma mortal III.

MADRE C: Así de cerca parece Chiche Gelblung.

DIRECTORA: Les pido por favor dejemos eso, ahora la cuestión es saber qué hacemos.

PADRE A: ¡Guarda! ¡Ahí viene!

BELGRANO se aproxima, los padres sin saber qué hacer  se cuadran, el PADRE A le hace la  venia.

BELGRANO: ¡Lo voy a decir una vez más: tengo que volver AHORA!

DIRECTORA: Sí, si precisamente estábamos hablando...

BELGRANO: La Revolución peligra en el Norte. En tres días tengo que estar en el Alto Perú ¿Usted piensa que yo estoy para perder el tiempo?

DIRECTORA: No, no...

PADRE B: ¿Al Alto Perú, y qué, tiene m-muchas batallas, General?

PADRE A: ¡Cuente, vuesa excelencia, cuente! ¿Cómo es el exercicio guerrero?

BELGRANO: ¿Ustedes están medio tocados, no?...

DIRECTORA: ¿En qué sentido lo dice?

BELGRANO: ¿Qué hace esta gente acá? ¿Para qué es ese escenario? SECRETARIA: Los señores son los padres de los alumnos de segundo, cuando usted llegó estaban ensayando la obrita para el Día de la Bandera.

PADRE B: La fecha en que Ud. creó nuestro pabellón.

BELGRANO: ¡Otra vez con eso del pabellón! ¡SU NOMBRE!

PADRE B (cuadrándose): ¡Señor, Ramiro Carlos D’alessio, gran admirador y patriota, señor!

BELGRANO: ¡Ramiro Carlos no sé cuánto, no vuelva a repetir en mi presencia esa patraña!

PADRE B: No entiendo.

BELGRANO: Lo que escuchó, lo de la bandera fue una campaña de prensa de Sarratea. Yo apenas si diseñe los uniformes! (para sí, nervioso) ¡Pero qué tengo que explicar yo!...

SECRETARIA: Tranquilícese.

MADRE A y MADRE C aparte.

MADRE A: ¿Escuchó? ¡Qué cosas dice! 

MADRE C: Hace chistes y todo. ¡Es tan natural!...

PADRE A (declamando): ¡Hombre de mayo, exemplo de valía, justum et tenacem! ¡Revolución! ¡Querella al hispano!...

BELGRANO: ¿Por qué habla así, es idiota?

MADRE A: No, es Félix, mi marido.

BELGRANO (desenvaina la espada): ¡Shtt, silencio!

DIRECTORA: ¿Qué hay?

BELGRANO: Ahí están otra vez.

DIRECTORA: ¿Quienes?

BELGRANO: Esos  mocosos.

PADRE C: Son nuestros hijos, General.

BELGRANO: ¡Odio a los niños!

MADRE A: ¡Por favor, son inofensivos!

BELGRANO: Carecen del menor sentido de la disciplina.

MADRE C: ¡Tenga piedad: recuerde al Tamborcito de Tacuarí!

Entra la PORTERA con una bandeja con tazas, BELGRANO se le abalanza.

PORTERA: ¡Virgen santa!

BELGRANO: ¿Quién la manda, Tristán, el Triunvirato? ¡HABLE, AHIJUNA!...

DIRECTORA: No le haga daño, es la Portera, General.

SECRETARIA: Trae el mate cocido. ¿No quiere una taza?

BELGRANO: ¡No quiero nada! ¡Deme eso!

BELGRANO agarra un vaso de agua de la bandeja, saca una tableta de un bolsillo, se traga dos pastillas, y se toma el agua. Pausa.

MADRE A: Debe estar estresado.

MADRE C: No es para menos.

BELGRANO: El Triunvirato me odia, quiere que vuelva a Córdoba pero yo NI PIENSO... ¡El atropello de los usurpadores tiene los días contados! Tengo un buen pálpito: primero voy a caer sobre Salta, de ahí, como un refucilo salto a Potosí, después Lima, Río de Janeiro, Fortaleza, Cancún. Lo único que necesito es volver al campamento, tengo que pensar. ¿Qué hora es?

PADRE A: Las once y cuarto.

Aparte SECRETARIA y DIRECTORA

DIRECTORA: ¡Yo estoy maldecida! Hay que hacer algo. Este hombre está cada vez más nervioso.

SECRETARIA: Mire, señora Directora, estuve pensando: creo que habría que aprovechar la situación.

DIRECTORA: ¿Qué quiere decir?

SECRETARIA: ¿Qué ocurriría si al Ministerio le llegara la noticia de que en una anónima escuela del conurbano el acto del día de la Bandera fue presidido por el General Belgrano en persona?

DIRECTORA: ¡Qué disparates dice!

SECRETARIA: Ningún disparate.

DIRECTORA: ¡Ni hablar!

SECRETARIA: Deje por lo menos que actué en la obrita. Volveríamos a ser escuela de primera.

DIRECTORA: ¡Basta, Irene! Hay que regresar a este hombre al siglo XIX ya. Sabe dónde termino yo si cae una inspección...

BELGRANO rodeado por los padres, muestra fotos.

MADRE C: A ver, a ver...

BELGRANO: Acá estamos en la batalla de Tucumán: Paz, Balcarce, Pueyrredón... Díaz Vélez , Dorrego, La Madrid...Holmberg, Alvarado y yo. Después entró Martín Rodríguez.

PADRE A: ¡Qué bárbaro!

BELGRANO: De mitad de campo de batalla para adelante era un buen ejército.

PADRE B: ¿Y cómo anduvo?

BELGRANO: Peleamos como fieras, el batallón de Pardos y Morenos arrancó adelante, los Usares por los laterales, a las dos horas lo vemos pasar a Tristán en bolas y a los gritos, huía a campo atraviesa en una bicicleta...

MADRE A: ¡Qué apasionante debe ser la guerra!

MADRE C: Romántica, sobre todo.

PADRE A: ¿Y usted mató mucho?

MADRE A: ¡Felix, sos tarado, el General es el comandante! ¿Vos te crees que va a andar matando enemigos cuando su función es dirigir?

PADRE B: ¿Y con el sable corvo, debe ser dificilísimo pelear con el sable corvo, no?

BELGRANO: Como todo, tiene sus secretos. ¿Usted tiene algún entrenamiento?

PADRE B: Con espadas luminosas, de jugar mi hijo.

BELGRANO: ¿Espadas luminosas? ¡Ustedes parecen todos imbéciles!  A ver venga (le da la espada) ¡Sostenga firme!

PADRE B: Es pesada.

BELGRANO: ¡No sea cagón, hombre: uno – dos – tres – ataque! ¡Uno – dos – tres – ataque! Repítalo solo... (agarra a la PORTERA de un brazo y se la lleva aparte) ¡Venga para acá! ¿Tiene lápiz y papel? Escriba: “Amada mía, aprovecho la pausa para enviarte estas pobres líneas. Quizás sea la fiebre o la fatiga, pero cerré los ojos en mi catre de campaña y los he abierto en Buenos Aires en una especie de hospicio o loquero, junto a un hato de niños intolerables y otra gente estrafalaria. ¡El Universo es extraño! ¿Cuánto tiempo ha pasado, amada? ¿Cuándo nos reencontremos podremos reconocernos? He dejado de ser el caballero americano acostumbrado a la buena caligrafía y amante de la jurisprudencia que conociste, para transformarme en un soldado más de esta Revolución. Sé fuerte, sospecho que muy pronto estaré en tus brazos. Por siempre tuyo. Manuel”.... Despáchemela en carácter de urgente y ahora me anota esta lista: “580 fusiles, 215 bayonetas, 21 carabinas a repetición, 34 pistolas, 34.000 cartuchos de fusil, 6 cañones y 23 bombas inteligentes”.  Se me corre hasta la armería que está  en esta dirección (le saca la hoja de las manos y anota) y les dice que es para mí, tengo cuenta corriente. ¡Vamos, mujer, está sorda, muévase!
La PORTERA va hasta donde está la DIRECTORA y la SECRETARIA.

DIRECTORA: ¿Qué pasa, Amelia?
PORTERA (confundida): El señor quiere que le lleve este pedido. Dice que tiene cuenta corriente...
DIRECTORA: ¿Y cuál es el problema?

PORTERA: Difícil
DIRECTORA: ¿Y por qué difícil?
PORTERA: Es la dirección del Mc Donald del Alto Avellaneda.
DIRECTORA: ¡Mire Amelia, no eche más leña al fuego! ¡Usted la lleva!
PORTERA: ¿Pero y a quién se la doy?
DIRECTORA: ¡Y a mí qué me dice! ¡Déjesela al payaso Ronald!
BELGRANO (a los gritos): ¡UNA RADIO, NECESITO UNA RADIO!

DIRECTORA: Amelia, tráigale la radio a este loco.

PORTERA: No tiene pilas.

BELGRANO: Necesito saber qué sucedió con San Martín en San Lorenzo.

PADRE B: ¡Ganó, General!

BELGRANO: ¿Ganó?

PADRE B: ¡Ajá! Le hicieron una marcha y todo.

BELGRANO (reflexionando): ¡Bien, bien!...

La PORTERA sale, la DIRECTORA y la SECRETARIA se acercan a BELGRANO.

SECRETARIA: Ya estamos viendo lo de su traslado.

BELGRANO: ¡Más vale que sea ya!

SECRETARIA: General, mientras tanto con la Sra. Directora habíamos pensado en algo. ¡Una pavada!

DIRECTORA: En realidad, necesitamos pedirle un favor.

SECRETARIA: ¿No le gustaría “tomar parte”?

BELGRANO: ¿“Tomar parte”?

SECRETARIA: Participar en la obrita del Día de la Bandera.

BELGRANO: ¡Y dale con la Bandera! ¡Aquí todo el mundo está  obsesionado con la Bandera! ¿Qué tiene de malo el Día del Uniforme?

DIRECTORA (impaciente): A ver si definimos esto de una vez: lo que la Secretaria quiere manifestar, General es si Ud. querría actuar.

BELGRANO: ¿Actuar? (duda) ¡Hmmm, actuar!... ¿Y de quién tendría que hacer?

SECRETARIA: De Belgrano.

BELGRANO: ¿De Belgrano?

SECRETARIA: Es un protagónico.

BELGRANO: ¡Hmmm, no sé!... Es un personaje complejo. Claro que también cuento con ciertas ventajas: yo “soy” Belgrano, y alguna experiencia en la actuación tengo.

SECRETARIA: ¿No diga?

BELGRANO: Asistí seis años los talleres del Café de Marco, después pasé a la tertulia de las hermanitas Ezcurra. No hay como el teatro para mantener el espíritu de la tropa,  era la eterna discusión con La Madrid,  él se inclinaba más por el tenis de mesa. En campaña representamos todo, desde los clásicos hasta las nuevas tendencias, Veronese, el Periférico de Objetos. Lógicamente de Calderón y Lope de Vega, nada, por godos.

SECRETARIA (entregándole el libreto): Entonces no se hable más, seguro que le va a salir. Tome (al resto de los padres, haciendo sonar las palmas) A ver, atención por qué no repasamos, usted, Sr. Carminatti, es Balcarce, el Gral. Belgrano va a ocupar su lugar.

MADRE C: ¿Va a actuar?

MADRE A: ¡Va a actuar! ¿No es fascinante?

MADRE C (suspirando): ¡Que personalidad!

MADRE A: Y... es héroe.

MADRE C: Sí.

MADRE A: Y lo heroico siempre destaca en el hombre como un cierto...
MADRE A: Sex appel.
MADRE A: ¡Exacto: un sex appel! Fíjese Félix, en cambio.
MADRE A: ¿Qué tiene?

MADRE B: Vendedor de AFJP, de noche le da miedo sacar a pasear al perro.


MADRE A: Sí. Mi marido también es un pobre tipo.
MADRE B: Un héroe en cambio...
MADRE B: Y sí, un héroe... Le voy a confesar algo: sabe, yo tengo fantasías.
MADRE B: ¿Con héroes?
MADRE B: Sí. Pero nada histórico, lo mío es con héroes de historieta. (reservada) Sueño que lo hago con Superman.
MADRE B: ¡Qué loca!
MADRE A: ¡El hombre de acero!
MADRE A: ¡Ay, cállese!

MADRE C: Estamos en plena faena cuando se nos suman Patoruzú y el Increíble Hulk.


MADRE A (apantallándose): ¡Basta, por favor!

Los padres alzan de la mesa los birretes, los sables de cartón, suben a la tarima. La MADRE A le da una cámara de fotos a la MADRE C.

MADRE A: Hágame el favor, por lo menos quiero quedarme con un recuerdo.

La MADRE A va junto a BELGRANO, mientras la MADRE C saca varias fotos, lo abraza, lo toca.

MADRE A: Qué buena confección tiene su uniforme, General. ¿De qué tela es?

BELGRANO (malhumorado): Tela zampo.

MADRE A: ¡Ja, ja, usted me encanta, es re-políticamente incorrecto!

La SECRETARIA y la DIRECTORA hablan aparte.

DIRECTORA: Irene, esto es una  locura.
SECRETARIA: Confíe en mí, en un rato llamo a mi marido que conoce a un periodista de la radio. Va a ver qué pegada.                              

(CONTINUARÁ...)

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