Personajes:
Tomás
Pato
Norita
Clara
Basado en “Knockout”, relato de
“El cielo de los animales” de David James Poissant
Cuadrilátero, luces, murmullo de público. Pato, toalla al cuello, sube y
separa las cuerdas para que ingrese Tomás, que lleva short, botas y unos
inmensos guantes colorados. Pato, levanta los brazos de su pupilo, anima al
público, Tomás no está en forma ni se lo ve muy convencido de estar allí
arriba.
1
PATO: Vas a ganar, ¿me escuchás?
TOMÁS: Basta, Pato, no es gracioso.
PATO: ¡Y obvio que no es gracioso! ¿Vos me ves reír a mí? Esto es muy serio.
Escuchá: vas a ganar, vas a dominar el ring, a imponer tu propio ritmo y a
llenarle la cara de dedos. Concentrate y recordá lo que practicamos.
TOMÁS: Yo no soy boxeador.
PATO: Tomás, mirame (Tomás acata sin mucha convicción) ¡Ahora
lo sos! ¿Escuchaste? ¡Lo sos! Mirá a toda esta gente, ¿qué te pensas
que vinieron a hacer? ¿Les quedaba de pasada de lo de la suegra y se sentaron?
TOMÁS: Son unos morbosos.
PATO: ¡No señor! Bueno, un poco morbosos son. Pero si prestás atención acá hay
otra cosa, Tomás, fijate las caras, la mayoría son hombres tristes, sin
esperanzas, esta gente viene a acompañar una toma de posición, una
reivindicación de género.
TOMÁS: ¿Qué?
PATO: No importa. Ahora no te distraigas. Repasemos.
TOMÁS: ¡Pato, por favor!
PATO: ¡Dije, repasemos!
TOMÁS (sin energía hace los golpes): Jab, cruzado, recto, gancho,
upper.
PATO: ¡Bien! Ves que no es tan difícil.
TOMÁS: Ni yo soy boxeador, ni vos entrenador.
PATO: ¡Error! ¡Sí que lo soy! Vi innumerables peleas por la tele, fui al Luna
Park cinco veces con mi viejo, soy un gran aficionado al UFC y por sobre todas
las cosas… (la llegada de los rivales lo distrae)
TOMÁS: ¿Y por sobre todas las cosas?
PATO: Soy tu único amigo.
TOMÁS: Ahí está, ya que sos mi único amigo, ¿te puedo pedir un favor de único
amigo?
PATO: Lo que quieras.
TOMÁS: Vayámonos.
PATO: ¡Tomás!
TOMÁS: Decí que me lesioné entrenando, que me fisuré un dedo. ¡Por el amor de
Dios!
PATO: Cortala con la negatividad y déjame ver cómo tenés los guantes (le
tironea de los guantes) Escuchame, acá son de vital importancia dos
cosas, una: no permitas que te jueguen los sentimientos. Y dos: no te olvides
que ella lo quiso.
2
Desde otro ángulo ingresan Norita y Clara. Norita lleva una toalla en la
cabeza, también viste short, una musculosa y lleva otro par de inmensos guantes
colorados. Su aspecto es inquietante. Clara alza un megáfono.
CLARA: Hola, hola, uno, dos, probando… Y ahora hace su ingreso la local,
Nora “Locomotora” Schenone, profesora de Fight do en esta institución, cinturón
verde de Full contact y dos veces campeona en los Torneos Bonaerenses de
gimnasia con aparatos. ¡Fuerte ese aplauso!
Se escuchan un par de aplausos aislados. Ayudada por Clara, Norita sube al
cuadrilátero sin sacarse la toalla de la cabeza. Tira golpes, hace fintas, por
sus movimientos se nota que sabe. Mientras tanto Clara, encantada, recorre el
cuadrilátero y saluda.
CLARA: Hola, ¿viniste? ¡Hola! ¿Qué dicen? (a Norita) ¡Me
fascina esto, amiga!
NORITA: Dejá ese megáfono y ni se te ocurra mirar para el rincón.
CLARA: ¿Ay, qué decís?
NORITA: ¿Qué digo?
CLARA: ¿Cómo no voy a mirar? Son Tomás y Pato, no seas infantil.
NORITA: No los conocemos. En este momento son el enemigo.
CLARA: ¿No estás exagerando? (mirando el entorno) ¡Es un
flash! Te juro que no me imaginaba que iba a terminar en esto. ¿Cómo pudo venir
tanta gente?
NORITA: Hacete la idiota.
CLARA: ¡Te juro por Dios! Solo lo hablé con la recepcionista del gym y habré
hecho dos, tres posteos en las redes.
NORITA: ¡Me imagino!
CLARA: Tenés que aceptar que es una propuesta atractiva, Nori. No paraban de
preguntarme: ¿Y cómo? ¿Se puede hacer eso? ¿Quién lo organizó? Mirá, vino el grupo de zumba completo. ¡Hola!
¿La viste a Cande? ¡Uy, quién está ahí! No mires. El grandote de la
concesionaria, el que te andaba atrás, ¿cómo se llama?
NORITA (haciendo fintas y tirando golpes): Gabriel. Y ahora cerrá
la boca un poco que tengo que concentrarme.
CLARA: Un desafío de box, solo a vos se te puede ocurrir. ¡Estás re-mal de la
cabeza, amiga, por eso te amo!
NORITA: ¡Callate un poquito, por favor!
CLARA: ¡Ay, qué mala onda! Por si no te diste cuenta te estoy halagando.
NORITA: Ahora no es el momento. Tengo que enfocarme.
CLARA: Okey. Dale. Decime qué hago.
NORITA: Quedate quieta ahí y no hables más.
NORITA vuelve a moverse y a tirar golpes, Clara hace señas a gente del
público, saluda, mira de reojo varias veces hacia el rincón de Pato y Tomás.
3
TOMÁS: Esto no está bien. Tengo una mala sensación, Pato.
PATO: ¿Cuál es el problema?
TOMÁS: Haber aceptado.
PATO: Ella te retó, fin. ¿Qué ibas a hacer? ¿Huir como un cobarde?
TOMÁS: Exacto: huir como un cobarde, cambiarme la identidad y radicarme en
Catamarca.
PATO: ¡Basta! Agradecé que acá con vos tenés a un estratega. Escuchá, ahora te
voy a masajear para la entrada en calor (le masajea los brazos) y
vas a empezar a moverte en el lugar.
TOMÁS (sin escucharlo): Norita siempre fue así, impulsiva. Cuando
está enojada nunca piensa, es como que algo le hierve por dentro y en un punto
deja de razonar. Es capaz de decir o hacer lo primero que se le cruza y vos te
das cuenta porque le llamean los ojos.
PATO: Mejor.
TOMÁS: ¿Cómo mejor? Creo que se me empezó a bajar la presión.
Tomás amaga a bajarse del ring y Pato se le interpone.
TOMÁS: ¿No puedo ir al baño?
PATO: ¡Dejate de joder! Respirá hondo y sonreí. Más allá de lo físico y de la
técnica acá es muy importante el factor psicológico. Tenés que mostrarte
seguro, okay, convencerte vos mismo y convencerla a ella de que le vas a ganar.
Repetí conmigo: “Voy a ganar”
TOMÁS: Voy a ganar.
PATO: Perfecto. Y sobre todo pensá en lo que está en juego, nada más ni nada
menos que tu techo, el hogar que te vio nacer, la casa en la que viviste tus
mejores años.
TOMÁS: Seis.
PATO: ¿Cómo?
TOMÁS: La casa en la que viví seis años. Y no es mía, alquilamos.
PATO: Bueno, entendés a lo que apunto. Ahora probate el protector (le
da el protector bucal y Tomás se lo pone. Pato se distrae, mira hacia el otro
rincón) Mirá vos…
TOMÁS (sacándose el protector): ¿Qué cosa?
PATO: Clara.
TOMÁS: ¿Qué hay con Clara?
PATO: Nada, que haya venido. Me sorprende.
TOMÁS: Si yo te dije. Es la culpable principal de este disparate. Le avisó a
toda esta chusma por las redes. Solo faltan los vendedores de pochoclo.
PATO: Igual. Como terminamos tan para el culo, no creí que se atreviera. ¿Algo
se hizo, no?
TOMÁS: ¿Algo cómo qué?
PATO: En la cara, ¿o se hizo las tetas? ¡Bueno, basta, no te distraigas, por el
amor de Dios!
TOMÁS: ¿Y yo qué dije?
PATO: Escúchame atentamente: ahora quiero que trotes hasta el centro, hagas lo
que ensayamos y vuelvas.
TOMÁS: Ni lo sueñes.
PATO: ¡Tomás, por favor!
TOMÁS: Es que me da vergüenza.
PATO: No me hagas discutir. Tenés que mostrar hambre de triunfo.
A desgano, Tomás va hasta el centro del ring, emite un gruñido, muestra los
dientes y traba los brazos en un conjunto bastante patético. En tanto, Pato
alienta al público.
PATO: ¡Aplausos al campeón!
Se escuchan silbidos mezclados con algunos aplausos.
4
CLARA: Jajajaja. ¡Qué genio! ¿Viste lo que hizo Tommy?
NORITA: Vergonzoso.
CLARA: No seas mala.
NORITA: Se cree que con eso puede asustar a alguien. Es el cráneo de su colega
que le llena la cabeza y el otro le hace caso en todo. Abott y Costello,
siempre funcionaron así.
CLARA: Está más delgado, ¿no?
NORITA: ¿Quién?
CLARA: ¡Pato, tarada!
NORITA: Clara, ¿de verdad querés volver a eso?
CLARA: ¿Y qué tiene?
NORITA: ¿Qué tiene? ¿Querés que te recuerde lo que lloraste?
CLARA (mirando y sonriendo con intención a Pato): La gente cambia.
NORITA: Error. La gente no cambia.
CLARA: No seas fanática.
NORITA: Es un inmaduro, más allá de llenarle la cabeza a Tomás nunca se
comprometió con nada.
CLARA: Pero está más fuerte que antes. ¡Dale, aflojá, amiga, yo siempre estoy
para vos, bancame en esta!
NORITA: Sos grande y sabés lo que hacés. Y ahora tengo que enfocarme. Hacé algo
útil: poné las manos.
CLARA: ¿Así?
NORITA: Correcto. Sostené.
Clara pone las manos con las palmas hacia afuera y Norita le tira golpes y
con cada lanzamiento gruñe exageradamente. Clara las retira.
CLARA: ¡Pará, enferma! ¿Me querés quebrar una muñeca?
5
Al ver los golpes de Norita, Tomás entra en pánico.
TOMÁS: ¡No, listo! ¡Yo ya no estoy acá! ¡Me fui!
Vuelve a intentar huir.
PATO: ¡Tomás, vení!
TOMÁS: Vos no entendés, yo no estoy preparado para el dolor. Mirame bien, no
puedo correr ni el colectivo y ella es una fanática del entrenamiento. Mirale
los tubos que tiene en los brazos.
PATO: Vos mismo reconociste que es demasiado impulsiva, que cuando se enoja ve
todo rojo y no piensa.
TOMÁS: Sí, ¿y?
PATO: Que es lo que hoy vos y yo vamos a aprovechar. Escuchame atentamente:
pensá en algo ofensivo. ¿Qué le molesta que le digan? ¿Qué la saca?
TOMÁS: Y qué se yo. La verdad es que la sacan un montón de cosas.
PATO: Pensá. Es tu mujer.
TOMÁS: ¿Gorda?
PATO: ¿Me lo preguntás a mí?
TOMÁS: No, no, gorda no, hace como diez años que no está gorda (descubriendo)
¡Ahí está: “pelada”! Porque
desde hace un tiempo cuando se baña pierde cabello y eso la pone de mal humor,
le molesta muchísimo.
PATO: Perfecto, ya está. Cuando arranque el primer round, dejás pasar unos
segundos, vas al clinch y le susurrás al oído.
TOMÁS: ¿Qué cosa?
PATO: ¡“Pelada”, salame!
TOMÁS: ¡Vos estás demente!
PATO: Con eso se va a desconcentrar y nosotros vamos a controlar cada minuto de
la pelea.
TOMÁS: ¡Olvidalo! Ya me odia, no hay forma de convencerla de que no la engañé.
¿Qué querés, que me cruce en la calle con el Ford Fiesta y me pise? Pato, por
favor, ¿no me puedo ir?, okay, entonces volvamos a cómo tengo que hacer para
enfrentarla. Lo de los golpes (los tira) jab, cruzado, recto,
gancho y upper, ya está; ahora necesito saber cómo hago para defenderme.
PATO: ¡Bien, así te quiero, motivado! ¿Ves que no es tan difícil? Escuchame,
por lo que vi Norita pega bastante fuerte con las dos manos, primero hay que
evitar que te entre en la cara y sobre todo en el hígado, para esto hay que
cerrar la guardia así (le muestra) Podés dejar un brazo fijo y
con el otro barrer para desviar los golpes. Y nunca parar de dar un paso atrás
y otro para los laterales, un paso atrás y otro para los laterales. Eso lo hace
muy bien Sergio “Maravilla” Martínez.
TOMÁS: ¿Quién?
PATO: ¿No conocés a Sergio “Maravilla” Martínez?
TOMÁS: ¡Ay, qué, es obligatorio! Si
sabés que solo miro fútbol de ascenso.
PATO: Bueno, olvidate. ¡Y ahora arriba! ¡Vamos, pitbull! ¡Depredador! ¡Sos Toro
Salvaje, sos Rocky Balboa!
Pato obliga a Tomás a incorporarse y los empuja hacia el centro del ring.
6
Los cuatro se reúnen en el centro del cuadrilátero. Pato y Clara se muestran
cohibidos.
PATO: Clara, ¿cómo estás?
CLARA: ¡Hola, Pato, tanto tiempo!
Se sonríen, titubean. Se hace un silencio incómodo.
NORITA: Bueno, ¿vamos a estirar mucho más la escena romántica o boxeamos?
CLARA: ¡Qué decís, nena!
PATO: ¡Siempre tan dulce, Norita!
TOMÁS: Ahí está, ¿por qué no lo dejamos y vamos a tomar una birrita?
PATO (codeando a Tomás): ¡Boxeamos, claro que boxeamos! ¿Clara, me
permitís eso? (le saca el megáfono, al público) Muy buenas
tardes a todos y a todas. Mucho público, la mayoría gente conocida (saluda
a alguien) Corresponde agradecer a los responsables del gimnasio donde
la rival de mi pupilo da clases, que generosamente han cedido las
instalaciones. ¡Fuerte ese aplauso!... Un evento poco común, ¿no es cierto? Las
relaciones de pareja cambian, con el paso del tiempo van sintiendo el desgaste,
el vértigo de la vida moderna, la rutina, las van deteriorando hasta que en
determinado momento ¡zas! Un signo de época, podríamos decir, proyectos de vida
que dejan de coincidir, sueños que toman direcciones opuestas. Lógicamente es
más doloroso cuando esto ocurre con seres entrañables como Tomás y Norita. ¡Un
aplauso fuerte para ellos! (se escuchan unas palmas aisladas, Pato,
abraza a Tomás e intenta abrazar a Norita, pero esta se lo impide. Clara, hace
otro tanto con los dos contendientes. Pato retoma) Pero hoy, para
disfrute de los aquí presentes y para bien del hermoso deporte de los puños,
nuestros amigos han decidido poner punto final a su relación y dividir lo que
en los años de convivencia han logrado reunir, nada más ni nada menos que con
un intenso reto a cuatro rounds…
NORITA: A seis.
PATO: ¿Perdón?
NORITA: Que dijimos a seis rounds.
TOMÁS (con angustia): ¿A seis? Por qué mejor no lo pensamos y
lo dejamos para la semana que viene…
PATO: ¡Tomás, cállate!
CLARA: Creo que Norita tiene razón, que yo recuerde habían dicho a seis.
TOMÁS: Es que no me siento bien, tengo palpitaciones.
PATO (a Norita): ¿Lo podemos dejar en cinco? (Norita
por señas acepta, Pato vuelve al megáfono) Decía, con un atractivo
reto a cinco round respetando las reglas del boxeo profesional: sin golpes
bajos, sin escupir, patear, ni tirar del cabello del rival. Y ahora, vamos a
repasar el acuerdo: el que gana se queda con la casa que cohabitan, esto
significa que a partir del minuto uno de la finalización del combate el
perdedor deberá buscarse otro domicilio (Tomás le habla al oído a Pato) Por
otro lado, mi pupilo solicita –independientemente del resultado de la pelea- el
usufructo del Ford Fiesta.
NORITA: El Ford Fiesta es mío.
Tomás vuelve a hablarle al oído a Pato.
PATO: Mi pupilo manifiesta que él usa el Ford Fiesta para ir a su trabajo y que
a cambio accedería a donar generosamente el monopatín eléctrico.
NORITA: ¡No tiene cara!
CLARA: No seas tan inflexible.
NORITA: ¡De ninguna manera!
CLARA: Norita, aceptá.
NORITA: Okey, okey. ¡Y ahora vamos a boxear!
PATO (con el megáfono): Muy bien, que los contrincantes choquen los
guantes y vayan a sus rincones.
Tomás vuelve a hablarle al oído a Pato.
PATO: Perdón, mi representado quiere decir unas últimas palabras.
NORITA: ¡Dios!
TOMÁS (pide el megáfono): Uno, dos, tres probando…
PATO: Se escucha bien, Tomás, hablá.
TOMÁS: Norita, yo te juro por lo más sagrado que con María del Carmen no
pasó nada.
Norita se le va encima e intenta pegarle pero Clara y Pato la contienen.
Suena repetidamente la campana llamando al orden.
PATO: ¡Bueno, bueno!
CLARA: ¡Tranquila, amiga!
Finalmente van cada uno a sus rincones.
7
En su rincón, Norita comienza a moverse.
NORITA: ¿Te das cuenta lo enfermo que es este tipo?
CLARA: Pero no es para que te pongas así. Nori. Sabés que no entiendo por qué
sos tan dura.
NORITA: ¿Dura? Demasiado blanda, querrás decir.
CLARA: Sos dura, amiga, no le diste oportunidad de explicarse.
NORITA: ¿Para qué? Me mintió.
CLARA: No te mintió.
NORITA: Me ocultó, que es lo mismo.
CLARA: Perdoname pero no estoy de acuerdo.
NORITA: ¿Ah, no?
CLARA: Tomás por ahí no te dijo que se vio con ella, okay, es reprochable y
estuvo mal. Pero una puede ocultar algo por muchísimas razones.
NORITA: ¿Por ejemplo?
CLARA: Miedo.
NORITA: ¿Miedo?
CLARA: ¡Ay, amiga, somos grandes!
NORITA: No, a ver, ¿miedo a qué?
CLARA: Al quilombo, a que te desbocaras e hicieras “la gran Norita” como
siempre hacés y las cosas terminaran, por ejemplo, en esto.
NORITA: ¡Qué hipócrita que sos, si te encantó la idea!
CLARA: Por supuesto que me encantó la idea, te lo repito: es genial; pero como
espectáculo, como cosa social. Eso no quita que siga pensando que con Tommy sos
injusta.
NORITA: No sabés nada, Clara, no opinés. Todo es más complicado de lo que vos
te imaginás. Y ahora dame eso, pero primero tenés que enjuagarlo.
Clara tiene el protector bucal en sus manos, lo enjuaga con una botellita de
agua y se lo pone. Norita empieza a golpear un guante con otro y a saltar en su
sitio.
8
En su rincón.
PATO: ¿Te dije o no te dije que no tocaras el tema?
TOMÁS: Bueno, me salió, perdón.
PATO: Ahora quedaste en la posición más débil. Sumando a que te pusiste al
público en contra.
TOMÁS (sin escucharlo se mira los guantes, asombrado): Mirá como me
tiemblan las manos, a mí seguro me está dando algo.
PATO: ¡Basta! Es totalmente normal, es la adrenalina. Ahora tenés que
concentrarte, movete en el lugar (Tomás comienza a dar saltitos y a dar
golpes sin mucha convicción) Tu mujer está re mal.
TOMÁS: Hay que saber llevarla.
PATO: Al espació exterior hay que llevarla.
TOMÁS: No exageres.
PATO: No exagero, hay que hablar con Elon Musk, contratarle un taxi espacial,
llevarla a la estratósfera y dejarla. Si ganás, tenés doble premio: la casa y
el Ford Fiesta y te la sacás de encima para siempre. Abrí la boca (Pato
moja el protector bucal con agua y se lo pone)
TOMÁS (casi incomprensible): ¿Y ahora qué hago?
PATO: ¿Qué hacés? ¿Y a vos qué te parece? (lo empuja) ¡Vamos,
tormenta perfecta! ¡Sos Toro Salvaje, sos Rocky Balboa! ¡A ganar!
TOMÁS (incomprensible): ¡A ganar!
Tomás se incorpora y Pato lo empuja.
9
Suena la campana, Pato y Clara se bajan del cuadrilátero, Tomás y Norita se
encuentran en el centro del ring y comienzan a hacer fintas con la guardia en
alto. Cada round durará unos 40 segundos. Como si se tratase de una
coreografía, los contendientes harán sus movimientos en cámara lenta e
iluminados por una luz estroboscópica que generará un clima de ligera
irrealidad. Movimientos y luz que desaparecerán al sonar nuevamente la campana
para regresar a sus rincones. En este primer asalto Norita pega los mejores
golpes y Tomás se defiende como puede.
10
Tomás vuelve a su rincón, habla y no se le entiende, Pato lo sienta en el
banquito y le quita el protector.
PATO: ¿Qué decís?
TOMÁS: Que la vida es un asco, Pato. Con Norita íbamos a construir una familia,
a tener hijos, a llevarlos al colegio en el Ford Fiesta. Y mirá en lo que
terminamos.
PATO: Ahora no podés pensar en eso.
TOMÁS: ¿Y por qué no? Si es la verdad. Aunque no parezca, yo soy un tipo que
pienso la vida, en todo momento intento hacer un balance, es la forma en que te
das cuenta si estás haciendo las cosas bien o las estás haciendo mal. ¿Cómo no
la vi? ¿Por qué no me saltó la alarma? Yo nunca llené a Norita, siempre me
faltó algo para que se sintiera satisfecha.
PATO: Todos buscamos algo y muy pocas veces lo encontramos. Así es la vida,
hacete fuerte. Ahora respirá hondo (Tomás lo hace) Lo que
vos tenías era una relación tóxica.
TOMÁS: ¿Y ahora? ¿Qué tengo ahora, a ver? No sé ni dónde estoy parado. Vos ves
cómo estoy sufriendo, ¿no?
PATO: Veo, veo. Lo que también veo es que le estás parando todas las trompadas
con la cara. ¿Yo qué te dije sobre la defensa? La izquierda arriba, la derecha
barriendo, un paso atrás y otro para los laterales, un paso atrás y otro para
los laterales. Respirá hondo o te vas a desmayar, dale.
Tomás obedece.
11
Norita ya está sentada en el banquito en su rincón.
CLARA: ¿Tenés que pegarle así?
NORITA: ¿Y a vos qué te parece? Es una pelea de boxeo, ¿no?
CLARA: A mí me da un poco de pena.
NORITA: No seas tonta.
Con la toalla Clara intenta secarle la transpiración de la frente y
emprolijarle la pintura corrida de los ojos.
CLARA: ¿Podés quedarte quieta? Esta cara es un desastre, Nori. No sé qué
hacerte.
NORITA (irónica): Sí querés tapame un poco las ojeras. ¡Pásame la
botella de agua, haceme el favor!
CLARA (clara le da el agua y le tira aire con la toalla): ¿Y se
puede saber por qué estás tan enojada?
NORITA: No estoy enojada. Hay cosas que me enojan y otras que no.
CLARA: Te recuerdo que no estás precisamente para tirar la primera piedra.
NORITA: ¿Qué querés decir?
CLARA: ¡Vamos! Que vos sí lo engañaste, amiga.
NORITA: ¡No señor! Eso fue a la luz del día, yo no oculté nada.
CLARA: Dale, te acostaste con otro, ¿o no?
NORITA: Pero no fue engaño. Definilo correctamente. Fue una época en la que la
estábamos pasando muy mal y yo se lo dije.
CLARA: ¿Y él lo aceptó?
NORITA: Obvio.
CLARA: ¿Te dijo que lo acepto?
NORITA: No.
CLARA: ¿Y entonces?
NORITA: Yo fui en todo momento con la verdad, eso es lo que se necesita en una
pareja, honestidad absoluta.
CLARA: No estoy de acuerdo. Hay cosas que no deben decirse. Las cosas que
lastiman al otro no deben decirse.
NORITA: Dale, psicóloga, por si no te enteraste yo ahora tengo que seguir con
esto. Sacá el banquito.
Norita se incorpora y empieza a golpear un guante con otro y a saltar
en su sitio.
12
Suena la campana del segundo round, Pato y Clara se bajan del cuadrilátero,
Tomás y Norita van al centro, se repiten los efectos. En este asalto Tomás
consigue defenderse y logra conectar algunos golpes.
13
Volviendo a su rincón Tomás se derrumba en el asiento, Pato le saca el
protector, lo seca con la toalla, Tomás está muy agitado.
PATO: ¡Respirá!
TOMÁS: ¡Respiro!
PATO: ¿O sea que vos ni siquiera la tocaste?
TOMÁS: Y por supuesto que no. ¿Quién te creés que soy?
PATO: Y qué sé yo, un tipo.
TOMÁS: ¡Te lo juro por la memoria madre, Pato! Ni se me cruzó por la cabeza.
Fue una casualidad, hacía como diez años que no la veía, de la época en que
empezamos con Norita, nos encontramos en la calle y fuimos a un bar a tomar un
café.
PATO: Pero ¿y entonces? ¿Por qué tanto quilombo?
TOMÁS: Porque no se lo conté.
PATO: ¡Dios santo!
TOMÁS: Como con lo de los chupines, yo sabía cómo le iba a caer. Esto lo hablé
varias veces en terapia, Norita a determinada altura del año se estresa y como
es insegura lo cataliza a través de la ira. Entonces hay que evitarle toda información
que la contradiga.
PATO: Pará, ¿y qué es eso de los chupines? ¿Te referís a los pantalones?
TOMÁS: Sí. Fue una pavada. ¿Te acordás que el año pasado fuimos a ver un
recital de la Bersuit? Bueno, yo me había comprado unos chupines y me los puse.
Le agarró un ataque de furia. Me dijo que se me marcaba el bulto, que a quién
se lo quería mostrar, empezó a hiperventilar, se brotó toda y tuve que llevarla
a la guardia.
PATO: ¿Amigo, vos te das cuenta con lo que convivís? Esta piba está mal de
veras. ¿Y la conoce?
TOMÁS: ¿A quién?
PATO: A la del café, a María del Carmen.
TOMÁS: Y obvio que la conoce, si es la prima.
PATO: ¿Te culeaste a su prima?
TOMÁS: ¡Basta, Pato, no es gracioso! ¡Centrémonos en la pelea o me bajo de acá
y me mando a mudar! ¿Cómo me ves? ¿Le estoy parando los golpes?
PATO: Con la cara, sí.
TOMÁS: ¡Por favor, decime algo útil, sos mi couch!
14
Rincón de Norita.
CLARA: ¿Una lección?
NORITA: Sí, una lección. ¿Qué hay?
CLARA: Perdoname pero vos tenés un costado morbo, amiga, te gusta hacer sufrir
a la gente. ¿No te das cuenta de que Tommy te idolatra?
NORITA: Pero yo no puedo admirarlo.
CLARA: ¿Y por qué tendrías que admirarlo? ¿Quién es, Michael Jackson, un premio
Nobel de Literatura? Tommy es un tipo sensible, es inteligente. Si yo te contara
mi última convivencia, lo más elaborado que le interesaba al tipo era batir sus
propios records en la playstation.
NORITA: No quieras entender, somos distintas.
CLARA: Y obvio que somos distintas. Mirá, en las relaciones siempre hay alguien
que es el más fuerte y se impone sobre el otro. Entre ustedes está claro que la
más fuerte sos vos, y esa disparidad es lo permite que funcione la pareja. Con
Tommy se complementan, si los dos fuesen Noritas alguien caería por una
ventana. Si me preguntás, yo no termino de entender.
NORITA: ¿Qué querés entender?
CLARA: Por qué se van a separar. Lo del box está bien, es gracioso, pero en el
fondo ¿cuál es la razón? ¿Que no soportás a tu prima? ¿Que Tommy se tiene que
reportar cada vez que va a tomar un café con alguien? ¡Dale!
NORITA: Es un pusilánime, no se atreve a decir que ya no me soporta y yo estoy
en un momento en que necesito seguridades. Entonces decidí someterlo a una
prueba, si no la supera por lo menos me voy a sacar las ganas de darle lo que
se merece.
CLARA: ¿Esa es la lección?
NORITA: Esa es la lección.
CLARA: ¡Sos increíble!
Norita se incorpora y vuelve a vuelve a chocarse un guante con otro.
15
Suena la campana del tercer round, Pato y Clara se bajan del cuadrilátero,
Tomás y Norita van al centro, se repiten los efectos. Norita es claramente
superior a Tomás, maneja los tiempos y le conecta los mejores golpes. Tomás
termina vapuleado.
16
Tomás se derrumba en el banquito, está muy agitado, Pato le saca el
protector.
TOMÁS: ¡Cortame!
PATO: ¿Qué?
TOMÁS: Cortame…El párpado, córtame que no veo.
PATO: ¡Tomás, abrí ese ojo y déjate de joder!
TOMÁS: Ah, lo tenía cerrado, tenés razón. ¿Bueno, y, cómo estamos?
PATO: Pésimo. No parás un solo golpe, tenés la cintura enyesada, no tenés reacción.
Pasamos la mitad de la pelea y claramente vas perdiendo. Tomás, atendeme bien
lo que te voy a decir (señalando al público) miralos.
TOMÁS: ¿Qué tengo que mirar? Pato, no entiendo que decís.
PATO: A esos tipos, miralos.
TOMÁS: ¡No empecemos de nuevo!
PATO: ¡Es así, Tomás, esos tipos vinieron por vos! Hombres infelices,
arrepentidos de las elecciones que hicieron en sus vidas, sometidos a mujeres tóxicas
que los condenan a rutinas grises, sin salida. Voy y yo en este momento los
estamos representando.
TOMÁS: Dejá de fantasear.
PATO: Estamos acá arriba por ellos, Tomás. Fijate como se remueven en los
asientos y te señalan.
TOMÁS: Se están riendo.
PATO: ¡Error! Son gestos de desesperación, necesitan verte ganar, sos su
esperanza rubia. Y ahora miralas a ellas.
TOMÁS: ¡Pato, estamos en mitad de la pelea!
PATO: Dale, ¿qué ves?
TOMÁS: ¡Y qué se yo, qué veo! Además desde acá con estas luces veo todo blanco.
PATO: Te lo digo yo: inquietud, preocupación, son conscientes de lo que se está
jugando en esta pelea. Si vos ganás sus esclavos recuperan algo del orgullo
perdido y vuelven a luchar para ser libres. Tenemos una gran responsabilidad,
¿lo ves o no lo ves?
TOMÁS: Sí, está bien, puede ser (cambiando) Pero sorry,
amigo, yo no soy el héroe que esta gente necesita.
Tomás se incorpora y vuelve a intentar bajarse, pero Pato se lo impide.
PATO: ¡Dejate de joder!
TOMÁS: ¿Dónde está la toalla? Tirémosla. ¿Cómo se hace? Hay que arrojarla al
centro, ¿no?
PATO: Escuchame, tenemos una última carta y llegó el momento de usarla. Cuando
salgas aprovechá el primer clinch, te le pegás al oído y se lo decís.
TOMÁS: ¿Qué cosa?
PATO: “Pelada”.
TOMÁS: Por favor, no me pidas eso.
PATO: Le decís “pelada” y cuando se paralice y te mire le conectás el upper.
TOMÁS: ¿El upper? ¿Cuál era el upper? Se me hizo un blanco.
PATO: Repitamos los golpes.
TOMÁS (haciendo los movimientos): Jab, cruzado, recto, gancho y
upper.
PATO: Ahí lo tenés. Esperás que baje los brazos y le conectás el upper, ¿de
acuerdo?
TOMÁS (no muy convencido): De acuerdo.
PATO: No te escuché.
TOMÁS: ¡Que sí, que de acuerdo!
Pato le pone el protector bucal.
PATO: ¡Dale, andá, asesino serial! ¡Sos Rocky Balboa, sos Toro salvaje. ¡A
ganar!
TOMÁS (incomprensible): ¡A ganar!
Tomás se incorpora y Pato lo empuja hacia el centro del ring.
17
Cuarto round, hacen esquives y se dan unos primeros golpes. En un momento
Tomás la retiene con ambos brazos, le acerca la boca al oído y le murmura. Acto
seguido Norita le murmura a él y Tomás queda atontado. Norita aprovecha para
castigarlo. Transcurre lo que queda del round, Tomás está casi al borde del
knockout pero lo salva la campana y van a los rincones.
18
Al volver a su banquito Tomás tiene una sonrisa estúpida en los labios. Pato
le saca el protector bucal.
PATO: ¿Qué hacés, estás loco? ¿Qué pasó?
TOMÁS: Nada.
PATO: ¿Cómo nada? ¿Te querés suicidar?
TOMÁS: Te hice caso y le dije “pelada”. Pero entonces ella…
PATO: Ella, ¿ella qué, Tomás?
TOMÁS: También me habló.
PATO: ¿Qué te habló?
TOMÁS: No te puedo decir.
PATO: ¡Tomás!
TOMÁS: Es algo privado.
PATO: ¡Dejá de sonreír como un idiota y decime qué te dijo!
TOMÁS: Que está embarazada. De dos meses.
PATO: ¡Qué hija de puta! ¡Qué hija de mil putas! Está loca pero es astuta, te
redobló la apuesta.
TOMÁS: ¿Qué apuesta? ¿Vos decís que está mintiendo?
PATO: ¡Y obvio que está mintiendo, Tomás!
TOMÁS (sin dejar de sonreír): Cómo puede mentir con algo así.
PATO: ¡Está mintiendo de acá a la China!
TOMÁS: ¿Y si está embarazada? Imaginate. Es nuestro primer hijo, ¿Te parece que
yo puedo pegarle?
PATO: ¿Ves? Logró exactamente lo que quería. Ahora vos vas a bajar los brazos y
ella va a llenarte la cara de bollos. ¡Wake up! ¡Despertá!... Hay que actuar
rápido, escuchame atentamente, primero respirá.
TOMÁS: Respiro.
PATO: Ahora concentrate en estas palabras: te dio un ataque de amnesia, te
olvidaste de lo que se dijeron, no hablaron de nada. Repetí.
TOMÁS: Me dio un ataque de amnesia y no hablamos de nada.
PATO: Perfecto. Y ahora vas y boxeás.
TOMÁS: Sí, sí.
PATO: No me des la razón como a los locos. ¡Vas y boxeas!
Pato le pone el protector bucal.
19
Norita, está parada y esperando la campana en su rincón.
CLARA: ¿Qué pasó?
NORITA: Nada que te interese.
CLARA: Dale, Nori, ¿qué le dijiste?
NORITA: Nada importante.
CLARA: Cómo nada importante, cuando le hablaste se puso blanco, pensé que se
caía redondo, pobre Tommy.
NORITA: Clara, te repito, todo es más complicado de lo que parece.
CLARA: Y contame.
NORITA: No es el momento y además no sé si quiero contarte. Trae la toalla,
secame la cara y terminemos con este circo de una buena vez.
Clara le seca la cara y le pone el protector bucal.
20
Quinto round. Tomás hace un par de fintas, se protege de algunos golpes y de
repente le mira el vientre a Norita, le vuelve la sonrisa estúpida a los labios
y baja los brazos. Norita le da un derechazo que lo conmueve, le da un segundo
golpe, con los brazos caídos Tomás no se molesta en esquivarlos, ella tira un
tercer golpe y ya el cuarto lo detiene a medio camino y el impacto termina en
una caricia en la mejilla. Se detiene la cámara lenta y la luz estroboscópica.
Tomás y Norita quedan inmóviles y mirándose a los ojos en el centro del ring. A
continuación se unen en un beso.
APAGÓN
21
Cuando vuelve la luz Tomás y Norita continúan besándose, Pato y Clara
suben al cuadrilátero y se acercan sin comprender. En la platea se
escuchan las primeras protestas y silbidos. Tomás y Norita se separan.
TOMÁS (toma el megáfono de las manos de Clara, al público): Hola
a todos los presentes, quiero agradecerles por venir y necesito decirles algo
importante…¡Voy a ser papá!
Tomás levanta los brazos con una sonrisa de oreja a oreja, Norita se toma el
vientre y afirma con una expresión confusa. Se escucha una breve introducción
musical, alguien de la asistencia técnica de la obra se acerca se lleva el
megáfono y le alcanza un micrófono. Tomás canta la Canción de amor:
Canción de amor
Hay una voz que
murmura que nunca es tarde
Hay una voz que
repite que debo amar
Que trepa al
viento gritando que me levante
Que nade corriente
arriba hasta ver el mar
Soy ese hombre que
sabe cuál es su signo
Que escucha a su
voz secreta con terco ardor
Pelear por el
sueño alado que nos remonte
La vida no tiene
rumbo si no hay amor
Ven, ven a mis
brazos, busca mi boca
Amor, si es amor
de veras, no tiene edad
Seamos un cuerpo
enamorado
Soy ese hombre que
busca la eternidad
Ven, ven a mis
brazos, busca mi boca
Amor, si es amor
de veras, no tiene edad
Seamos un cuerpo
enamorado
Soy este hombre
que busca la eternidad
Detrás de Tomás y Norita, Pato se muestra descreído, Clara, en cambio,
gesticula hacia Pato festejando la noticia, abraza a Norita, le toca el
vientre. En el momento en que Tomás canta “Ven, ven a mis brazos, busca mi
boca…” se aproxima a Norita e intenta abrazarla, y esta amaga a que le va a
volver a pegar y ambos se sonríen. Promediando la canción Pato va hacia Clara,
le dice algo al oído, le pasa el brazo por el hombro y lentamente salen. Cuando
finaliza la canción Tomás le apoya la mano en el vientre a Norita, mira al
público, levanta los brazos de Norita en señal de victoria y levanta los suyos.
Desde las plateas recrudecen los silbidos y los murmullos de protesta. “¡Fuera!
¡Payasos! ¡Váyanse! ¡Fuera!”.
APAGÓN FINAL