Curiosidad, conmoción, susto y hasta lágrimas ha causado
la aparición de una figura de unos tres centímetros de largo por dos de ancho
en el Barrio San Cayetano, en la localidad bonaerense de Cortínez.
La imagen, aseguran testigos, se materializó en una vivienda de clase media en un feta de jamón cocido
y, aparentemente, muestra a la Virgen Desatanudos o a Santa Cecilia de Roma, de
frente y con el brazo izquierdo elevado.
Fue el hijo mayor de una familia de apellido Sampietro
quien protagonizó el descubrimiento. El joven asegura que al abrir la heladera
para prepararse un sánguche, allí estaba la imagen en un plato, entre el frasco
de las aceitunas descarozadas y una lata abierta de anchoas.
La vi ni bien abrí la heladera. No sé cómo explicarlo
pero me estaba mirando. Agarré el plato con cuidado y lo apoyé sobre la mesa.
Después corrí a decírselo a Marta, mi madre.
¿Qué siento?
Muchísima emoción. Cuando vino a contarme yo estaba regando en el fondo.
La verdad que dudé.: “¿Estás fumando otra vez esas porquerías?”, le grité.
Pobre ángel, Alexis es buen chico pero ha tenido algunos problemas con las
drogas, sabe. Después lo acompañé, entramos los dos en la cocina y cuando me
puse los lentes y la miré se me saltaron las lágrimas.
Al parecer, desde el fiambre la extraña figura consigue
gesticular, abrir y cerrar los ojos y hasta mover los brazos. Tanta ha sido la
sorpresa y la conmoción, que la noticia fue pasando de boca en boca y afuera de
la casa comenzaron a juntarse decenas de personas con la intención de ver la
enigmática aparición.
Si usted se inclina sobre el plato y la mira fijo, siente
que está tratando de decirle algo. Hace un movimiento así con la mano y
adelanta la mandíbula como queriendo hablar.
Sin dudas trae un mensaje.
Es Santa Cecilia de Roma virgen y mártir. La reconozco
por la túnica y la cicatriz en el cuello.
Mire, señor, todo lo que sucede es por algo. Está escrito
en la Biblia, Dios manda las cosas para ponernos a prueba.
Qué Biblia ni qué ocho cuartos, el pibe este es un
falopero del año cero, puede haber descubierto a la Virgen de Fátima o al
Locomotora Castro tomándose un vermú en el bar de la esquina con los guantes
puestos.
El caso es que a cinco días de la aparición, la casa de
los Sampietro se ha convertido prácticamente en un museo. Son cientos y cientos
de personas quienes se dan cita en la puerta y hacen una larga cola para ver de
cerca lo que nunca antes se había visto.
Yo vine ayer pero no alcancé. Hice la fila por tres horas
pero no pude entrar.
Es verdad, no se organizan, tranquilamente podrían armar
un sistema de turnos.
Según explica la familia, para la exhibición deben tomar
algunos recaudos porque al haberse materializado en el fiambre no es
conveniente dejar a la imagen mucho tiempo fuera de la heladera.
La cocina es chica, hacemos pasar a grupos reducidos. La
pueden mirar, pedirle un deseo y por cuarenta y cinco pesitos le sacan una
foto.
¡Cuarenta y cinco pesos la foto es un robo! ¡Son de lo
que no hay! ¡Lucran con la fe de la gente, señor!
El vivo ahí es el padre, él le vio la veta al asunto,
según comentan en el barrio tiene antecedentes penales, piratería del asfalto,
parece.
Los foros y las redes sociales, en tanto, han comenzado a
hacerse eco del fenómeno, en general los mensajes expresan escepticismo: “Es
plata del Ministerio del Interior, le pagó a estos impresentables para
distraernos de los problemas con la droga y la inseguridad”, señala patoflip;
“Sí, yo también tuve una aparición: encontré un Godzila del tamaño de un dedo
en un panqueque”, sostiene emilySweet.
Una muy conocida marca de fiambres y chacinados, en
tanto, se comunicó con la familia Sampietro para ofrecerles una heladera
vidriada. La idea es que la “Virgencita del Jamón”, como ya se la conoce, pueda
ser exhibida sin la necesidad de interrumpir la cadena de frío.
Transcurridos ya diez días del prodigio, lo cierto es que
todavía ninguna autoridad científica o religiosa se ha pronunciado sobre el
asunto, ni se ha hecho presente en el Barrio San Cayetano.
Pareidolia.
¿Y eso?
Es el fenómeno psicológico a partir del cual una persona
afirma ver imágenes en donde sólo hay manchas, rayas, o cualquier otro patrón
difuso.
Usted porque no cree. Esto es un evento
ex-tra-or-di-na-rio, se equivoca al buscarle una explicación.
Es verdad, yo la toqué con el dedo y la virgencita estaba
tibia. Conteste, ¿cómo puede ser que si el jamón está en la heladera ella esté
tibia?
Algo recurrente en lo que casi todos los testimonios
coinciden es en el tema del movimiento.
Hace así con la boca, como la seña del ancho falso en el
truco y mueve la mano derecha. Nos está transmitiendo un mensaje que nosotros
todavía no estamos preparados para comprender.
Pura sugestión.
Lo que yo digo. Supóngase que de verdad es una aparición
milagrosa, ¿para qué hacer señas? ¿Por
qué directamente no habla?
Más allá de discusiones y teorías, en las últimas horas
se ha producido una novedad relevante: la parroquia local finalmente ha
decidido tomar cartas en el asunto y hace instantes acaba de concluir una
reunión con la jerarquía eclesiástica zonal y autoridades de otros credos.
El encuentro ha resuelto constatar si la aparición de
Cortínez se trata efectivamente de un milagro. Para ello, van a sacralizar dos
rebanadas de pan tipo casero, que servirán para el traslado de la feta que
contiene a la virgencita hasta la Basílica de Luján. Allí, autoridades
eclesiásticas practicarán en la imagen
las pruebas de rigor.
La ceremonia de traslado se realizará el próximo domingo
diecinueve, en coincidencia con la celebración de Nuestra Señora de la Medalla
Milagrosa.
¡Mi-la-gro! ¡Mi-la-gro! ¡Mi-la-gro!
¡Qué milagro ni milagro, esto es pura superchería!
Mire, señora, yo vine a verla el lunes, el martes mi
marido se decidió a pintar el frente de casa, a mí nadie va a venir a decirme
qué es un milagro y qué no.
Si me permiten, estamos equivocando el eje de análisis,
la pregunta que hay que hacerse aquí es si la materialización de esta imagen en
una feta de fiambre es accidental o, por el contrario, un dato que revela algo
importante.
¡¿Qué dice?!
Que evidentemente es una condena directa hacia una
cultura pagana, carnívora y decadente. ¿No se dan cuenta? Aquí hay un claro
mensaje vegetariano.
¡Cállese, no sea imbécil!
Como puede apreciarse, en la tranquila localidad de
Cortínez se viven horas de agitación, y a la multitud que se congrega desde
hace dos semanas frente a la casa de la familia Sampietro, ahora hay que sumar
los fieles que provenientes de distintos puntos de la provincia han llegado al
barrio San Cayetano y acampan en las cercanías para sumarse a la ceremonia de traslado
del domingo.
La procesión, encabezada por la urna conteniendo la feta
y las dos rebanadas de pan, partirá a las diez y media de la mañana desde el
frente de la casa del milagro. La columna recorrerá la Avenida Néstor Spiga,
arteria principal de Cortínez, para salir a la Ruta Nacional Número 7 y,
acompañada por una caravana de automóviles, sortear los cuatro kilómetros que
separan a la localidad de la Basílica de Luján.
Desde el municipio adelantan que se prepara una
importante fiesta de celebración: habrá desfile de comparsas, música en vivo y
un concurso escolar de manchas que premiará al retrato que más se asemeje a la
Virgencita del Jamón.
Como creyente siento un gran alborozo, esto puede llegar
a transformarse en un verdadero hito para nuestra comunidad. Si el prodigio
hace feliz a la población de Cortínez, a mí como su Intendente elegido
democráticamente también me hace feliz.
¿Y usted qué quiere decir?
Mi nombre es Atahualpa Cevallos, soy vidente y
mentalista, matrícula 8803, en mi última sesión la virgencita me pasó un
mensaje que quiere que transmita a la comunidad de Cortínez.
¡Ay, por favor, hagan callar a este charlatán!
¡Tranquilidad, señores! A ver, diga cuál es el texto del
mensaje.
Dice así: “Hijos míos, despertad al alba, dejad que la
vida vaya, luego, que regrese”.
¡Aleluya!
¡Aleluya! Cantemos todos: Señor / me has mirado a los
ojos / sonriendo / has dicho mi nombre…
Atención, a escasas veinticuatro horas de la ceremonia de
traslado, acaba de conocerse una noticia sobrecogedora. Según fuentes presentes
en el lugar, en la mañana de hoy el abuelo de la familia Sampietro, un
octogenario que al parecer sufriría de Alzheimer, bajó a desayunar y en
circunstancias aún confusas se comió la feta de jamón donde se alojaba la
aparición. Como suele ocurrir con los descuidos, todo se desencadenó en un par
de fatídicos segundos. La dueña de casa, al bajar de su cuarto se encontró al anciano
semidesnudo ya sentado a la mesa, el frasco abierto de la mayonesa, ante sí el
plato vacío, y sólo atinó a lanzar un grito de espanto.
¡Apóstata! ¡Satanás!
¡Por favor, es una persona enferma!
¡Es un provocador! ¡Hay que lincharlo!
Según relatan los cronistas presentes en el lugar la
noticia cayó como un baldazo de agua fría. Superada la conmoción inicial, la
familia al parecer intentó que el anciano expulsase la imagen, pero todos los
esfuerzos fueron inútiles. Al conocerse la novedad entre la multitud comenzó a
gestarse un profundo malestar.
¡Sacrílego!
¡Delincuente!
En el lugar reina la confusión, hace unos minutos el
anciano debió ser trasladado con una fuerte custodia a un centro de la tercera
edad y un grupo de vecinas, sumidas en un violento estado de trance, comenzaron
a sacudirse y a convulsionar en el medio de la calle. La casa de los Sampietro
está siendo atacado a pedradas y la policía ha tenido que acordonar la cuadra.
La vocera de la familia, una hermana de la dueña de casa,
salió para hablar con los medios.
¡Por favor! Fue una desgracia, un acto absolutamente
irracional. Pido un poco de comprensión.
¡Atorranta!
¡Váyanse del barrio, es lo mejor que pueden hacer!
Les repito, señora, mi hermana y mi sobrino están
destrozados. En nombre de la familia, yo lo único que puedo hacer es pedirles
perdón.
Caprichosos e insondables, así son los caminos de la fe.
Más allá del malhumor y de la exaltación que tarde o temprano se irán
aplacando, conmueve ver a trabajadores, a grupos de ancianos, a familias
completas vagando por las inmediaciones, resistiéndose a abandonar la zona.
Hombres, mujeres y niños dominados por el estupor, preguntándose qué sucedió, a
la espera de otro prodigio que les devuelva lo que les fue arrebatado tan
absurdamente. Cortínez, ésta tranquila localidad de la pampa húmeda bonaerense,
¿será el sitio elegido para una nueva anunciación? ¿La Virgencita del Jamón le
dará a esta buena gente una segunda oportunidad? Difícil predecirlo, en todo
caso es el tiempo quien tendrá la última palabra. Hasta aquí Gerardo Lucich,
LCB en español, Buenos Aires, Argentina.
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